Asher De Leon joven de 25 años quien tras pasar de 5 años en prision por un delito que no cometio, demuestra su inocencia con ayuda de su hermano y sale dispuesto a vengarse de quien arruino su vida
Acompañenme en esta nueva aventura
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Cap 2: Conducta.
Me mantuve tranquilo hasta el momento del juicio en una jefatura, no era tan malo y tenía las visitas de mis padres.
Mis amigos brillaron por su ausencia, mi novia se la trago la tierra.
Trataba de reorganizar mis pensamientos tratando de entender que rayos había pasado y tenía como lagunas mentales.
Mi examen toxicológico arrojo que no estaba bajo ningún efecto de alcohol o droga, el auto no tenía falla alguna y eso llevo a que el jurado dijera que lo hice premeditadamente, la chica que murió ni siquiera la conocía, jamás la vi en toda mi vida, como podría querer matarla.
Mi conducta antes fue intachable, nunca tuve problemas con nadie, era el tipo de chico normal, agradable, buen amigo, servicial y respetuoso, no solía salir a fiestas, ni mucho menos ingerir alcohol, jamás fume, menos tome drogas.
Era responsable en mis estudios, siempre con las mejores calificaciones, estaba terminando el quinto semestre de diseño gráfico, era respetado por todos, hacía ejercicio y llevaba una vida saludable, nunca tuve ni una multa de tránsito.
El testimonio de mis compañeros, profesores, vecinos sobre mi intachable conducta no sirvieron de nada.
Mi propio abogado creía que era culpable.
Quienes orquestaron todo lo hicieron perfecto, tanto que arruinaron mi vida.
Desde que llegue trate de mantener mi buena conducta, pero fue extremadamente difícil, ya que aquí o te defiendes o te defiendes, no soy de irme a los golpes, pero me toco aprender a la mala.
Al principio querían someterme al antojo de varios reos, yo no me someto a nadie, bueno solo a Dios y mis padres.
Mi intachable conducta se vio manchada con algunas peleas, pero no sería la perra de nadie, eso nunca.
Los primeros días aquí fueron un infierno, no dormía pues mi antiguo compañero quería abusar de mí y por poco lo logra, pero le di una patada en sus partes nobles y luego tantos golpes en la cara que quedo irreconocible al día siguiente, desde ese día soy respetado.
En la sociedad era respetado por mi buena conducta, aquí por la mala.
Por la distancia mamá no podía visitarme y eso le genero tanta tristeza que se enfermó, papá es el único que viene, desde que estoy en ese maldi** lugar.
Por pedido del otro reo que compartía mi celda me cambiaron de esa y agradezco haber encontrado un amigo aquí.
Agustín Sánchez fue una luz en medio de tanta tiniebla, sin su apoyo no creo haber podido aguantar aquí todo este tiempo.
Se preguntarán cuanto tiempo ha pasado, pues llevo 4 años si del niño de casi 20 años, cuadriculado, perfeccionista y de conducta intachable, solo queda el recuerdo.
En este tiempo he fortalecido mi cuerpo con mucho ejercicio me da lucidez y ayuda a drenar un poco la ansiedad y la tristeza que siento.
Papa ha seguido visitándome, pero ya no tan seguido por la distancia.
Los días previos a su visita son los más felices, pues sé que veré su rostro y podre abrazarlo, la despedida es lo más difícil y más teniendo en cuenta que pasaré otro largo mes para verlo.
Mi hermano menor ya es todo un hombrecito cuando caí en este agujero del que quiero salir, pero estoy como ave en jaula, tenía solo 15 años ya está pronto a cumplir 20 la misma edad que tenía cuando me tendieron esta trampa.
Él se ha sumado a las visitas con mi padre y eso me alegra grandemente.
La primera vez que vino a visitarme me dijo que estudiaría para detective e investigaría mi caso.
Que imaginación tiene mi hermanito pensé, hoy es una realidad ha ingresado a la policía y esta pronto a recibirse, pero para ser detective le falta mucho, aun así no pierdo las esperanzas de que me ayude.
Como uno de los chocolates que mi hermano me dio, comparto la mitad con Agustín quien hace sonidos de placer por el delicioso dulce, a lo que solo rio fuerte.
Papá me trajo un nuevo libro y esos se han vuelto mis amigos mas leales.
Jabón, pasta dental, cepillos y un aromatizante, algunos paños de limpieza, con ellos limpio un poco y todo huele muy rico.
Los demás reos gritan que les dé y los ignoro.
Una vez miro todo más higiénico, lavo mis manos y me siento a leer la carta de mi madre.
En esas cortas líneas veo su amor y apoyo, cada palabra es esa motivación para no rendirme.
Soy inocente y en algun momento lo demostrare.
La hora del almuerzo llego y odio cada comida servida aquí, es peor que comer comida de perro, pero no comer no es una opción.
Muchos dicen con el tiempo te acostumbras, pero yo no podría, extraño mi comisa saludable, mis batidos y mis ensaladas y carnes bien ricas.
Mis estómago sufrió horrores los primeros días, vomitaba y tenía una diarrea incontrolable, sin mencionar los cólicos, fue tanto que pases algunas veces en enfermería.
Ahora ya parece adaptarse a esta horrible comida.
Me he tenido que defender y Agustín ha sido de gran ayuda, pues me ha enseñado boxeo y defensa personal.
Mi cuerpo se ha fortalecido, principalmente mis brazos, por los ejercicios.
Mi mente también lo ha hecho, por mantener una buena conducta, o por lo menos una respetable, me permitieron estudiar y ta hace dos años obtuve mi título como Diseñador gráfico y estoy terminando una carrera de Marketing digital, nadie más que mi hermano sabe de mi empresa digital donde con mi capacidad e ingenio he desarrollado, me va excelente, tanto que he preparado campañas publicitarias para varias empresas.
Muchas veces mi hermano actúa como representante legal, nadie sabe quien es el dueño.
Por eso sugerí a mi hermano estudiar administración de empresa, o mercadeo, pero se inclinó por la policía para sacarme de este lugar.
Mis padres habían hipotecado su casa en los suburbios por la salud de mama.
Hable con Logan hace dos años para que buscara una casa más cercana al centro y la comprara en cuotas.
Con los primeros pagos, dio la cuota inicial.
Hablo con la agente de bienes raíces que la consiguió y le pidio ayuda para vender la de mis padres.
La casa era grande y muy bien cuidada, por lo que luego de la venta y pago al banco, quedo dinero para pagar tres cuotas y solventar los medicamentos de mama por al menos un par de meses.
Actualmente, estoy como profesor en la prisión, enseñándole a los reos a leer y escribir, también les enseñan un oficio para cuando salgan.
Agustín les enseña electricidad me sorprendió mucho saber que estudio un año de ingeniería eléctrica y sus conocimientos son amplios.