Me Recordarás

 - Pamela, mi hija vendra en unas semana con su esposo -- le dije.

  - me alegra mucho, aquí pueden llegar, tenemos otra habitación disponible -- me dijo y yo sonreí.

  - de verdad muchas gracias, solo estarán una semana -- le recalque.

  - No te preocupes, se pueden quedar el tiempo que quieran, por mi no hay problema -- volvió a decir.Pamela.

  - gracias, en mi próximo descanso dejaré lista su habitación --

  - estoy muy entusiasmada por conocer a tu hija, quedaste embarazada de ella al año de haber salido del colegio, incluso de casaste--

  - si, lo hice muy joven, pero no me equivoqué, Felipe ha sido y será el amor de mi vida-- dije.

  - y entonces el señor Gonzalo, no he podido sacarme de la cabeza aquella salida que tuvimos, parece que entre ustedes dos pasará algo-- me dijo.

  - Eso no lo sé aún, tenemos que esperar, solo el tiempo nos dirá, y hablando de el, quizás se nos una a nuestro plan, me invitó a salir, pero le dije que ya tenía planes contigo, entonces dijo que allá nos vería -- finalicé.

  - le gustas, eso es claro, pero me preocupa--

  - ¿Porque?-- pregunté.

  - ¿No sabes quién es su exesposa?-- negué ante su pregunta -- pues se trata nada más y nada de menos que de Corina Vernet, ella es una mujer difícil y según lo que he escuchado tiene nexos con gente muy peligrosa, su papá es todo lo contrario, es un señor en todo el sentido de la palabra, pero ella es el mal en persona, solo te pido que tengas mucho cuidado, ella es muy territorial, y se que están divorciados, pero tengo la certeza de que no los dejara en paz-- enfatizó.

  - No te preocupes, tendré cuidado además no es nada serio, veremos cómo avanza todo-- le dije y ella se tranquilizó, no podía revelarle aún cual eran mis verdaderas intenciones.

  - Bueno, entonces vamos a ponernos bellas para salir -- me comentó.

  - pero apenas son las 4:30 de la tarde-- le dije.

  - vamos primero a un lugar a comer, somos dos adultas responsables y debemos llenar nuestros estómagos antes de ingerir alcohol, además la última vez con el olor me embriague e hice el oso, está vez quiero estar consciente por si me encuentro al amor de mi vida-- nos reímos por sus palabras.

  - ok, mucho mejor, así no tengo que volver a cargarte hasta tu cama --

  - siii, que vergüenza contigo, por eso necesito comer muy bien -- enfatizó nuevamente.

Nos fuimos a vestir, como sabía que iba a ir Gonzalo, tomé uno de los vestidos que el me dió antes de perder la memoria, me lo puse y se veía muy bien, el gusto de Felipe era muy similar al mío, así que lo que el me diera a mi me encantaba.

Luego tomé mi maquillaje, está vez quise ponerle empeño a esa parte, no muy exagerado, pero si marcar un poco mis rasgos, mis ojos grises se ven hermosos con un delineado y un toque sombreado en los párpados, al igual que mi piel blanca con un rubor color salmón, hacia que mis pómulos luciera rozagantes y delicados, y para finalizar un brillo hidratante sobre mis labios.

Para finalizar peine mi cabello, pero lo dejé suelto, me apliqué la loción que tanto nos gustaba, luego agarré mi cartera con lo necesario y salí de mi habitación.

  - Estás hermosa -- le dije a Pamela, quien lucía una hermosa falda, con una blusa negra manga larga y unos tacones negros.

  - Gracias, tu también te ves muy bonita, hoy vas a terminar de enamorar al señor Vernet-- me dijo y yo no pude evitar reírme.

  - mejor vamos a comer que se nos hace tarde -- le dije y ella asintió, tomamos nuestras cosas y salimos.

Llegamos a un restaurante Italiano, yo pedí una pasta Carbonara, mientras Pamela pidió Pasta Napolitana, la acompañamos con vino, el lugar era lindo, elegante pero sobretodo, muy agradable, terminamos nuestra cena, fui al tocador y me cepille los dientes, la pasta te deja un leve aroma a huevo, Pamela hizo lo mismo, luego nos fuimos al club.

Cuando llegamos nos ubicaron en una de las mesas más bonitas que había en el lugar y nos trajeron unos cócteles, que según el mesero fueron "cortesía de la casa" el trato de hoy era realmente peculiar y extraño.

  - El trato de hoy, es realmente sospechoso, ¿No tendrás algún amante millonario?- le pregunté en broma a Pamela .

  - Eso mismo me estoy preguntando yo señorita, aquí el único que pudo haber hecho todo esto es tu adorado jefecito-- me lo dijo levantando una de sus cejas.

  - jajaja es una posibilidad, pero no lo sabemos, el no está acá -- le respondí mientras miraba para todos lados.

Pusieron música, el hombre que había invitado a bailar a Pamela la última vez, llegó y la invitó de nuevo, ella aceptó y se fué con el, yo mientras tanto bebia de mi cóctel y revisaba mis redes sociales en el celular, cuando sentí una mano sobre mi hombro, giré y allí estaba de pie Gonzalo.

  - Hola, ¿Hace mucho llegaste?-- me preguntó y yo negué.

  - hola-- lo saludé, me puse de pie y le di un beso en la mejilla -- hace una hora estamos acá, mi amiga está bailando -- dije señalando la pista de baile.

  - Ella no pierde el tiempo, sabe cómo divertirse -- agregó.

  - si, tengo que aprender mucho de ella, sabe vivir la vida -- dije.

El observo mi rostro, Pero luego su atención fue a mi vestido, finalmente tomó mi mano, a última hora decidí usar el anillo de compromiso que Felipe me había dado, era de su madre, era un anillo hermoso, con un precioso y costoso jade, el abrió sus ojos y luego acaricio su cien con la yema de los dedos.

  - ¿Estás bien?-- le pregunté, el guardia silencio por un momento.

  - No lo sé, algo en ti hace que imágenes lleguen a mi cabeza, me siento confundido y siento que mi cerebro se sacude y duele, no se que está pasando, además ese anillo, creo que lo he visto antes-- me comentó, realmente me preocupe, lo que menos quiero es que le pase algo malo.