Nuestro planeta, este hermoso nido donde vivimos parece no querernos aquí. es un planeta feroz, estamos a diario expuestos a todas sus infamias desde lluvia hasta volcanes, el mar que nos refresca nos da oxígeno y alimento y también se eleva, inmisericorde borra ciudades enteras de sus costas, tifones, terremotos. La tierra cuando así le provoca se hunde, se desliza sin importar cuantos de sus hijos queden tapiados Los seres humanos nos hemos abocado a socorrernos los unos a los otros, siempre nos sentimos inclinados a proteger al más débil. Desde tiempos inmemoriales nos hemos organizados para paliar embates de la madre gea. allí donde un accidente natural nos lesione estaremos prestos a ayudarle. en esto basamos nuestra existencia. Ustedes no están solos cuentan con nosotros. Estamos en el mismo barco tratando de mantener el rumbo. Aqui nacimos y moriremos. pero mientras tanto con ilusión y con esperanza parimos hijos, sembramos árboles y forjamos futuro para las nuevas generaciones.
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CAPITULO XIX
Eduardo pensando reía, Mariam siempre
haciendo travesuras hizo sonreír a Maggie. Es raro verle una sonrisa. Volvió
Adela con bebidas. Tiene una sonrisa de oreja a oreja y le pareció extraño.
Algo pasa, miro a Maggie que esta relajada, le invito a lavarse. En la
lavandería había un baño. Le dio una toalla fresca y mullida que saco de una
despensa. Ella se lavó en la pila. Cuando el salió ella comía tranquila, probó
los pasteles crocantes amasados a mano no necesitan salsa acompañante están
suavemente aliñados con los cultivos de la huerta. Saben a los Andes: A las
trojas de madera y barro, a las cocinas de leña de las casuchas de piedra y
asados en hornos de barro alimentados con madera seca. Su mejor acompañante un
tarro de peltre con guarapo de café caliente o agua miel de panela.
-Están deliciosos – le comentó- como lograste
ese sabor campesino. Tienes horno de barro.
-Si, - asentía- Lo construyeron mi abuelo y
mi papa en el patio trasero, para hacer pan aliñado, como en los monasterios e
incluso algunos seminaristas ayudaron. Es pequeño. Pero alcanza temperaturas
elevadas a pocos minutos.
-Solo así, se siente el olor a leña que
impregnó la carne. ¿Y qué, también tienen un huerto? La carne sabor a hierbas frescas.
-En el patio trasero, además de verduras y
frutas también cultivamos hierbas medicinales, algunas de ellas son aromáticas
y sirven para sazonar.
-Creí que no tenías tiempo para más nada – me
asombré- Solo para las lenguas romances.
-Es trabajo de toda la familia, pero si la
educación paralela que recibo de la Academia refuerza la formal. También
aprendí jardinería, cocina y lo elemental de algunos oficio o profesión además
realizamos trabajo social en orfanatos, ancianatos, conventos, etc. En
educación Media nos profundizaron en todas las materias. Porque me guste la
literatura no me dedico solo a ella. La educación informal que recibo es
integral. Y luego depende de la inclinación y allí hacen énfasis y van
perfeccionando. Pero no te creas, nosotros en donde recibimos conocimientos
tenemos que dejar el lugar mejor de lo que estaba cuando llegamos.
-Me imagino que no todas las carreras se dan
en seminarios o conventos.
-No, tenemos opción de primera en las
universidades, en los pedagógicos o en cualquier institución de Educación media
o superior, pública o privada, laica o religiosa.
-Porque ustedes tienen prioridad?
-Por la excelencia de los egresados: desde
preescolar te van enseñando haciendo las cosas, los juegos son didácticos,
aprendes haciendo. La teoría es muy poca es todo más práctica. Te hacen
independiente. Aprendes dependiendo de tu capacidad y te cultivan con ciencia y
tecnología, filosofía, arte, religión. Etc. Si descubren tu inclinación, allí
es donde te dan todas las herramientas para lograr tu objetivo. No fallaran.
-Así te educaron a ti?
-No mi familia ha tenido problemas por mí, me
obsesione desde pequeña por los cuentos, fabulas y leyendas. Mas tarde descubrí
relatos y novelas y según me olvidé de todo lo demás. Es una pasión. Mi padre
me contó que él era igual y mi abuelo también. Abogaron por mi ante el comité y
me integraron a la Academia a los tres años. Soy nieta del fundador de la
célula de América. Y una de sus tres discípulos. Debo ser la mejor en todo. Por
eso la Academia hace tanto énfasis en mí, soy la heredera. Me están formando y
estoy en la recta final y mi abuelo está muy anciano.
- ¿Qué heredas?
- Museos\, bibliotecas\, emisoras de televisión
y radio y algunas instituciones educativas que mantienen la Academia y si
tuviera veinte y un año y fuera doctora podría ostentar la jefatura que por
derecho me corresponde. Pero dada las circunstancias no podre ni presidir
sesiones a pesar de ser discípula y la primera en línea para sustituirlo. Si el
abuelo muere, la academia tiene problema. La administración de los bienes de mi
abuelo hasta que cumpla dieciocho años al no poder manejarlo, pasa a mano de un
tutor y los candidatos son dos obispos y un monseñor, pasaría la Academia en su
totalidad a manos de los católicos y nadie en la academia quiere eso. Podemos
tener un jefe laico pero la jefatura se quedaría en manos de la iglesia. La
línea sucesoria así lo indica. Nunca pensó mi abuelo cuando la fundo, que, de
su familia, a la hora de su partida quedaran solo dos niñas. Y Mariam no tiene
opción no es miembro de la Academia. Solo regentara los bienes que le herede el
abuelo.
- ¿Si sabes que no es factible porque hacen
tanto empeño todavía?
Y mi abuelo es un hombre de fe. Y además debe
tener un as escondido en la manga. Uno de los programas de la Academia es proporcionar
ayuda a la población todos los miembros de la academia juramos como servidores
de nuestros hermanos, es esa la razón de fundar ancianatos, orfanatos,
conventos, monasterios, etc. Porque somos la mano derecha de la iglesia y
nuestro compromiso con ella es velar por la dignidad humana mientras ellos
salvan su alma.
Eduardo también habló por un buen rato de su
familia padres y hermanos.
-Le habló de los hoteles que administra y de
lo solo que se está quedando. Por eso viaja y cambia de domicilio
constantemente. Mis hermanos igual. Que tengo que rotar, que no vivo mucho
tiempo en un lugar.
Dos horas juntos, compartieron con Mariam y
Adela, envasaron los postres y lo llevaron a conocer el jardín trasero. No era
un jardín era un huerto. Ciento veinte metros de patio bien diseñado. Arboles
de Mango, guayabo, naranjos, semerucos, caujaros, etc. formaban un ambiente
húmedo propicio para las plantas medicinales y aromáticas. Y una troja de
frescos tomates, cebollinos, ajíes, pimentón y matas hermosa de albahaca,
romero y orégano. y En el fondo una enramada de ocho por tres metros, medias
paredes de bahareque, techo de palma para cubrir una cocina rústica, el horno
de barro y un mesón de doce puestos. Plantas florales con mariposas y pajaritos
que hacían nido en las ramas altas y en las dos palmas reales.
-Ahora comprende admirado la sencillez de
esas dos criaturas dignas de aprecio y respeto. Me siento cómodo en esa pequeña
familia. Cuando le contó a Ernesto, este entendió la actitud de las muchachas y
su forma de ser tan sencillas y confiadas. Se jure protegerlas, comen con
cuchara de oro, pero las han enseñado desde pequeñas a picotear la veta extraer
el codiciado mineral, convertirlo en liquido precioso para hacer la cuchara.
Cada día, despierta mi interés. – se maravilla - Me costó tranquilizarla,
pero es la conducta normal de una niña ante un hombre que le gusta. Nosotros
también de jóvenes nos sentimos cohibidos ante las chicas que nos gusta.
Tememos el rechazo. Pero hay que arriesgarse, si uno ve en los animales el
esfuerzo que algunas especies derrochan para aparearse y sus hembras se suponen
que no razonan, pobres de nosotros que hasta las educamos. Hay mujeres que
llegan al matrimonio y no lo han superado. Maggie es pudorosa y tímida porque
es una niña, si le sumamos la experiencia que vivimos no es para menos.