Tarde Para Volver A Amar?

BEA

Fueron pasando los días y yo había decidido alejarme un poco de el señor Sebastián.  Solo le hablaba para lo justo. – cuestiones de trabajo firmas o reuniones importantes a las que debía asistir.

Era lo mejor, estar cerca del, después de esa noche, mi cuerpo reaccionaba a cada movimiento o gesto que el hacía, era imposible mantener la cordura.

Si había entrado en el umbral de la locura.

Esa tarde me encontraba sola en el piso. Ya que David había salido y el señor Sebastián gracias a dios se encontraba encerrado en su despacho.

Así que me dispuse a   archivar una documentación que ya tenía lista. -  al alzarme para poder agarrar unas carpetas que se encontraban arriba en el estante. Sin querer perdí el equilibrio y me caí lastimándome un poco el pie.

_ dios Bea estas bien ¿? -   volteo y era bruno que llega a donde estoy y me ayuda a levantarme.

Yo le sonrió-  gracias bruno ¡ - le digo con sinceridad.

_no te preocupes, pero estas bien ¿? – vuelve a repetir.

_ claro estoy bien no te preocupes. – le contesto con una sonrisa. – pero cuando afinco el pie derecho, hago una mueca de dolor.

_ ves ¿? – menos mal que te encuentras bien!!! – dice sonriendo y alzando una ceja con ironía.

Yo empiezo a reírme por el tono en que lo dijo y el también empieza a reírse.

Cuando siento una mirada gélida, que hace que todos mis bellos se pongan de punta haciendo que bruno y yo volteemos al mismo tiempo y lo vemos de pie en el marco de la puerta.

_ se pueden saber que hacen ustedes dos en horario laboral ¿? – dicen en voz alta y con molestia.

En ese momento es que escucho a bruno responder, ya que yo era incapaz de articular palabra.

Sus ojos reflejaban ira y eso no era nada bueno, así que cuando vuelvo a mis sentidos.

Escucho que dice.

_ bruno vuelve a tu puesto de trabajo y usted Bea a mi oficina ahora ¡  -  dice cerrando de un portazo.

Yo quedo completamente estática. – cuando escucho a hablar a bruno.

_ Bea creo que será mejor no hacerlo esperar ¡- te veo ahora vale ¿? – para preguntarte como sigues del pie, está bien ¿?. – dice cabizbajo.

_ si gracias bruno – disculpa el inconveniente.

_ no te preocupes siempre para mí es un placer ayudarte-  me guiña el ojo y empieza a caminar en dirección hacia el elevador.

Y yo tomado dos buenas bocanadas de aire, empiezo a andar hacia la oficina de mi jefe que debe estar hecho un completo tigre.

_dios ayúdame - es lo único que digo cuando giro el mango de la puerta y me dispongo a entrar.

SEBASTIÁN.

Parecía león enjaulado caminando de un lado para el otro. – estaba molesto y molesto de verdad. – como se atrevía ese payaso, aunque sea ponerle una mano encima.

Y sobre todo ella.  -  que, es lo que paso esa noche no le importo? – perdió su virginidad conmigo JODER ¡grito cuando escucho la puerta Y volteo a verla que entra y con dificultad queda de pie cerca de la misma.

Pero sinceramente verla así tan calmada y sin una bendita expresión en ese rostro. ¡-   hizo que explotara.

_ se puede saber qué diablos hacia usted con bruno afuera de mi despacho y en horario laboral ¿? – le espeto con furia.

_ seño…. – pero no la dejo continuar hablando me acerco a ella inmediatamente.

_ primero estás conmigo y luego quieres buscar a otro ¿? – que?? no fui lo suficiente para ti ¿? – le hablo despectivamente porque estaba harto de todo esto y de los jueguitos también.

Y sobre todo porque me ardía que estuviera cerca de bruno.

Ella los ojos como platos y se queda helada.

_ pensaste que no sabía?? – pensaste que no me acordaba de esa noche ¿? – resuelto tajante.

Ella sigue estática sin decir nada, pero veo que tiembla así que me acerco más a ella quedando frente a frente

La tomo por la cadera y la pego a mí – sintiendo su respiración acelerada y los temblores de su cuerpo. – y eso me gustaba. – sentirla.

Con mi mano libre le levanto la barbilla y la obligo a verme a los ojos.

_ no ves cómo me tienes, estoy que pierdo la completa cordura por ti. – tu no sientes lo mismo??  - el hablo con voz ronca pegando mi frente a la suya.

Ella no dice nada solo se limita a asentir.

Y no aguante más con la mano que le sostenía la barbilla paso a su nuca. Y la bese.

Un beso lleno de anhelo que ella no rechazo-  y me hizo sentir una corriente por la espina dorsal - al separarnos por falta de aire.  – le hablo -

_Bea no te puedo sacar de mi cabeza y después de esa noche. No duermo estas en mi cabeza día y noche.  Y no sé, si poder aguantarlo más. – le digo con un suspiro. -  dime que tu sientes lo mismo que yo ¡-  por favor.  – le digo.

Ella respirando con dificultad   responde asintiendo y eso fue suficiente eso basto para apretarla más fuerte a mi ¡y besarla nuevamente.

La necesitaba. – la posesión con la que la bese hizo que ella no se retirara. Al contrario, abrió más la boca y respondió con un asolador beso que a ambos nos enloqueció. – y durante varios minutos continuo el ataque.

La tome por los glúteos y la alce, pegándola contra la pared- separo nuestros labios y entre jadeos le digo.

_ necesito poseerte de nuevo Bea.

_ si ¡murmuro ella con las pupilas dilatadas. .-  mientras que mi boca empezó a pasearse por su cuello. –

Cautivado por su sensualidad que emanaba por los cuatro costados. . una de mis manos empezó a deslizarse por la falda que cargaba hoy. –

_ deseo oírte jadear – como lo hiciste esa noche. – le digo terriblemente excitado. - tocando su intimidad  Y ella instintivamente lo hace-

_ perfecto, música para mis oídos. – es lo que contesto con una sonrisa., mientras que mis manos seguían jugando con su exquisito sexo que se encontraba completamente húmedo y listo para mí.

Con un poco de torpeza siento sus manitas intentar quitarme la camisa. – acto que me pone más cachondo su ingenuidad.

Y después me muerde el ovulo de la oreja ¡. – haciéndome jadear.

Excitado por lo que ella intentaba hacer ¡- musite. – abre tu boca y dame tu lengua.

Ella me observa completamente extasiada y hace lo que le digo. –  mientras que, con mi mano libre, libero mi pene que se encontraba firme por ella.

Y mientras poseía su boca exquisitamente. - la tome duro con ambas manos de la cadera y de un empuje entre en ella.

Jadeos placer. éramos solos ella y yo en un lugar entre el cielo y tierra donde nadie nos podía encontrar.

_ dios si más... por favor… - suplicaba ella mientras yo entraba y salía de manera rítmica y placentera. – que delicia de mujer, me tenía completamente loco.

Entraba y salía de ella con movimientos sinuosos y perturbadores.  -  ella enloquecida me pedía que no parara. Y quien era yo para negarme a tal pedido.  Estaba completamente enloquecido por su insinuación. No podía parar.

_ vamos pequeña córrete para mi .. -  le pido con la respiración entre cortada.  Y deseoso por sentirla.

Ella agotada por el esfuerzo, se dejó caer sobre mi hombro   la abrasé con más fuerza sin salir de ella y sonreí. Por ese acto tan tierno.

_dios! pequeña eres fantástica. – le digo mientras le acaricio el cabello y le doy suaves besos.

Y en ese momento cuando la tenía abrazada con nuestras respiraciones todavía tratando de calmarse.  Había tomado la decisión. que quería a Bea conmigo. No me importaba nada más.

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