Mi Castigo

A veces uno no se imagina de donde viene la conducta humana en diferentes situaciones o contextos, mi conducta impulsiva me llevó a ser una criminal, pero quería mejorar, ser alguien mejor para esta sociedad corrompida por seres crueles.

—¿Cuál fue la urgencia de tus llamadas?, ¿Pudiste investigar algo?— Preguntó Enzo a Lozza.

Ambos se sentaron en el sillón para hablar a gustó.

—Si amigo y es algo de no creer—contesto Lozza.

—Cuéntame.

—Te veo algo ansioso, ¿al final te di la dirección correcta?, ¿Encontraste a tu esposa?

—Si amigo, la vi.

—¿Cómo está?. ¿Te dijo algo?

—No me quiere ver, me odia.

—Eso era de esperarse Enzo, te lo dije desde un principio. Siento pena por esa joven, todas las cosas que tuvo que pasar.

—No la defiendas, es la asesina de mi hermano.

—Tuvo sus razones, y ahora lo vas a entender.

—¿De que estas hablando?

—Pude entrar en las redes de Darío y lo que descubrí, no lo vas a creer.

—¿Tan malo es la situación?

—Darío era un violador de chicas jóvenes.

—¿Qué estupidez estás haciendo?

—Y no solo les violaba, sino que las grababa y se los mandaba a sus colegas de la facultad.

Enzo se tomó de la cabeza, cambio su rostro triste a confundido en cuestión de segundos, no podía creer todo lo que le decía su amigo, se tomo un poco de tiempo para pensar y luego contestar.

—¿En esos videos estaba mi esposa?

—No, ella no estaba en los videos.

—No puedo creer todo lo que me estás diciendo amigo.

—Con tus propios ojos puedes verlo todo, aquí te traje la contraseña, es la misma para el correo, para el Facebook y el WhatsApp— le dio un pequeño papel.

—¿Aurora2020?

—Correcto.

—Todos estos años creyendo que tenía un buen hermano, ahora resulta que es un maldito enfermo como Aurora lo decía.

—Amigo, lo siento mucho, pero vos verás que hacer con todo lo que encuentres ahí.

—Enserió que no puedo creer todo lo que dices. ¿Y por que Aurora no me lo dijo desde un principio?

—Por miedo seguramente.

—¿Cómo pudo callarlo por tanto tiempo?

—Para ella tampoco fue fácil seguramente y cuando tuvo oportunidad tomó la justicia por sus manos.

—Sabía que me escondía algo.

—¿Qué harás con ella?

—Desde que la conocí me tiene inquieto, movió mis sentimientos, no sé si estoy enamorado de ella, pero no puedo estar si no está a mi lado.

—Aurora fue una joven víctima, se merece vivir, lo que hizo ella no fue comparado con todo lo que hizo tu hermano. Creo que hay más cosas, dame un tiempo más para averiguar.

—Si claro, esto no puede quedar así.

Lozza se fue de la oficina, Enzo encendió la computadora y entró a las cuentas de su hermano, empezó por el WhatsApp, muchas conversaciones con sus colegas, entró al chat que tenía conmigo, vio que nos tratábamos como una pareja cualquiera con mucho amor y cariño.

Entró a otro chat, empezó a revisar una por una, hasta que le llamó algo la atención. La conversación que tenia con mi amiga, ahí recordó que yo no había cometido un crimen, sino que fueron dos.

Enzo no podía ignorar todo lo que estaba leyendo, las conversaciones trataban de nuevas víctimas, fotos de muchas chicas ofreciéndolas como producto de mercado.

"Cómo tuviste el valor de hacer todas estas cosas horribles Darío", hablo solo.

Ese mismo día se olvidó de todo que tenía que hacer y se tomó el resto del día para revisar todas las redes sociales, cada cosa que encontraba era difícil de creer, el anfitrión de todas esas escenas trágicas, era su hermano. Oír como gritaban esas chicas, le dolía en el alma, ¿por qué nunca hablaste Aurora?, ¿Por qué callaste?, se preguntaba solo.

Se tomó una semana para revisar detalladamente todo lo que había ahí, una semana inquieta con muchas preguntas sin ser respondidas, por el momento lo único que quería era encontrarme.

Los días iban pasando, ya no había flores en la ciudad, solo árboles secos y teñidos de colores dorados. Nunca antes me había importado las estaciones del año, pero ahora me identificaba con ella, mi corazón estaba marchito.

Ya no me preocupaba lo que la sociedad opinará de mi, me subí a mi coche y me fui a un almuerzo de negocios, un accionista muy importante me esperaba, me puse un vestido negro que tanto me gustaba, puse algo de labial en mis labios, use los tacones más ruidosos posibles, era momento de volver a la sociedad como quien era en realidad.

Cuando llegue al sitio acordado, detecte muchas miradas indirectas intentando cruzarse con la mía, no mire al alrededor solo me concentre en mi objetivo, un hombre muy alto, con el cuerpo muy marcado, los ojos claros y la sonrisa perfecta me espera.

—¿Nadie te dijo que sos muy joven para manejar estos negocios?— me dijo el accionista al verme sonreír.

—Tal vez sea joven, pero con mucho intelecto para los negocios. Soy Aurora, mucho—le saludé dándole la mano.

—Mucho gusto Aurora, soy Ethan Navarro—correspondió a mi saludo.

Nos sentamos en la mesa.

—Estuve revisando tu proyecto, y me pareció muy interesante, acepto trabajar en el proyecto, pero tenía algunas dudas con el tema legal, ¿no te molesta si esperamos unos segundos y lo revisamos con mi abogado?

—Claro, no hay problema.

—¿Qué te gustaría pedir mientras tanto?

—Una limonada, esta bien.

Ethan llamo al mozo y ordenó nuestro pedido.

—Escuche hablar de tu padre.

—Si, me lo imaginó, en los negocios grandes todo se sabe, malas decisiones le llevaron a peder muchísimo dinero. Pero no te preocupes, ahora yo estoy a cargo de todo y te aseguro que ambos saldremos beneficiados con esta alianza.

—Si estoy de acuerdo con eso.

Unos segundos después el mozo nos trajo las bebidas, estaba por tomar la limonada, cuando de pronto veo a mi esposo entrar al restaurante. Me paralice al sentir su presencia, odiaba que el destino insistirá en ponerme en su camino.

Quería imaginar que venía a reunirse con alguien más, y no que venía tras de mí.