Melissa Foster es una joven dulce, tierna, sincera e independiente, pero con un pasado triste... Cuando regresa a su hogar tras terminar la universidad, vivirá grandes emociones...
Athos Miller, un empresario exitoso en el sector de la tecnología, es frío, serio y discreto, con un pasado lleno de traumas...
Dos vidas, una MIRADA... ven a descubrir lo que sucederá después de una MIRADA...
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Capítulo 23
ATHOS
Llegamos a Georgia a las 12:00, bajamos del jet y el Sr. Augusto habla.
Augusto- vamos a mi hotel, dejamos nuestro equipaje y almorzamos allí mismo para ganar tiempo, Joana tiene una cita con ella a las 14:00 en el orphanato.
Athos- ok.
Tomamos un taxi y fuimos directo al hotel del Sr. Augusto, el hotel es muy bonito, moderno y elegante, él ya había hecho todas las reservas, así que llegamos y nos dirigimos directamente a nuestras habitaciones. Tomo una ducha rápida y bajo al restaurante.
AURORA
Subo a mi habitación, decido tomar una ducha rápida, me visto, no me pongo maquillaje, solo un lápiz labial, ato mi cabello en una coleta, tomo mi bolso y cuando estoy saliendo, oigo que alguien golpea la puerta.
Abro la puerta y me encuentro con Dylan. Hoy apenas me miró, solo habló lo básico y yo hice lo mismo.
Dylan- hola Aurora, ¿puedo hablar contigo?
Aurora- Después hablamos, Dylan, ya deben estar esperándonos.
Dylan- está bien, pero cuando regresemos haremos la conversación.
Asiento con la cabeza y bajamos al restaurante en silencio.
Llegamos, el Sr. Augusto y Athos ya estaban allí, terminamos de almorzar y ya eran las 13:30. Nos dirigimos al orphanato en uno de los coches del hotel.
AUGUSTO
Estoy muy preocupado por Melissa, no puedo aceptar haber descuidado tanto a mi hija, a pesar de que sea adoptada, siento por ella el mismo amor que tengo por Dylan. Esta noche tendremos una larga conversación y sea lo que sea que ella haya venido a hacer aquí, estaré con ella. Llegamos al orphanato ya era más de las 14:00. En cuanto llego, veo a una de las empleadas de limpieza.
Augusto- Buenas tardes, ¿está la Sra. Joana?
Funcionaria- Buenas tardes, Sr., sí está, pero está atendiendo a una persona.
Augusto- vamos a esperar aquí, ¿verdad?
Funcionaria- correcto, Sr. siéntase en casa.
Nos sentamos en un sofá y esperamos, pero le mando un mensaje a Joana avisándole que estoy aquí y que esperaré. Ella responde con un ok. Creo que Mel tendrá una gran sorpresa, jaja.
MELISSA
Llego al orphanato antes de las 14:00. Cuando pongo mis pies en ese lugar, lamentablemente no tengo buenos recuerdos de aquí, solo de algunas personas que me trataron bien. El lugar no ha cambiado mucho, está prácticamente igual. Me presento a una empleada y le pregunto si la señora Joana está. Ella dice que sí y me pide que la siga hasta su oficina. Golpea la puerta y Joana le dice que entre. La funcionaria dice mi nombre, y entonces oigo que me manda entrar. Cuando entro, se levanta con una sonrisa, viene hacia mí y me abraza. Yo devuelvo el abrazo y digo.
Mel- muchas gracias por el cuidado que siempre tuvo conmigo mientras estuve aquí.
Joana- no tienes nada que agradecer, me hubiera gustado haber hecho mucho más por ti en ese entonces...pero gracias a Dios todo salió bien. Y mira, ¡qué hermosa te has vuelto!
Mel- gracias. Señora Joana, no quiero ocupar mucho de su tiempo, pero realmente necesito saber la dirección de donde vivía con mi madre. Creo que en mi registro debe haber esa información.
Joana- sí, Mel, un momento por favor.
Ella navega en la computadora y pregunta mi nombre completo, veo que su celular suena, ella mira, escribe algo y regresa su atención a la computadora. Toma un pedazo de papel, escribe algo y dice.
Joana- Aquí está, querida, por favor ten cuidado si decides ir.
Mel- No se preocupe, lo tendré. Bueno, ya me voy. Muchas gracias por atenderme un domingo, me ayudó mucho.
Joana- Si necesitas algo, puedes llamarme, ¿ok?
Ella me abraza nuevamente y me acompaña hasta la puerta. Cuando abro la puerta y salgo a una pequeña recepción, me llevo un susto al ver a cuatro personas que conozco muy bien. ¿Pero qué hacen ellos aquí?
ATHOS
Estamos en la recepción esperando. Ya han pasado unos 20 minutos cuando veo que la puerta se abre y Mel, al vernos, se lleva el mayor susto... me dan ganas de reír por la cara que puso.
Mel- ¿Qué están haciendo aquí?
El Sr. Augusto se levanta, se acerca a ella y la abraza, diciendo...
Augusto- nos preocupamos por ti, hija, y decidimos venir a verte.
Noté que no le gustó vernos aquí, pero le guste o no, estaremos con ella.
Mel- pai, disculpa, pero lo que vine a hacer aquí, lo haré sola. Sé de los peligros y sé defenderme. Necesito enfrentar esto sola, por eso no pedí ayuda. Ahora, con permiso, todavía no he descansado y necesito descansar mucho.
Augusto- Hija, necesitamos hablar.
Mel- Por favor, papá.
Ella salió, tomó un taxi y se fue. Espera, se fue. Me quedé tan shockeado con su reacción que no logré hacer nada, y por la cara de los demás, estaban tan sorprendidos como yo.
Aurora- Gente, nunca vi a Mel hablar así. Creo que se enojó mucho porque fuimos a buscarla. Y cuando dijo que sabe defenderse, no se equivoca; ella estaba tomando clases de jiu-jitsu, boxeo y defensa personal, y también clases de tiro. Tiene el permiso para usar armas en cualquier lugar de Estados Unidos.
Yo/Augusto/Dylan- ¿Qué?
Augusto- Dios mío, no conozco a mi hija. Aurora, ¿me estás diciendo que mi hija anda armada?
Aurora- No anda armada, pero probablemente ahora lo esté.
No paro de sorprenderme con esta chica y más me enamoro de ella, pero ahora está como una fiera.
Athos- Creo que es mejor que volvamos al hotel y más tarde intentemos hablar con ella. No hay nada que podamos hacer ahora.
El Sr. Augusto habló con Doña Joana, nos despedimos y subimos al carro.
Dylan- Pero yo la vi muy linda enojada, nunca la había visto así. Siempre tan dulce y cariñosa. Me quedé hasta asustado, aunque con eso de que sabe disparar es para que estemos asustados, jaja.
Aurora- Jajaja, es muy buena, es una francotiradora.
Athos- ¿En serio?
Aurora- Lleva tres años practicando lucha y tiro.
Augusto- Pero, ¿por qué decidió practicar esas cosas?
Aurora- Eh... Bueno, sobre eso, es mejor que ella misma lo cuente, Sr. Augusto.
Augusto- De acuerdo, hija.
¿Qué habrá pasado? Dios mío, ¿será que alguien la estaba persiguiendo y decidió hacer esto para defenderse?
Pronto llegamos al hotel. Subo a la habitación, necesito descansar.
MELISSA
Salgo del orfanato con mucha rabia. ¿Acaso no entienden que quiero estar aquí sola? Es mi pasado, es algo que me pertenece únicamente a mí y tengo el derecho de vivir este momento a solas. Después, sí, puedo compartirlo, sé de los peligros que me rodean y por eso esperé hasta ahora para estar aquí. Sé que están preocupados por mí, pero no pueden querer invadir mi espacio así.
Llego al hotel donde estoy, subo a la habitación, me doy una ducha y rápido me duermo. Despierto y son las 18:00. Miro mi celular y está lleno de mensajes, mando un mensaje a todos.
mensaje de Mel para todos.
📩 Buenas noches, estaré esperándolos a las 20:00 horas en el restaurante del Sr. Augusto.
Voy al baño y tomo un baño relajante en la bañera. Me pongo un vestido ciganinha básico, unos tacones, un maquillaje ligero y dejo mi cabello suelto, y ya estoy lista.
fotos tomadas de Internet
Pido un taxi y voy al hotel de mi padre. Cuando llego, voy directo al restaurante y ellos aún no han llegado. Me siento en una mesa y pronto se acerca un camarero. Pido un agua y me quedo esperando.
ATHOS
Despierto, son casi las 18:00. Mando otro mensaje a Mel y, pucha, estoy molesto, ¿será que no se da cuenta de que estamos preocupados por ella?
Unos minutos después, veo que mi celular vibra, es un mensaje de Mel, marcando el encuentro en el restaurante del hotel. Menos mal, después no se me escapa. Voy a darme un baño, me arreglo y ya son casi las 20:00, voy a bajar pronto. Bajo y ahí está ella, toda linda... Voy en su dirección, ella percibe mi aproximación y nuestros ojos se encuentran. Me acerco rápido, ella se levanta y yo la envolví en un abrazo apretado porque la extrañaba muchísimo. Huelo su cuello, me alejo un poco, toco su rostro, me acerco y la beso. No me importa si alguien ve, amo a esta chica.
Athos- Tenía tantas ganas de verte, ángel. No hagas más esto conmigo, me preocupé mucho por ti.
Mel- También te extrañaba, rubio. Entiendo la preocupación de ustedes, pero no debieron venir a buscarme.
Ella se sienta y me siento a su lado. Enseguida veo al Sr. Augusto, Aurora y Dylan.
CONTINÚA...