Viviana Smith, ha estado enamorada de Tomás Jhonson desde su primer año en la universidad, fue para ella amor a primera vista, lastimosamente el solo tiene ojos para su novia Kendall, vivían se ha resignado, está segura que nunca va a tener una oportunidad con él, pero debido a una trampa puesta por Jeimy su mejor amiga y hermana de Tomás, ellos terminan casados, durante varios meses Vivían sufre por los desplantes y desprecios de Tomás, pero un día, después de un fatal accidente, ella decide olvidarse de él marcharse lejos, pero jura vengarse de las personas que le hicieron daño y acabaron con lo más preciado para ella.
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Capítulo 20
La decisión de Vivian.
Vivian
Cuando llegó a la casa soy recibida por Carmen, que no puede evitar ocultar su ansiedad por saber cómo me fue.
— ¿ Cómo le fue todo bien con el bebé? — pregunta, le sonrió y asiento.— Sí, mira. — digo mostrando la ecografia, — Está es su cabeza y está sus manos, y este su torso, aún le falta el resto, pero ya está bastante formado, la doctora dice que todo está muy bien. — Informo, ella sonríe enternecida.
— Me mando unos exámenes de rutina y unas vitaminas, pase a la farmacia de camino aquí y las compré. — digo ella asiente. — Voy a cambiarme está ropa, quiero estar mas cómoda. — digo mientras Comienzo a subir las escaleras.
— Bueno, el almuerzo está listo, ¿Se lo llevo a la habitación y va a comer en el comedor? — pregunta.
— En el comedor. — ella asiente.
— Señorita. — me llama y me detengo.
— El señor está aquí. — informa, asiento y vuelvo la mirada al frente.
Me meto a la habitación y me desnudo, decido colocarme un vestido, ligero y fresco, está haciendo un poco de calor, Pero bueno no es de sorprenderse, esta ciudad siempre ha sido así.
Voy al baño retiro el maquillaje, y lavo mi rostro, luego salgo de este y posteriormente de la habitación, justo en ese momento, Tomás también sale de la suya, pasa por mi lado sin decir nada, suspiro y sigo tras de él, por un minuto, por mi cabeza cruza la idea de decirle como me fue en la cita con la ginecoobstetra, pero decido no hacerlo, después de todo, seguramente no le interesa, en estos días ha venido a casa tres o cuatro veces a y jamás ha preguntado cómo me siento o como va mi embarazo.
Baja las escaleras y va hacia la cocina, yo me dirijo al comedor donde Carmen se encuentra terminando de alistar la mesa, le sonrió y tomo asiento. ella va a servirme pero la detengo.
— Deja, yo lo hago, creo que eres solicitada en la cocina. — le digo, ella asiente.
— Con permiso. — hago un asentimiento y me pongo comida en mi plato.
Comienzo a comer y justo en ese momento Tomás entra al lugar y toma asiento.
Oh,oh.
Esto no significa nada bueno.
Aunque si lo ignoro, tal y como él lo hace, no pasará nada.
Continúo comiendo tranquila, ambos ignorando al otro, de pronto su celular suena.
— Hola princesa. — responde y coloca el celular en la mesa.
— Hola, mi amor. — escuchó la voz de Kendall, obviamente ha puesto el altavoz a propósito.
— Amor te estuve llamando hace un rato y no respondiste. — se queja Kendall con voz lastimera.
— Lo siento princesa, seguramente fue cuando me estaba dando una ducha, no me fijé después si tenía llamadas perdidas.
— ¿ Y que estás haciendo ahora?
— Estoy comiendo. — responde él.
— Ya veo, ¿Dime qué esa malvada mujer no está contigo ?
— No, princesa.
Debo decir que me sorprende un poco que le mienta, obviamente se que la estúpida sé refiera a mi con lo de la malvada mujer.
— Ya veo, la verdad no entiendo porque tu abuela tiene que obligarte a ir a esa casa, ¿Qué le pasa a tu familia? Ellos saben que no eres feliz con esa mujer. — ella ahora se escucha sollozar y tengo que contener las ganas de rodar los ojos.
— Ya hemos hablado de esto, princesa, mi familia está equivocada y segada por la imagen de mujer buena que tiene ella, pero ya se darán cuenta de todo. — muerdo mi labio, tratando de aguantar las ganas que tengo de gritarle a eso, dos, pero de verdad quiero evitar problemas. Y tal vez es tonto que siga aquí sentado escuchándolos hablar mal de mi, pero, que se jodan, yo llegue primero, además, es él, quién tendría que irse a hablar otro lado.
— Sí, esa, arpía los tiene engañados , todos. — concuerda Kendall.
¿No será al revés?
— ¡Ay amor no veo la hora en que puedas divorciarte de esa víbora y que tú y yo podamos casarnos y formar una familia.
— Yo también anhelo eso princesa.
— Pero Tomás ¿ Y el bebé que ella está esperando?
Cuando ella pregunta eso, siento que el me mira, lo ignoro,, de hecho, me he mostrado muy entretenida en mi comida fingiendo un nulo interés por su conversación, aunque me esté causando irá y dolor.
— No pasa nada princesa, cuando el bebé nazca le daré mi apellido y listo.
— Yo quería ser la madre de tus hijos ,amor, solo yo. — ruedo los ojos, ya bastante fastidiada voy a levantarme de la silla, pero él me toma la delantera, se levanta de su silla, toma el celular y sale del lugar.
— No te preocupes, por eso, todo va a estar bien. — escucho que le susurra, frunzo el ceño y lo miro, cruzar el umbral de la puerta, suspiro y miro mi plato, la conversación antes escuchado me ha quitado el apetito, pero aún así decido terminar lo que me queda de comida, después de todo, tengo que alimentarme bien, este bebé lo necesita.
Pueda que a Tomás no le interese, pero a mí sí.
Después de varios minutos él vuelve a la mesa y sigue comiendo como si nada.
— ¿Sabes? Tengo una pregunta me la he estado haciendo desde que toda esta locura y esta farsa comenzó. — dice y lo miro. — ¿Qué tan desesperada puedes estar para hacer todo esto? — Pregunta, decido ignorar su pregunta y mirar otra vez mi plato. — Respóndeme quiero saberlo, ¿Acaso estás tan falta de amor?
Sus palabras llegan a mi corazón como una puñalada, pero decido no darle el gusto de lastimarme.
— Odio oírla y verla llorar por culpa de esta situación.
¡Ay ya entiendo! Su amorcito
lo manipuló con sus lágrimas de cocodrilo, y ahora está descargando su rabia contra mí, pero yo no pienso seguir aguantando esto, no tengo por qué hacerlo, ya estoy harta de su insultos. Hay momentos que me preguntó, ¿Cómo pude enamorarme de un imbécil como este?
Está bien, esta situación es una mierda, pero no tiene por qué tratarme así, ¿Acaso no ve que ambos fuimos engañados? ¿No se da cuenta que ambos somos miserables en esta relación.
Suspiro, el otro día leí en un artículo, decía que el estado de ánimo de la madre afectaba mucho al bebé, yo quiero lo mejor para mi hijo, no puedo esperar a que esté bebé nasca para divorciarme de Tomás, al final quien sabe si podré hacerlo, para entonces, es muy seguro que la señora Caroll inventé algo para impedirlo. Definitivamente, lo mejor que puedo hacer, por mi y este bebé es... Miro a Tomás y me levanto de la silla.
— No te preocupes, pronto tu amada dejara de llorar para solo sonreir y ustedes pondrán cumplir el sueño de estar juntos. — Digo y camino hacia la puerta. — Espero que un día, puedas ver con claridad el verdadero rostro de las personas que te rodean. — Término y salgo del lugar.
llegó a mi habitación y tomo mi teléfono, realizó una llamada y la persona responde al poco tiempo.
— Señor Salvatierra, perdone que lo moleste, pero, lo llamo para decirle que acepto su propuesta. — término.
— Muy bien señorita Smith, desde hoy me pondré en marcha para arreglar todo lo necesario.
— Muy bien... — guardo silencio por varios segundos sin saber que más decir.
— ¿Algo más señorita?
— No, solo quiero darle las gracias.
— Ya le he dicho señorita, no hay nada que agradecer, nos vemos el lunes en la oficina.
— Sí, hasta entonces.
Cuelgo la llamada y tiro el celular en la cama.
Es lo mejor.