LA VIUDA. LA VENGANZA LLEVA MI NOMBRE.

Salvatore subió con Fiorella en brazos mientras sus hombres le daban la espalda, ella solo saludaba a Aarón mientras Salvatore le gritaba a su amigo que se largara.

La puerta de la habitación se abre y él la lleva a la cama.

—Fiore por favor… Puedes dejar de llamarme nieto… _ Ella niega.

—Dime quién era mi esposo… _ Pregunta ella.

—Ya basta, no entiendes … Por qué demonios no escapaste conmigo, ahora fueras mi esposa. —dice apretando sus dientes.

—Aprende a controlar tu ira querida, además si hubiera hecho eso fuera un idiota sin venganza —Hablo ella.

—Eso es falso, he estado atacando los negocios de tu padre bajo las sombras, éramos enemigos e hicimos una tregua, fue idea de la organización y yo tomé la oportunidad. —Dice.

—Claro, que lo mataría, pero quería verlo destruido primero para que me dijera que había hecho contigo…

—Ya no hagas nada, yo misma lo haré… pero haré las cosas a mi manera, destruiré sus empresas y negocios literalmente. —Dijo ella.

—Me tienes a mí y yo estoy para ver por ti, así no te guste, a mí salvó un ángel y no esté iceberg frente a mí. —Dijo él.

—Salvatore, puedes salir. —Grito desde afuera Aarón

—Que quieres Aarón, dije que te fueras… —Dijo él

—La encontré. —Dijo y Salvatore de inmediato salió y para hablar su amigo.

Fiorella aprovechó para bañarse y colocarse una camiseta de su prometido, una vez cambiada se acostó en la cama, ella quería descansar de todo y luego su prometido entró.

—Problemas… —Pregunto ella.

—No, te acuerdas de que me comentaste algo, pues encontré a tu amiga, pero no son buenas noticias. —Dice él y ella se levanta de inmediato.

—Que ocurre… Dónde está la gata…

—Ella está en muy mal estado, hay un problema grande. —Dice él.

—Dime dónde está…

—La tiene la mafia irlandesa, ella… No era quien decía ser… —Dijo él.

—Donde está Salvatore, cuéntame de ella. —Dijo ella.

—Fiorella, la gata no fue vendida por su abuela, ella es o era de lay una organización o algo así fue enviada a una misión en cubierta para investigar el tártaro, pero… —Siguió Salvatore

—Fue traicionada, alguien llamada Antonella la vendió y le dañó la memoria, le metió eso en la cabeza y ella no recuerda quién fue, pero Aarón investigó. —Siguió

—Hay que ir por ella, debo ir, ella… Es mi hermana de corazón. —Él negó.

—Aún no se puede, pero lo haremos, lo prometo, está bajo tierra, hace peleas como en el Tártaro, pero la tratan como a un animal, por los momentos solo está encerrada.—Siguió él

—Tiene familia… —Pregunto ella.

—Sí, su familia es muy poderosa, pertenecen a una organización de la ley, pero la mataron frente a ellos solo que la bala solo daño su cerebro y se llevaron el cuerpo como burla, para ellos murió _ Ella no podía soportar lo que escuchaba.

—Llamarlos nos metería en problemas, ellos son la ley y nosotros no, pero vamos por ella, habrá un evento en dos meses y muchos de la organización estamos invitados. —Explica Salvatore.

—Abra mucha vigilancia, pero haremos un trabajo limpio, vamos a rescatarla, lo prometo. —Fiorella estaba preocupada, pero no le importaba, ella iba a ir por su amiga.

—Aarón va a ayudar… —Preguntó ella.

—Si solo la vio en una foto y borrosa y dice que es de él, quiere ir ahora, pero es imposible, solo haría que la mataran.

—Que se aleje de mi amiga… —Salvatore sonríe.

—Haré cualquier cosa para verte feliz Fiore cualquier cosa. —Ella asintió.

—Salgamos esta noche, vayamos a una cena, algo especial… — ella sonrió.

—Qué lindo saldré con mi ni… —Dijo y él la besó

—Con mi sexy Prometido —Termino ella.

La mujer besó a Salvatore, su relación era algo loca, pero era única, ella sentía algo por él, pero no sabía que era, él estaba seguro de que la quería con él, ambos no mencionaban sentimientos, pero se deseaban como locos.

En un hermoso vestido negro y corto bajo la chica hasta el jardín allí tendrían una cena romántica, Fiorella llegó al jardín y observo la escena una mesa, velas en frascos de vidrio, otras velas más pequeñas color rojo en frascos pequeños, dos charolas de plata tapadas y un mural de girasoles, de dónde los sacó se pregunta ella, rodeaban el entorno y a ella le encantaban los amaba.

El hombre esperaba por ella

parado en un traje negro a un lado, se veía guapo y a ella le encantaba.

—Todo está hermoso, a mi vieja yo, le hubiese encantado —Mintió.

—Te derritió el detalle y lo sabes—Sonrió engreído.

—Lo arrogante no se te quita. —Lo acusa.

Él le abre la silla para que se siente y le sirve vino, la velada comienza y por primera vez en años hay un pequeño brillo en sus ojos

—¿Girasoles? —Preguntó ella.

—Sé que te gustan se los llevaste al abuelo en su entierro. —Ella sonrió.

—Eres observador.

—Me encanta verte así emocionada. —Sonríe el de manera seductora.

—Quien dice que lo estoy. —se defiende.

—El pequeño brillo en tus ojos te delata. —Dice muy confiado.

—Nah… Eso son parásitos. —Dice y él se ríe sin evitarlo, esta mujer es increíble.