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Fuego En La Tormenta

Fuego En La Tormenta

Status: En proceso
Genre:Mafia / Traiciones y engaños / Secretos de la alta sociedad / Romance oscuro
Popularitas:7.9k
Nilai: 5
nombre de autor: America Blancas

El destino de los Ling vuelve a ponerse a prueba.

Mientras Lina y Luzbel aprenden a sostener su amor en la vida de casados, surge una nueva historia que arde con intensidad: la de Daniela Ling y Alexander Meg.

Lo que comenzó como una amistad se transforma en un amor prohibido, lleno de pasión y decisiones difíciles. Pero en medio de ese fuego, una traición inesperada amenaza con convertirlo todo en cenizas.

Entre muertes, secretos y la llegada de nuevos personajes, Daniela deberá enfrentar el dolor más profundo y descubrir si el amor puede sobrevivir incluso a la tormenta más feroz.

Fuego en la Tormenta es una novela de acción, romance y segundas oportunidades, donde cada página te llevará al límite de la emoción.

NovelToon tiene autorización de America Blancas para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Sombras en la arena

Capítulo 17: Sombras en la arena

(Desde la perspectiva de Daniela Ling)

El sol se colaba por las cortinas blancas como dedos de fuego acariciando mi rostro.

Abrí los ojos lentamente, todavía enredada en las sábanas frescas de la habitación de la cabaña, y solté un suspiro que me supo a contradicción.

El aire marino entraba por la ventana, trayendo consigo el olor a sal, a coco, a esa libertad que tanto me gustaba… pero dentro de mi cabeza había un torbellino que no tenía nada de fresco ni de calmado.

La imagen de Alexander, tan cerca de mis labios, seguía flotando como una sombra incandescente en mi memoria.

Su respiración quemando mi piel, sus ojos devorándome, mis dedos temblando por la tentación… y entonces, el balde de agua fría: Lina, gritando por la ventana como si se hubiera aliado con el destino mismo para arruinarlo todo.

Me cubrí el rostro con la almohada, gruñendo.

—Genial —murmuré con sarcasmo, mi voz amortiguada contra la tela.

Todo había sido tan intenso.

Tan jodidamente intenso. Había sentido que el mundo se reducía a ese momento, a ese casi-beso que me dejó el corazón acelerado y las rodillas flojas.

Y claro, yo, fiel a mi naturaleza, me defendí con lo que siempre me quedaba: mi lengua afilada y mi orgullo intacto.

“Le pediré a Luis que venga mañana…”

Había dicho esas palabras con veneno disfrazado de dulzura, con despecho impulsivo, sin medir las consecuencias. Y ahora… bueno, ahora tenía que apechugar con mi propio veneno.

Porque Alexander no se merecía ese golpe bajo… ¿o sí?

Unos golpecitos suaves en la puerta interrumpieron mi tortura mental. No esperaron mi respuesta antes de abrirla.

—Buenos días, dormilona —canturreó Lina, entrando con su cabello recogido en una trenza suelta y esa sonrisa traviesa que conocía demasiado bien.

Me destapé el rostro lentamente, alzando una ceja.

—Buenos días, señora “mata-momentos-románticos” —le solté con sarcasmo.

Ella soltó una risita culpable mientras se dejaba caer a mi lado en la cama, acomodando una pierna encima de la mía como solía hacerlo cuando nos desvelábamos estudiando en la universidad.

Había algo reconfortante en esa cercanía… pero al mismo tiempo me hervía la sangre al recordar la interrupción.

—Ok, ok, lo siento por eso —dijo levantando las manos en señal de paz—. Pero te juro que tenía mis razones.

Me giré hacia ella con un gesto incrédulo.

—¿Ah, sí? ¿Qué Luzbel estaba siendo poseído por un demonio mafioso y quería devorar a Belian?

Lina soltó una carcajada tan fuerte que hasta el cabecero de la cama crujió.

—No, tonta —respondió secándose una lagrimita de risa—. Aunque admito que su cara daba para un exorcismo. La verdad es que estaba hecho un drama cuando le pregunté qué tramaba con Alexander. Y bueno… por eso los interrumpí.

Mis ojos se entrecerraron.

—¿Por qué?

Ella mordió su labio inferior antes de soltarlo.

—Porque Luzbel me contó… que fue él quien le dijo a Alexander que te pusiera celosa.

El silencio cayó como una piedra entre nosotras.

Parpadeé una, dos veces.

Y luego, contra toda lógica, exploté en una risa que resonó por toda la habitación.

—¿Estás hablando en serio?

—Te lo juro por Belian —aseguró con solemnidad fingida—. Me dijo que Alexander no sabía qué hacer contigo, y Luzbel le dio el “brillante” consejo de hacerte rabiar con Rita. Y Alexander… ya lo ves, le hizo caso.

Rodé los ojos, aunque por dentro algo se removió con fuerza.

Alexander, el hombre frío, calculador, ese mafioso con cicatrices en el alma…

¿buscando consejos amorosos de Luzbel Shao?

¿El mismo Luzbel que alguna vez fue capaz de incendiar medio mundo por capricho?

¿Qué clase de universo paralelo era ese?

—No lo puedo creer —murmuré, aunque la sonrisa traicionera en mis labios me delataba.

—Claro que puedes, y lo sabes —replicó Lina divertida—. Son capaces de cualquier locura con tal de conseguir lo que quieren.

La chispa de desafío se encendió en mí.

—Entonces está bien. Si Alexander quiere jugar a los celos… yo también puedo jugar.

Lina me miró con ojos brillantes, como niña esperando escuchar una travesura.

—¿Qué vas a hacer?

Tomé el celular con determinación.

—Lo obvio.

Abrí el chat con Luis y escribí:

**Mensaje de Daniela para Luis:**“Si aún quieres venir, ¿te interesaría pasar un día en la playa?”

No pasaron ni cinco minutos cuando el teléfono vibró.

Mensaje de Luis para Daniela: “Ya estoy cerca. Llego en media hora.”

Me quedé mirando la pantalla con las cejas arqueadas.

—Eso fue… ¿coincidencia? —murmuró Lina por encima de mi hombro.

—No lo sé… —fruncí el ceño—. Pero me acaba de dar escalofríos.

Treinta minutos después, ahí estaba Luis.

Impecable como siempre: perfectamente peinado, camisa desabrochada justo lo suficiente para parecer relajado, esa sonrisa blanca de comercial y la voz sedosa que parecía diseñada para convencer a cualquiera.

Se acercó a mí con la confianza de alguien que nunca duda.

—Dani —dijo sonriendo—, qué gusto verte de nuevo.

Le devolví la sonrisa, aunque algo en mi estómago me decía que esto ya no era un simple juego.

Era algo más.

Algo que no lograba descifrar todavía.

—¿Cómo supiste llegar? —pregunté con aparente ligereza.

—Ah, bueno, conozco la zona. Una amiga me pasó la ubicación.

Mis labios se apretaron en una línea tensa.

—¿Qué amiga?

—Una… Rita, creo que se llama. Me la encontré en la entrada, súper buena onda. Ya platicamos un rato.

Mis alarmas internas se dispararon como fuegos artificiales.

—¿Platicaron? —quise sonar desinteresada, pero por dentro mis sentidos estaban en alerta roja.

—Sí. Bastante. Tiene ideas muy interesantes sobre psicología… y otras cosas.

¿Otras cosas?

Por un segundo, imaginé empujarle una concha de mar por la garganta para callarlo.

Pero respiré hondo y forcé una sonrisa.

Me excusé con un pretexto barato para ir al baño y fui directo con Lina, que me miró con cara de “¿Y ese qué carajos?”.

—Necesito un favor —le dije en voz baja.

—¿Qué clase de favor?

—Que le digas a Luzbel que investigue a Luis y a Rita. Algo no me cuadra. Siento que se traen algo entre manos.

Lina arqueó una ceja.

—¿Qué? ¿No que ibas a poner celoso a Alexander?

—¡Sí, pero esto ya no es un juego! —le susurré con urgencia—. Luis llegó demasiado rápido, demasiado confiado. Y que esté en confianza con Rita… es raro, Lina. Demasiado raro.

La sonrisa juguetona de mi hermana se desvaneció, reemplazada por un gesto serio.

—Ok, yo se lo digo. Pero Dani… ten cuidado.

Asentí, mordiéndome el labio.

Porque si algo había aprendido en toda esta tormenta… era que mi instinto nunca fallaba.

Y esta vez… me estaba gritando con fuerza.

Luis y Rita no eran coincidencia.

No en mi vida.

No ahora.

Y yo iba a descubrir qué demonios tramaban.

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Stella Romero
linda muy misteriosa
Stella Romero
esta novela es maravillosa tiene todo hasta el menú de comernos las uñas de hacer un río de lagrimas😭😭😭
Stella Romero
ayyy que miedo verraco miedo senti g/Sob//Sob//Sob//Sob//Sob//Sob//Sob/
Stella Romero
no no muera porque aca terminó de leer
Stella Romero
vaya que aburrida pensar en lo que le dijo amara y no estar pendiente de la misión....
Stella Romero
el cómplice de Emiliano será el padre de Alexander?
Stella Romero
porque no decirle la verdad que vio a Emiliano
Stella Romero
curvas del destino es linda ahora voy por la segunda temporada fuego en la tormenta
America Blancas: Espero que te guste hermosa❤️
total 1 replies
Romy Sinner
espectacular
Romy Sinner
súper atrapante la novela! te felicito y espero ansiosamente más capitulos
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