EL DESPERTAR DE LA HEREDERA

"Hay algo en tu mirada que se siente como un hogar, mi hogar". 

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La noche había caído sobre el pueblo, y con ella el silencio. Caminaba sola por una de las calles menos transitadas, con los auriculares puestos y la mente perdida entre pensamientos confusos. No dejaba de recordar los ojos de aquel chico arrogante… y la sonrisa peligrosa de su acompañante. Algo en ellos la descolocaba, como si hubieran puesto su mundo patas arriba.

De pronto, el aire cambió.

Un escalofrío le recorrió la nuca. Sintió —sin saber cómo— que no estaba sola.

Se detuvo. Quitó los auriculares. El silencio era absoluto. Demasiado absoluto.

Y entonces ocurrió. Una figura surgió de las sombras y se abalanzó sobre ella con una velocidad inhumana.

* ¡Cuidado! —gritó una voz femenina, antes de que otra figura se interpusiera.

El ataque fue brutal. El desconocido la arrojó contra el suelo, sus ojos brillando con un tono animal, los colmillos descubiertos. No era humano. No podía serlo.

El miedo la paralizó por un segundo… hasta que algo ardió en su interior. Un calor feroz, como fuego líquido recorriéndole las venas. Sus manos temblaban, sus sentidos se agudizaron de repente: podía oír los latidos de su atacante, podía sentir su olor metálico a sangre y furia.

Instinto.

Puro instinto.

Se incorporó de un salto y, sin entender cómo, esquivó el siguiente golpe con una agilidad imposible. Un gruñido escapó de su garganta, gutural, ajeno… y al mismo tiempo suyo.

no entendía de donde salía la adrenalina en ese momento de peligro, pero agradecía al cielo por ser así en ese instante

La otra figura —la voz que la había advertido— apareció a su lado: una chica de mirada feroz, ojos dorados y colmillos a medio transformar. Una loba.

—¿Qué demonios haces? —espetó la recién llegada, empujándola hacia atrás—. ¡Si no sabes pelear, quédate quieta!

La furia ardió en su pecho.

—¿Y dejar que me maten? Ni lo sueñes.

El atacante volvió a lanzarse, pero esta vez fue distinto: ella lo recibió con una fuerza inesperada, clavando sus uñas en su piel. El grito desgarrador del enemigo retumbó en la calle vacía.

La chica loba la miró con incredulidad.

—Eso no es posible… —murmuró, casi para sí misma.

La pelea terminó en cuestión de segundos, el atacante huyendo herido hacia la oscuridad. El silencio regresó, pero ya nada era igual.

La desconocida la observaba con mezcla de desprecio y asombro.

—No eres una simple humana. Pero tampoco eres de los nuestros… ¿qué demonios eres?

Ella, jadeante, aún con las manos temblando, no tenía respuesta. Solo sabía que algo dentro de ella había despertado. Algo salvaje. Algo suyo.

Y aunque aquella chica parecía verla como una rival, en lo más profundo entendió que el destino las había cruzado por una razón.

* No lo sé.. simplemente sucedió sin pensarlo, además ¿que era eso? mirándola con miedo y una curiosidad que la asombraba

Sus poderes empiezan a manifestarse en plena acción.

Los enemigos ya no son solo una amenaza invisible: ahora la atacan directamente.

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Hola mis querid@s lector@s 🤗

bendiciones para tod@s ustedes y sus familias 👪 🙏 🙌

Miry Ortiz