La Esposa Del Duque

Eloíse

Hoy es 19 de enero, cumplo 17 años y es un día como cualquiera, nadie me ha felicitado, cierro los ojos he imagino a mi madre trayéndome un delicioso pastel de chocolate, cuanto desearía que viviera.

Camino por el jardín y siento la presencia de alguien, volteo y es... Karelin.

— Buenos días, por tu cumpleaños te tengo un regalo.

La veo y quien diría que es una bruja.

— ¿A caso no quieres saber de qué se trata?

— No.

— Pues te lo diré, felicidades.... Te casaras en una semana y empezarás a empacar tus cosas.

— ¿Qué? Me quedo sorprendida por lo que acaba de decir, claro que no deseo seguir viviendo con ella, pero no quiero casarme con un hombre al que nunca he visto, yo deseo un príncipe azul, como los libros que me leía mamá.

— ¡Cómo lo oyes! Feliz cumpleaños.

— No, eso no, no lo conozco.

— Debiste hacer tu debut, pero por insolente y terca no lo realizaste.

— Fue por qué me golpeaste

— Por insolente, Así que fue tu culpa no haber hecho el Debut.

— Pero... El cortejo y...

— No habrá nada de eso por insolente, así que quieras o no, te casaras.

— ¿Quienes es? ¿cuantos años tiene? ¿como se llama?

— Solo agradece que no es un pesquero.

— Oh un sirviente, respondo con sarcasmo.

— Eres una tonta, me lanza un bofetón.

— Sé que la verdad duele Karelin, así que vamos golpéame y esta vez no me quedaré callada.

Su pecho sube y baja rápidamente

— está próximo a cumplir 30 y...

— Es un viejo.

— Es un Duque, tu padre lo decidió, si quieres seguir desobedeciendo pues... escríbele a él que no quieres casarte y que te mande a un convento, dónde vivirás como una monja y encerrada para siempre, yo te hubiera enviado desde hace mucho tiempo.

Lágrimas salen sin pedir permiso, he escuchado de los conventos, son lugares terribles y una vez entras...no puedes salir.

— ¿Cuándo lo conoceré?

— Cuando te cases, así que mañana firmaras los papeles de que serás la legítima esposa del duque Ciro.

— ¿Recibiré mis clases prematrimoniales?

— ¿Para qué? ¡Ya sabes bastante con tantos libros de príncipes azules! Habla con sarcasmo.

— Pero tus hijas recibieron clases.

— Por qué realizaron su debut y fueron cortejadas por seis meses, en ese tiempo recibieron sus charlas. Pero tú lo haces todo mal, así que ingéniatelas con tantos libros.

— Pero...

— Pero nada, así que comienza a ver que te llevarás a tu nuevo hogar, los días pasan rápido y ya te irás.

— ¿No tendré una boda?

— Cuando regrese el duque.

— ¿Pero como podré irme a vivir con él si no...? No me deja hablar.

— ¡Haces demasiadas preguntas Eloíse, ya estarás casada y punto! ¡Claro que puedes vivir con tu esposo, ya se arreglarán ustedes cuando se conozcan!

— ¿Y si no es como el hombre de los libros?

— Jajaja ahí si no será mi problema, pero será mejor que un convento.

Me da la espalda y se marcha, me cruzo de brazos y veo hacia otro lado, detesto todo eso, como saber ser una duquesa sin... Sin ninguna clase, tendré que ver como me las ingenió.

Los días van pasando, en lo único que me entretengo es realizar costuras, eso si se me dio bastante bien, trato de realizar mis maletas, estoy tan concentrada en mis pensamientos cuando ingresa Karelin.

— ¡Listo, los papeles firmados que eres la nueva duquesa, el duque ya firmó, es tu turno!

Los tomo y comienzo a leerlos, firmando esto...ya seré una mujer casada y sin conocer nada de que debe hacer una esposa.

Los firmó y Karelin los toma rápidamente.

— Listo duquesa, mañana te marchas a tu nuevo hogar.

— Pero... ¿Tan pronto? Faltan unos días.

— Ya eres una mujer casada, así que mañana mismo te vas a tu nuevo hogar.

Le doy la espalda y me abrazo, ¿Qué es lo que haré con un desconocido?, no es como los libros, todo es mentira.