Entre Su Amor Y Mi Amiga.

Poco a poco el tiempo ha seguido pasando, Sofía sigue haciendo pasarelas, campañas y siguen apoyando a la empresa, también sigue siendo controlada al momento de no usar tacón o ropa ajusta, solo usa para sus fotos y listo.

Todos los días va hacia la empresa, luego casa de su familia y regresa con Franco hasta el momento lleva su vida de embarazada, lo más normal que puede aunque franco si ha estado algo intenso.

La pelirroja sigue con sus mareos y antojos cada vez más intensos, pero esta vez si hermoso prometido está muy pendiente para traerle sus caprichos.

Por otro lado, Katy seguía amargada en su casa, llorando y frustrada por no poder caminar, la familia ya no estaba con ella como antes, además ella no quería a nadie cerca, solo Máximo comenzó a llegar a su casa y a quedarse con ella a pesar de los desplantes de la castaña.

Máximo prácticamente la obligaba a ir a las terapias y no le daba la espalda, la hizo entrar en razón y ha cambiado la actitud con sus padres.

El tiempo seguía al igual que sus terapias, fue entonces cuando máximo la convenció de que fuera con un psicólogo para que se desahogara y la pidieran ayudar.

Katy ha estado yendo al psicólogo durante un mes, Máximo la lleva y la espera, luego la lleva a casa, la carga y poco a poco la castaña ha estado sacando de sus pensamientos a Franco, en las terapias le han hecho ver que solo era una obsesión y nada más.

Las terapias también han ayudado a Katy a entender que su obsesión se desató desde la enfermedad de sus familiares, ella veía como Katrina, Esmeralda y hasta su hermano Stefan eran el centro de atención y ella quería algo de eso y erradamente pensó que en Franco la encontraría.

En la mente de Katy, estar con él, era perfecto, era perfecto para llamar la atención y, al darse cuenta de que Sofía gustaba de Franco, se propuso no permitir que otra vez alguien más se llevara la atención de todos. Fue cuando comenzó con sus mentiras y enredos sin darse cuenta de que siempre tuvo a alguien que, si quería estar para ella.

Katy ha estado muy metida en su recuperación y está muy apenada, por eso ahora menos quiere estar con su familia, ahora puede ver lo inmadura que fue y ha evitado saber de aquel mundo que la rodea.

Máximo está allí con ella, siempre le saca una sonrisa, o le suelta un chiste, y la Katy que alguna vez él vio la vuelve a encontrar, más auténtica y más humana.

—Katy que opinas si tienes tus terapias acuáticas conmigo, como él no viene hoy, puedo hacerlo.

—En serio, quiere hacerlo.

—lo he visto muchas veces y él me explicó así que sí, vamos.

—De acuerdo me cambio y te mando a avisar.

Luego de estar ya con su traje de baño gracias a una chica de servicio que la ayudó, llamo a máximo y este la bajo en sus brazos y la metió a la alberca para su hidroterapia, la joven había tenido algo de avance en su recuperación y poco a poco está recuperando la sensibilidad en sus piernas.

—ves que si puedes y no lo hago tan mal —dice Max sonriendo.

—Si creo que deberías dedicarte a esto. —Ella le salpica agua y él la asusta haciendo que tenga que agarrarse de él, ambos se mira fijamente a los ojos y entonces Max susurra.

—Sabes lo hermosa que te ves así.

—No juegues conmigo Max, fue suficiente por hoy.

—siempre es lo mismo contigo porque me evades, sigues pensando en él. —Pregunta con su mirada profunda.

—No, es solo que no estoy para que te burles, mírame soy una lisiada, ah no ya se te doy lástima. —Dice molesta.

—A Veces puedes ser tan incoherente… No te tengo lástima, me gustas Katy y no eres lisiada, pronto caminatas de nuevo.

—Y si no lo hago, que pasa, si no lo hago Max. —Pregunta expectante

—Entonces me tendré que hacer más ejercicio para poder levantarte siempre, no importa que no camines Katy. — le aparta un mechón de la cara.

—No lo sé, soy una mentirosa, engañe a tu primo y a Sofía.

—Te equivocaste sí, y qué, quién no lo ha hecho. — levanta su barbilla.

—Siempre me has gustado y jamás me has mirado y desde el beso en el antro he querido más. Lo siguiente fueron sus labios unidos y ella aferrada a él, Katy por fin se sentía importante y querida, por fin tenía con quién sentirse amada y cuidada que no fueran sus padres.

Por otro lado, otro mes paso y solo faltaba uno para la bonita y esperada boda de Sofía y Franco, a la joven cada vez los mareos y vómitos la atacaban más y más y ella ya no quería ni estar fuera de cama solo un mes más y listo, pensaba la joven y seguía asistiendo a su trabajo.

Lo que Sofía ignoraba era que un par de ojos la acechaban desde hace mucho esperando el momento ideal para poder llevársela y sí, los ojos que la observaban eran de Liam el hombre no atacó antes por un problema en sus turbios negocios, pero ahora solo quería tener a su mujer en su casa, en su país y en su cama.

Liam odiaba a Franco porque sabía que era la pareja de su mujer porque en su cabeza era de él, lo primero que haría era llevársela y luego la enseñaría a quererlo y respetarlo, Liam era un hombre perverso acostumbrado a doblegar a quien sea, lo que ese hombre quería lo obtenía y la pequeña Sofía no sería para nada la excepción.

Sofía estaba mirando vestidos de novia y vio uno que le encantó ella quería una boda bonita con la gente que más quería a su lado, ella no era de extravagancias y solo deseaba ser la señora Ferraro.

Franco estaba muy pendiente de la empresa y de ver a las nuevas modelos, ya que la imagen principal se iría por el embarazo y esto tenía a Sofía algo nerviosa

Sofía conocía como era el mundo del modelaje y aunque ciegamente confiaba en Franco en esas mujeres no lo hacía, en varias oportunidades las vio insinuándosele a Franco, pero él las alejaba y les dejaba las cosas claras, siempre le daba su lugar y sí fue un mujeriego sin remedio, pero ahora era muy. Leal a su prometida.