Dulce Indomable.

Evolet:

Que haces con mi anillo? Me repite Marcello, no puedo evitar sorprenderme y sobre todo no puedo evitar tener una tormenta... no, una tormenta, no, Un ciclón de emociones en estos momentos, mi salvador; al chico que jure encontrar, al chico que tanto busque estaba justo hay delante de mí; sin camisa mostrando su esbelta figura de Dios griego, y no solo eso, si no, que lo había encontrado hacen días atrás y yo no lo sabía, no sé cómo reaccionar al ver que mi gran amor es justo el hombre que desde hace días me hizo su novia sin preguntárselo, el hombre que cada vez que puede me besa, el hombre que hizo suyo mi corazón sin saberlo, el hombre que es dueño de mis delirios nocturnos, aquel que me acaba de pedir ser su novia oficialmente.

Marcello al ver, a Evolet sin moverse, ni hablar con los ojos iluminados puestoss en él, la levanta y la sienta en la isla de la cocina y acariciando su rostro le pregunta que le pasaba pero al no obtener alguna respuesta de Evolet, que aún se encontraba en estado de shock se voltea para llamar a los chicos. Pero fue detenido; Evolet sin mostrar alguna clase de dudas voltea él rostro de Marcello y tomandolo del cuello lo jala para darle el beso que Marcello a estado esperando todo este tiempo; ello lo besa sin remordimiento ni titubeos y el con justo corresponde a sus labios deseoso de más, ella engancha sus piernas en la cintura de Marcello y este la sujeta por la cintura con una mano mientras la otra posada en el rostro de Evolet la acaricia.

Ambos se sumergen en un estado de embriaguez por el deseo de poseer el otro, sus respiraciones, sus cuerpos, sus deseos, los latidos de sus corazones, se vuelven uno, en una sincronía que iba más alla de lo anhelado, de lo esperado, todo a su alrededor se desaparece quedando solo el sonido de sus muy profundas respiraciones. Se ven envueltos en solo un pensamiento, dejarse llevar, sin duda un momento que ninguno planificó pero que fue terriblemente interrumpido por el ruido proveniente de un tercero.

Lamento interrumpir su momento de novela, pero prima las chicas ya empacaron y te esperan abajo en el auto, dice Mateo.

Esta bien bebe, ya bajo diles que me esperen 5 min, responde Evoler.

Bien, y no tardes te lo suplico, dice Mateo entre nervios.

Porque estará nervioso Mateo?, (pensó Evolet).

Aún no me has respondido la pregunta, Que haces con mi anillo, pregunto Marcello nuevamente.

Como sabes que es tuyo?, cualquiera puede tener uno igual, dice Evolet buscando alguna posibilidad de ser así.

Eso jamás, ves esas Marcas que tiene dentro?, pregunta Marcello.

cuáles?... (dice Evolet mientras revisa el anillo)-ha! Hablas de estas?, pregunta a encontrarlas.

Exacto, esas Marcas las hice yo hace años, mucho antes de perderlo, pero lo perdí cuando era un niño, Dice Marcello.

No, Creo que sea tuyo este anillo le pertenece a una persona muy apreciada, responde Evolet incrédula de que fuera de él, creyendo en la posibilidad de que el este confundido.

Ven, mira, dice Marcello mientras le quita el collar a Evolet para luego sacar el anillo del collar.

Ella solo observaba los movimientos de Marcello, Mientras que él se dirigía hacia la cocina y la enciende, Evolet al ver lo que él intentaba hacer se baja de la isla para detenerlo, pero era tarde ya Marcello había colocado el anillo en las llamas, al rato con unas pinzas de cocina Marcello saca el anillo del lugar y lo toma con una toalla y se lo muestra a Evolet señalando por la parte interior.

Evolet con un poco de dudas se acerca y al ver el anillo nota un escrito justo donde Marcello señalo, Marcello Il grande carnefice, era lo escrito. Sin más dudas que agregar Evolet termino aceptando que él era el niño aquel convertido en hombre.

Dime... dijiste que soy muy apreciado para ti?, por que?, Pregunta Marcello.

Responde, cuando eras niño alguna vez salvaste a una niña que se ahogaba en una piscina?, pregunta Evolet con un poco de incredulidad.

Cuando tenía entre 12 o 13 años salve a una niña que se ahogaba en la piscina de mi casa, que tiempo después supe que era hija de uno de los trabajadores de mi padre," Paolita" le decían o era su nombre creo... Por que?, responde Marcelo, a caso... tú... (se pone pensativo).

Me voy a presentar formalmente, me llamo Evolet Paola Giménez alias Paolita, querido amor de mi infancia.

Entonces aquella niña llorona eras tú, bromea Marcello - y a que te refieres con querido amor de la infancia, preguntó.

Pues... desde que me salvaste, te convertiste en mi amor de la infancia... Dice Evolet acercándose a Marcello que al estar cerca de él le acaricia el rostro, jure que te buscaría hasta encontrarte, te busque por todas partes, hasta pensé que eras un fantasma, y sin saber tu identidad se me complicaba, pero no me rendí y mira... aquí estás frente a mí, dice Evolet entre lágrimas.

Justo en ese instante se escucha la bocina de un auto en las afueras del lugar.

Mientras...

Pi!... Pi!... sonaba la bocina del auto de Vanessa.

Vane calma que debe estar por bajar, dice Estrella.

Déjala, que posiblemente esté haciendo en rapidin, ja, ja, ja, dice Briana - pero olvidando el tema que pequeño es el mundo no crees caramelito, le dice Briana a Mateo mientras se le acerca al rostro y con su dedo juguetea con la camisa de él.

Pues... si su...su...su pongo, dice Mateo colocándose rojo como un, tómate y haciendo reír a las chicas.

Briana se acerca a su rostro rozando los labios de Mateo, pero cambia de dirección hacia su oído.

Así con gusto, volvemos a repetir lo del avión, no crees, susurra Briana.

am.. amm me perdí de algo, dice Evolet.

No, dice Briana alejándose de Mateo descaradamente - solo observé desde cerca lo guapo y sexi que es tu primo, dice Briana.

Si, de hecho mi primo es muy guapo, dice Evolet.

En eso Mateo despide de Evolet rápido y se aleja huyendo de las preguntas de Evolet, la conoce muy bien como para saber que Evolet preguntara por qué tanta confianza de Briana hacia él.

Las chicas se apresuran y se suben al auto Evolet que estaba tomada de la mano de Marcello se disponía a despedirse, pero Vanessa la apresuro.

Despidete ya que mi novela va a empezar, le grita Vanessa.

Ok, deja que me despida de mi novio, haassss!, le contesta Evolet.

Novio?, eso quiere decir que me aceptas?, pregunta entusiasmado Marcello con una sonrisa deslumbrante que lo hacía ver más hermoso de lo que es y que por primera vez Evolet ve una sonrisa real en él.

Pues, si, pero luego hablamos por los momentos me iré, dice Evolet despidiéndose con un beso de él.

ya en el auto Evolet no aguanto la curiosidad.

Ahora sí, dime de donde conoces a mi Primo Briana.

pues...... Dice Briana haciendo gesto de pensar.