Juliet ha reencarnado en Rosalie, quien ha estado casada con el Marqués Paul, un hombre que le ha sido indiferente por 4 años, hasta que un día trae a casa a Aina, le mujer que siempre ha amado y la hace su concubina, pero Rosalie ya no es la misma y hará lo posible por librarse de ese matrimonio, para no convertirse en la villana de la historia.
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capítulo 9- un poco de su propio veneno
La fiesta continuó y otras damas se acercaban a Rosalie por curiosidad, ella aprovechaba para curiosear sobre lo que está de moda entre las damas y esas mujeres también suelen hablar sobre los trabajos de sus esposos, eso le ayudará a saber cuál negocio puede ser lucrativo. El marqués mientras tanto habla con los otros hombres, pero mantiene vigilada a Rosalie, no quiere que arme alguna clase de discusión, pues sabe que a veces esas mujeres dan comentarios indirectos y es probable que la castaña no se quede callada, pero al parecer todo iba bien, hasta que unas damas ya mayores, se acercan a ella.
"Nunca imaginamos que estuviera enferma, Marquesa"
"Madam Tabatha, había dicho otras cosas, no será que su enfermedad es solo una pantalla"
"Las chicas jóvenes se inventan cada cosa, es entendible cuando no se ha podido concebir un heredero"
"Yo al año de casada ya había dado a luz a mi primer hijo"
- ¿al primer año? ¿Y su esposo si creyó que era suyo?
"¿Que estás insinuando jovencita?"
- Creo que mi suegra habla de cosas que no le conciernen, es normal cuando se padece una enfermedad mental.
Las mujeres se miran entre si por las palabras de Rosalie.
- no es por ser chismosa, pero mi suegra ha estado algo enferma mentalmente. A veces se pone algo agresiva y pega a quienes tiene cerca, he sido su víctima varias veces, pero entiendo que no es su culpa.
"¿Esta diciendo que madam Tabatha esta loca?"
- no lo hagan sonar tan feo. Ella sabe que el marqués y yo somos felices, ha sido nuestra decisión no tener hijos por el momento, pero ella no comprende o lo olvida y por eso obligó a mi esposo a meter a una concubina, pero la verdad es que ella solo esta ahí como enfermera de mi suegra.
Rosalie mientras hablaba mostraba una expresión de preocupación, para hacer más creíble su mentira, si a esa mujer le gusta hacerla quedar mal, ella hará lo mismo, pronto será conocida por ser la loca Tabatha.
"Oh! Vaya, pero madam Tabatha se ve tan normal"
"No creo que sea posible que este mal mentalmente"
- su enfermedad se controla con medicamentos, pero como dije, a veces olvida cosas, pero por eso la tenemos en nuestra mansión para cuidar de ella, yo entiendo que habla mal de mi, pero es por su enfermedad y no la culpo de nada, yo la quiero mucho porque es la madre del amor de mi vida.
Las mujeres parecen ya haber creído todo, aunque siente que eso último fue exagerado, pero las escuchó suspirar, así que quizás si estuvo bien.
"Es usted una nuera muy amable, siendo yo, no creo poder cuidar de una mujer enferma"
"Mi admiración, no se preocupe tendremos cuidado al tratar con madam Tabatha"
- gracias, mi suegra tiene amigas tan consideradas.
Rosalie sonríe con amabilidad, pero cuando se aparta, las mujeres murmuran y ríen, no esperaban que esa mujer que se cree tan grandiosa, en realidad este enferma de la cabeza. Paul se acerca dándole una copa de champán a Rosalie.
- ¿todo bien? ¿Esas mujeres no te molestaron?
- no, aunque no lo crea se como tratar con ella y mantener la compostura.
- eso espero, no puedes quedar mal ante nadie. Recuerda el trato.
- si, si, ya se, no molestes con lo mismo.
Rosalie bebe de la copa, mientras se queda parada observando que han comenzado a bailar, Paul le ofrece la mano, ya que bailar es parte de aparentar.
- ¿acaso no sabe bailar? Creí que era lo primero que le enseñan a las señoritas.
Menciona Paul ya que le ha ofrecido la mano y Rosalie parece dudar.
- entenderá que desde hace años no bailo, pero si con eso puedo darle unos pisotones al pié, vamos.
Rosalie toma la mano de Paul y lo jala hasta el centro del salón donde todos bailan. Creyó que lo haría mal, pero su cuerpo recuerdo perfectamente los pasos.
- bailas bien, la última vez que baile, Aina fue muy torpe.
- ella no aprendió a bailar, es normal que no pueda.
- esta aprendiendo con una maestra, pero hasta ahora no logra hacerlo bien.
- para lo que me importa, no tengo interés en saber como le va con su amante.
- lo siento.
Rosalie hace un gesto de desagrado y terminando el primer baile, se aparta de Paul, pues no piensa bailar ninguna otra pieza con él. Todo continúa con tranquilidad hasta que ambos se despiden, afortunadamente Rosalie pudo averiguar algunas cosas que le serán de gran utilidad, el camino a la mansión fue silencioso, Rosalie observa por la ventana el paisaje nocturno, mientras que Paul estaba de brazos cruzados y con los ojos cerrados, al llegar, Paul baja primero andando a Rosalie.
- gracias, lo has hecho bien.
- se comportarme, si soy agresiva es porque tu mami me provoca.
- se que no es fácil tratar con ella, pero entiende que es mi madre.
- da igual, quien tendrá que sufrir el calvario de por vida será tu amada, no yo.
- no digas esas cosas, se que con el tiempo mi madre aceptará a Aina.
- claro, solo si ella resulta ser una noble de alto estatus, si no, no veo como.
Rosalie se encoge de hombros, obviamente ella sabe que Tabatha será la mejor suegra cuando descubra que en realidad Aina es la princesa legítima. Al entrar, Rosalie se apresura para irse a su habitación, mientras que Paul al dirigirse a la suya, se encuentra con Aina, quien se veía preocupada.
- deberías estar dormida.
- me quede preocupada ¿la marquesa se ha portado bien?
- si, ella es una noble y sabe como comportarse.
- y-yo daré lo mejor de mí para ser una dama, para cuando sea su acompañante.
- se que será así. Ve a dormir.
Paul le da un beso en la frente y sigue su camino, así que Aina también se va de regreso a su habitación. Pasados los días, Tabatha regresa a la mansión después de salir a una fiesta de té y ha regresado furiosa.
- ¿donde esta esa maldita bastarda?
La mujer tiraba todo lo que había a su alcance, incluso empujó a una que otra doncella, Rosalie estaba en el barandal de las escaleras mirando todo.
- TÚ! MALDITA PERRA! Fuiste tú!
Dijo señalando a Rosalie, el escándalo atrajo a todos incluyendo a Aina quien estaba en un salón cercano, Paul también se había acercado debido a los gritos.