Veronica

Liliana se sentía muy ofendida por aquella mujer. Aparte de ser una simple empleada, fue capaz de intentar enseñarle valores a ella, cuando su familia es una de las mejores de la alta sociedad. ¿Cómo una simple gata la iba a menospreciar cuando ella tenía que estar agradecida de que le permitieran estar en ese lugar? Nos iba a quedar con esa pequeña espina que le estorbaron el camino. Pues sí iba a trabajar con Edwin, iba a hacer todo lo posible para que esa mujer saliera de ese lugar.

Buenos días, lamento llegar tarde.

Cortésmente, Edwin se levantó para darle la mano, pues iba a ser una de sus futuras socias. Pues todo dependía de aquella reunión.

Hola, buenos días. No se preocupe, señora Liliana.

Gracias, Edwin, pero no me diga señora, dime solamente Liliana. Me hace sentir vieja. Además, tenemos casi la misma edad.

OK, no hay problema.

Por cierto, Edwin, antes de entrar a los puntos importantes de trabajar y lo que tenemos a favor el uno hacia el otro, quiero hablarte de una empleada que tienes aquí.

Se le hizo extraño que nombrara a alguien de su servicio. Todas las personas en el lugar son muy corteses y nunca han tenido problemas.

Sí, hace un momento que acabo de llegar y una muchacha, no sé en qué sector o qué punto de trabajo está aquí, pero me trató de una manera muy descortés, tanto así que fue capaz de tomarme de la mano bruscamente.

Vaya, tendré que hablar con la persona y solucionarlo.

Sí, porque si pensamos trabajar, espero que el ambiente que haya en este lugar sea saludable y apto para recibir a clientes. No quiero que nuestros futuros clientes se sientan aterrados por aquella joven.

Cada vez Edwin se sentía más impactado, pues nunca había tenido un problema de ese tipo y más que fuera una mujer. Llamó al encargado de las cámaras para que revisara qué había pasado en el primer piso y así mandara directamente a buscar a la muchacha que haya tenido el problema con la recién llegada Liliana y que la mandara directamente a la sala que tenía que hablar con esa persona.

Corrección:

Sí, señor.

Mientras revisan las cámaras, podemos adelantar el proceso de conocimiento de nuestras empresas y el proyecto que tenemos planeado para iniciar.

Muchas gracias, Edwin. Para mí es muy agradable saber que tienes en cuenta la opinión de tus futuros socios. Por supuesto, iniciemos a conocer el proyecto. La empresa nuestra está conformando varios repuestos de muy alta calidad que pueden servir para el automotor que manejan en este sitio.

Enséñalos.

Mientras el encargado de cámaras iba en busca de Verónica, ellos en la sala se encontraban muy a par con el proyecto. Tenían cosas buenas que al futuro los llevaría a ser mejor de lo que ya era, pero Liliana no se imaginaba que en cuanto Verónica entrara por esa puerta, todas sus cartas iban a estar en contra.

Liliana, en el fondo, se sentía atraída por Derek, pero no se lo iba a decir a primeras. Quería ganarse su afecto por medio del negocio y así mismo, lentamente ganarse su corazón. Pues había escuchado que era un hombre implacable y que, sin duda, era el mejor en la ciudad. La empresa de su padre era buena, pero sin duda alguna, la de Derek es la mejor.

Su padre había hecho varios movimientos que los tenía en la cuerda floja. En cualquier momento podrían declararse en bancarrota. Verónica, al recibir el recado de un vigilante, no lo pensó un instante y se dirigió a la sala. Pues no le habían dicho cuál era el trasfondo de todas las cosas.

Tocó la puerta, pues sabía que él se encontraba en ese momento en una reunión. Así que no podría entrar como perro por su casa. Derek se imaginó que ya habían mandado a la persona que había tenido el inconveniente con Liliana. Así que rápidamente le dijo que podía ingresar.

Buenos días...

Se quedó corta de palabras al encontrarse nuevamente con esa mujer, aquella que no quería verla en ningún momento ni porque fuera de una plasta de m***** que pisara con el zapato.

Derek, esa es la mujer.

Hubo un silencio por un instante. Estaba impactado de que su novia había tenido un inconveniente con Liliana. Pero sabía que el trasfondo Verónica le podría aclarar bien cómo habían sucedido esas cosas. No le iba a atacar sin escuchar primero que tenía que decir.

Verónica, explícame qué ha sucedido en la sala para poder entender lo que me acaba de decir Liliana.

Con que se llama Liliana, vea pues. De las cosas son muy simples: me encontraba dirigiéndome a la cafetería, esta mujer se encontraba en la sala dándose aires de dueña de la empresa, dando órdenes, exigiendo a la gente que hiciera cosas y tratando muy mal a todo el personal. De paso, yo me encontraba dirigiéndome a la cafetería, como te decía, y ella bruscamente pasó por mi lado y me empujó, cosa que le reclamé. Pero con sus aires de dueña, me dijo que en cualquier momento me podría despedir. Tuvo la conchudez de tratar de tomarme el pelo para jalonearme, pero por suerte pude esquivar y tomé su mano rápidamente. Así fue que sucedieron las cosas, y si no me crees, puedes revisar las cámaras.

Liliana se puso pálida. Nunca se imaginó que una empleada fuera capaz de decir las cosas tal como sucedieron. Se imaginó que le iban a echar y no le iban a pedir ni una sola explicación. Y que con el simple hecho de verla a ella ahí, esa mujer se sintiera intimidada y no dijera ni una sola palabra más al tener a su jefe cerca.

Liliana, ¿por qué me mentiste?

Es que...

Con lo que acabo de escuchar es suficiente. En realidad, no quiero tener como socia a una persona que es tan pedante y se cree dueña de un lugar que no le pertenece. Aquí, todos los empleados son como si fuera mi familia, y esa mujer de la que llegaste hablando de la peor manera es mi novia. Así que te pido por favor mucho respeto hacia ella, porque ahí sí me vas a conocer, y tal vez tu pequeña empresa llegue a la bancarrota en menos de un segundo. Así que te pido con mucho respeto que te retires del lugar. Tengo cosas más importantes que hacer que perder mi tiempo con una mujer tan pedante que no es capaz de controlarse con las personas que le brindan un servicio.

OK, te vas a arrepentir, Derek.

Si llego a trabajar contigo, tal vez ahí sí me llegue a arrepentir más adelante, pero por el momento no va a suceder eso. Así que por favor te pido que te vayas de mi empresa y no regreses jamás.

Te voy a dar un consejo sin que me lo hayas pedido: en algún momento, esa mujer que está ahí a tu lado te va a dejar, y en ese momento estaré ahí para esperarte y consolarte. No lo olvides, porque mujeres como ella solo quieren todo fácil.

Vete.

Liliana salió del lugar algo molesta, pero no se iba a rendir. Más adelante, regresaría a ese lugar para estar al lado de Derek. Verónica, por su lado, se sintió tranquila, pues no tuvo que decir ni una sola palabra para defenderse, ya que Derek había puesto a esa mujer en su lugar.