MI MEJOR VENGANZA

Los días pasaron y Ana se estaba encargando de la empresa, si bien Maikcol había logrado impedir que llevarán a su padre a la cárcel y que perdieran la empresa, ella sabía que el tiempo se acababa.

Esa noche estaban cenando en familia y Maikcol aprovecho la oportunidad.

-Señores Williams, Anastasia.

Hablaba mientras se levantaba de la silla con una copa en la mano.

-Agradezco que me hagan prácticamente miembro de esta familia, digo todos días cenamos juntos.

Todos sonrieron al tiempo, incluso Anabel y su esposo.

-Debo admitir que tienen a una hija maravillosa, Anastasia cariño, ponte de pie.

La instó a levantarse.

-Por ese motivo, quiero pedir la mano de su hija, para casarme con ella.

-¡Oh por Dios! Esto es increíble.

Hablo la madre de Ana, quien llevaba sus manos a su boca bastante sorprendida.

-Vaya, muchacho, nos has sorprendido a todos, pero siempre he permitido que mis hijas tomen sus propias decisiones, así que no debes preguntarnos a nosotros, sino a Ana, solo ella puede responder la pregunta.

-Anastasia, sé que nos conocemos hace poco y no llevamos mucho tiempo de noviazgo, pero créeme que eso ha bastado para darme cuenta de que eres la mujer que siempre espere, ¿Aceptas ser mi esposa?

Ana sonrió, pues en el fondo quería que todo fuera real y poder darse una oportunidad con Maikcol.

-Claro que acepto.

Ambos se abrazaron y se besaron de manera fuerte, hasta que un carraspeo los hizo volver a la realidad.

-Disculpen.

-Wow, esto es muy pronto, pero creo que mi hija ya eligió, ¿Cuándo sería la boda? Digo deben planear todo con calma.

-Pues por mí me casaría mañana mismo.

Ana recordó las mismas palabras que David le había dicho años atrás, y un deje de nostalgia la invadió.

-Así que podría ser, no sé quizás una o dos semanas.

El padre de Ana se ahogó con su agua, pues no podía beber licor.

-¿No creen que sea muy pronto?

Maikcol se tensó, y apretó un poco la mano de la chica, sin que los presentes lo notarán.

-Padre recuerda que tú eres quien ha insistido en que es hora de hacer mi vida, así que por mi estaría bien una semana.

Mónica se levantó y abrazo a su hija.

-Mi bebé, ahora tú también harás una hermosa familia, igual que tu hermana, pronto queremos nietos.

Ahora fue Maikcol quien se ahogó con su vino, Ana por su parte le ayudó a recuperarse.

-Pues hijos, de eso debemos hablarlo más adelante con calma.

Dijo de manera tajante y esa actitud no pasó desapercibida para Anabel, quien lo observaba tratando de descifrar sus palabras.

-Amiga ¿Es enserio?

Ana asintió mientras le enseñaba el anillo.

-No lo puedo creer, me voy por poco mas de un mes y al regresar te encuentro con novio y lo mejor aún, comprometida para casarte.

-Así es Emma, tú sabes cuando la chispa llega, es imposible escapar de ella.

Emma observó de manera detenida a su amiga.

-Ana, ¿Por qué te noto no muy convencida?

Ana de inmediato dio la espalda tratando de parecer natural.

-No sé, de qué hablas Emma.

-Pues no sé, parece como si tus palabras no fueran sinceras, ¿Acaso me estas ocultando algo?

En ese momento ingresó Anabel a la oficina.

-Responde hermana, ¿Estas ocultando algo?

Ambas chicas giraron para observar a la recién llegada, Emma no pudo evitar demostrar el desagrado al ver a Anabel.

-Anabel ¿Qué haces aquí?

-Responde hermana, responde la pregunta de Emma, ¿Acaso ocultas algo?, por qué la verdad no me creo ese cuento de que te enamoraste de la noche a la mañana y aceptes casarte con un hombre que conoces hace poco.

-Tenía que llegar la aguafiestas.

-Tu cállate Emma.

-Cállate tú Anabel, por lo visto te disgusta la felicidad de tu hermana; Por una vez en tu vida deja de ser la arpía de siempre y alégrate por la felicidad de Ana.

-Por qué me preocupo por la felicidad de mi hermana, es que tengo mis dudas acerca de ese compromiso tan repentino.

-Ya, dejen las dos de discutir, no tienen de qué preocuparse, estoy bien Maikcol me hace feliz y me voy a casar con él.

Anabel negó con su cabeza.

-Anabel, no me has dicho a qué has venido.

-Necesito hablar contigo, A SOLAS.

Recalcó lo último observando a Emma con desagrado.

Ana negó con su cabeza.

-¿Será que ustedes podrán llevarse bien algún día?

-No lo creo amiga, yo evitó a las arpías.

-Ni en tus sueños, me llevaría bien con alguien tan corriente como tú.

Ataco Anabel con soberbia.

Emma no pudo evitar el disgusto y corrió hacia la chica para contra atacar, pero Ana se interpuso.

-YA, LAS DOS, ENSERIO QUE PEREZA ESA ACTITUD DE AMBAS.

-Emma, nos vemos en el apartamento más tarde.

Emma negó y salió del lugar furiosa.

-Ahora tú Anabel, dime que quieres.

Pregunto con seriedad.

-Ana, necesito que seas sincera conmigo, ¿En verdad estas, enamorada de ese señor Maikcol?

-Anabel ya hemos hablado de esto antes, y sabes mi respuesta.

-¿Enserio?

-Si, si estoy enamorada de Maikcol y me voy a casar con él, ¿Contenta?

-No te creo, sé cuándo mientes y ahora mismo lo estás haciendo.

Le decía de manera determinado mirándola frente a frente.

-Ya vete, tengo cosas importantes que hacer, recuerda que aún estamos en crisis.

-Hermana, enserio piénsalo bien antes de casarte, mira que ese hombre no me da confianza y no es por que tenga envidia ni nada por el estilo, es solo que no quiero que te lastimen.

-Dime la verdad Anabel, ¿A que le temes?, no entiendo ¿Por qué tanta insistencia, acaso eres tú quien oculta algo?

Preguntó bastante molesta.

Anabel no pudo evitar ponerse nerviosa.

-No sé, de que hablas, yo solo estoy preocupada por ti.

Le decía tratando de parecer segura, pues sabía que no podía decirle la verdad a su hermana por más que quisiera, esa era una promesa que le había hecho a su esposo, cuando ambos se enteraron de que Axel no era hijo de Patrick. Ana no podía saber que su exnovio había tenido una aventura con su hermana una noche antes de haberla plantado. De David no volvieron a saber nada, incluso la misma Anabel asumió que el remordimiento había hecho que él desapareciera de la vida de su hermana, ella por su parte se maldijo así misma el mismo día en el que vio a Anastasia destrozada, se arrepintió de inmediato de lo sucedido, intentó en cierta ocasión ser sincera, pero era demasiado tarde pues faltaban pocos días para su matrimonio con Patrick y egoísta o no, ella no podía permitir que su matrimonio se fuera al carajo; así que decidió callar y pensó que esa traición no la perseguiría, aunque se equivocó pues meses después llegó Axel.

Queridos lectores, espero que les agrade como va esta historia. Siempre leo sus comentarios y para quienes lo intuyeron desde el inicio, así es Axel es hijo de David.

Gracias por sus votos y comentarios. Bendiciones para todos.