Juliet ha reencarnado en Rosalie, quien ha estado casada con el Marqués Paul, un hombre que le ha sido indiferente por 4 años, hasta que un día trae a casa a Aina, le mujer que siempre ha amado y la hace su concubina, pero Rosalie ya no es la misma y hará lo posible por librarse de ese matrimonio, para no convertirse en la villana de la historia.
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capítulo 20- plan
Las lecciones habían continuado, Rosalie se había conseguido una ropa adecuada para montar y ahora ya podía ir sola, aunque claro, Vincent siempre la acompaña, después de lo que hablaron aquel día, su relación seguía igual, aunque ahora Rosalie estaba un poco consciente de lo que sentía y es que el albino en verdad le estaba empezando a gustar, no solo por su físico, era una buen hombre y era cordial con ella, siente que cuando llegue el momento de que se vaya se sentirá sola.
- Duque, esto llego hace un momento, viene de su ducado.
Lys le hace entrega de un sobre, Vincent lo abre, por un momento creyó que era algo urgente, pero era una nota de su mayordomo, que decía que la invitación llegó al ducado, por supuesto el mayordomo es el único que sabe donde se esta quedando Vincent ahora mismo.
- ¿hay problemas en el ducado?
Rosalie como buena chismosa trataba de ver lo que decía la carta.
- no es nada de eso, es una invitación de la princesa Aina, dice que me invita a una fiesta de té.
- ¿pero que le pasa? No se supone que ya se quedo con el Marqués ¿por qué insiste en verte? Esta loca, solo quiere hacerlo sufrir más.
Vincent mira a Rosalie sorprendido, era raro verla realmente enojada.
- lo siento, pero es la verdad, esa chica es una tonta.
- lo es, no comprendo porque me busca. Ella debe creer que la veo como una buena amiga, pero lo cierto es que no me interesa.
- ¿que? ¿Pero que usted no estaba enamorado de ella? Oh! Lo siento no debí.
- ¿como? ¿yo de ella? Por supuesto que no, no tengo esos sentimientos hacía ella.
- pero no quería que ella se fuese con el marqués como concubina. Yo se que usted la ama...
- se equivoca, no quería que fuese de concubina porque creí que debería respetar el matrimonio de usted y Paul.
- ¿que? No, no...usted estaba enamorado de ella...así era...
- creo que se hizo una idea equivocada. De todos modos, yo no pienso ir, mi responsabilidad no es servir ni a la princesa, ni a la reina, solo le debo lealtad al rey.
- comprendo.
En cierta manera le hace feliz saber que al albino no acudirá a esa fiesta de té y así durante los siguientes días llegaron otras invitaciones, hasta finalmente lo que llego fue una carta.
"Duque, no comprendo, todas las invitaciones las ha rechazo ¿he hecho algo malo para hacerlo enojar? Comprendo que ahora estoy comprometida, pero eso no quiere decir que nuestra amistad no pueda servir, ya que usted también es amigo del marqués. Realmente desearía poder reunirme con usted y charlas como en los viejos tiempos.
Atte: su gran amiga, Aina."
Vincent arruga la carta y le pide al mensajero que le avise al mayordomo que ya no reciba nada que provenga del palacio.
- ¿de verdad no quiere verla?
-no, no hay razón para hacerlo, además que yo me este encontrando con ella podría ocasionar malos entendidos.
- ya me imaginó los periódicos, el Duque De Angelis un rompe hogares, amante de la futura marquesa Leroux, el karma le ha caído al Marqués.
- tiene buena imaginación, pero si, sería algo similar. Además no comprendo porque su insistencia.
- quizás solo debería casarse, de ese modo ella se dará por vencida y verá que no puede ser su amigo o las malas lenguas hablarán, aunque creo que eso tampoco la detendrá, la inteligencia de Aina no es muy buena.
- tampoco pienso casarme por esa razón, mis negativas probablemente le hagan rendirse.
En la mansión de la familia Leroux, Carlota estaba desesperada, llevaba días sin recibir noticias de Aina, cuando ella quedo de presentarla ante el Duque De Angelis.
- seguramente esa princesita nisiquiera lo hará, han pasado ya varios días. Madre quiero acercarme al Duque, soy la única que puede casarse con él.
- tranquila. Tengo una mejor idea, vayamos al Ducado, vamos a fingir que tuvimos un problema con el carruaje y solicitamos nos permita quedarnos en su mansión.
- si, siii!! Así yo seducire al Duque, además así todos los empleados irán conociendome como la futura duquesa.
- por supuesto, nadie más que tú puede serlo.
Ambas preparan un carruaje para su supuesto viaje, Tabatha no piensa desaprovechar para que su hija se case con el Duque De Angelis, pues es uno de los nobles más influyentes en el reino. Unos días después, una carta llegó de parte del mayordomo, quien decía que Tabatha y Carlota Leroux habían acudido a su mansión solicitando asilo mientras su carruaje era reparado, por supuesto que el mayordomo no les permitió ingresar a la mansión y las envío a un hotel del pueblo, aún así ambas mujeres han insistido en entrar a la mansión y exigen ver al Duque para hacerle saber sobre el trato que recibieron.
- ¿por qué presiento que la insistencia de Aina para la fiesta de té, tiene que ver con estas dos?
- la marquesa Leroux...ella ha estado insistiendo en un compromiso con su hija Carlota. Parece que no saben rendirse.
- a menos que usted mismo las eche, no creo que se vayan.
Vincent sabe que no le queda de otra que volver al Ducado y hablar con Tabatha personalmente, para hacerle saber que no cederá en su decisión, casarse con Carlota no es una opción, aún cuando ya no tenía esperanzas con Rosalie, de ninguna manera tomo en cuenta a Carlota como posible candidata a esposa.
- lady Rosalie, me gustaría pedirle un favor.
- por supuesto, pero sabe que le costará.
- pagaré como sea.
- entonces comience a quitarse la ropa.
- ¿que?
Vincent se puso rojo ante la petición de la chica.
- es broma...pero si quiere no lo es.
La chica le hace un guiño, realmente Rosalie es alguien muy peculiar en su manera de ser, pero pedir su ayuda, solo será una manera de mantenerla cerca.
- lady Rosalie, venga al Ducado y diga que usted es mi esposa.
- claro, eso es fac....il...¿queeeee?
- es a la única que le puedo pedir este favor, quiero que esas mujeres se dejen ya de molestar.
Rosalie se mostraba confundida, pero también le emocionaba, no puede desaprovechar esa oportunidad con el albino, tal vez hasta tengan que cumplir con la noche de bodas para que ese par de arpías se detengan.
- de acuerdo...pero hay que actuar como si de verdad estuviéramos casados. Debemos dormir en la misma habitación.
- n-no creo que eso sea necesario.
- lo es, para que lo crean o en la noche Carlota puede meterse a su alcoba y fingir que esta embarazada de usted.
Ha visto muchas novelas y esa mentira es un clásico entre las villanas.
- creo que lo piensa de más.
- créame, suele pasar.
Vincent se quedo pensando, no era necesario llegar a ese extremo, pero la castaña parece hasta emocionada con la idea, quizás ella si corresponde sus sentimientos y esta es la oportunidad de acercarse el uno al otro. Después de llegar a un acuerdo, Vincent le entregó un anillo, eran los anillos que suelen llevar los Duques al casarse, estos suelen pasar a las nuevas generaciones, Vincent le dijo a Rosalie que debe usarlo, pues se esa manera será más creíble que ella es su esposa. Al llegar al Ducado, le informó a todos los empleados que Rosalie era ahora su esposa y deben respetarla como la Duquesa De Angelis, vaya que había sido una sorpresa para todos; la historia era que se enamoraron y en acto de locura por ese amor se casaron sin decirle a nadie, pero aún queda pendiente la fiesta para hacerle saber a todos sobre ese matrimonio, del cual solo ha sido registrado en el templo, por supuesto que aunque Tabatha quiera averiguar, en el templo no le darán ninguna información sobre los matrimonios, a menos que los casados sean quienes ordenen mostrar el documento del matrimonio.
A las pocas hora Tabatha supo que el Duque estaba de vuelta, así que ella junto a Carlota, se apresuraron a ir a la mansión, exigiendo ver al Duque.
- ahora mismo sabrán que tipo de trato le han dado a quien puede ser la futura Duquesa.
Hablo Tabatha refiriéndose a su hija, pero los dos guardias de la reja solo se ríen por sus palabras.
- madam, hasta donde sabemos, el Duque ya tiene una duquesa y no creo que planee tener dos.
- ¿que dices? Eso imposible, el Duque es soltero.
Grito Carlota, no hay nadie que pueda ser la duquesa más que ella, deben de estar solo molestando.
- llamen al Duque de inmediato, diganle que Carlota Leroux esta aquí.
- ¿que es este escándalo?
Rosalie había salido en compañía de Lys y otras doncellas. Tabatha se sorprende de verla ahí al igual que Carlota.
- ¿tú que haces aquí? ¿Como pueden dejar pasar a esa bastarda y a mi no?
Los guardias apuntan con sus espadas a Tabatha debido a sus palabras.
"Repita esas palabras y la llevaremos al calabozo por insultar a la duquesa"
- ¿duquesa? E-eso es imposible...esa solo es la mujer que mi hijo echó a la calle.
"La señorita es la Duquesa De Angelis, más respetó madam"
- de ninguna manera, esa perra no puede ser la duquesa, yo soy la futura duquesa.
Rosalie empieza a reír por las palabras de Tabatha y muestra la mano donde lleva el anillo, ambas mujeres lo reconocen, pues no hay noble que no sepa que ese anillo solo se le da a la actual Duquesa De Angelis.
- ni en mil años, podrás tener a mi marido y ni creas que serás aceptada como concubina o amante.
- no, noooo! Imposible, perra quítate ese anillo, ese anillo debe ser mío.
Carlota quiso entrar, pero los guardias la detienen de acercarse a las rejas.
- madre diles que saquen a esa perra, ese anillo me pertenece, la Duquesa soy yo.
- llamen el Duque, esto debe ser una broma.
Exige Tabatha, no piensa dejar que Rosalie tenga el lugar que le pertenece a su hija.
- no comprendo que puede ser una broma, madam Leroux.
Vincent se acerca abrazando a Rosalie de la cintura y ella sonríe con burla hacía las mujeres.