MÁS OSCURO QUE LA NOCHE

ANDRÉ

Cada vez que Ximena, menciona ese tipo, me lleno de celos, trato de no demostrarlo yo confío en ella y si me dice que no es cierto.

Llegamos a México, dejo a Ximena y Carmen en el departamento, les pido que descanses yo tengo que salir a terminar unos pendientes en la empresa, el la oficina me está esperando una mujer, dice mi secretaria que no la pudo sacar, que es muy necia, la amenazó que si no la dejaba pasar usted me despedirá.

--- Está bien, no te preocupes.--- dije mientras entraba a la oficina.

--- Hola cuánto tiempo sin vernos.--- dijo ella con mucho descaro mientras se acercaba a mí.

--- Que haces aquí Liza, lárgate, no me hagas perder mi tiempo.--- dije mientras me aleje de ella.

--- Perdoname, yo te amo.--- dijo ella mientras trataba de besarme.

--- Tu no amas a nadie.--- la tomé del brazo y la saqué de mi oficina.

---ESTO NO SE QUEDARA ASI, TU SERAS MÍO--- gritaba como loca, yo solo cerré la puerta ignorandola.

Al llegar al departamento estaba toda mi familia, Rebeca le hacía montón de preguntas a Ximena, toda la noche la pasamos bien entre plática y risas. Cuando todos se fueron lo único que hicimos esa noche fue dormir.

XIMENA

El cansancio era demasiado, que me desperté un poco tarde André no se encontraba, me bañé y cambie, estaba decidido hoy tendría que hacer algo, tenía que hacer mis fantasías realidad, salí para su oficina, le pedí a la secretaria que me anunciará, ella dijo que podía pasar, el estaba sentado detrás del escritorio, se veía tan guapo con su traje azul rey era todo un sueño,me le acerque, lo besé su sabor a menta era tan placentero, el me levanto mis piernas se agarraron de su cintura, el tacaba mis glúteos, besé mi cuello, yo podía sentir mi bien su dureza en mi vientre, entre beses y jadeos, la excitación crecía, desabrocho mi blusa y dejo al descubierto mis senos su boca los recorría me sentó el la silla, levantó mi falda, quitó mi panti de encaje y saboreo el dulce néctar de mi cuerpo, mis jugos se desbordaron tanto que me vine en su boca, ahora era mi turno de saborearlo, me levanté y lo senté en esa silla desabroche su pantalón y cinturón, bajando su bóxer ! Oh por Dios! Que grande es! fueron mis palabras el no pudo evitar reír, sus venas sobresalían, un líquido transparente salía, comencé a besarlo y darle movimiento de arriba hacia bajo se que le gusta sus leves gemidos salían, el escritorio me cubre no puedo ver quién acaba de entrar solo puedo escuchar:

---Hijo tu secretaria, no se encuentra me atreví a entrar, necesito tratar un asunto contigo.--- dijo don Fernando

 --- Papá por el momento estoy muy ocupado dame cinco minutos, me puedes esperar en la sala de juntas.--- dijo André mientras yo seguía saboreando su p**e como un caramelo.

--- Te ves muy agitado, te sientes bien, tu respiración es irregular.--- Dijo Fernando

--- Si papá solo dame cinco minutos.--- dijo André.