La Reencarnación De La Emperatriz Sanguinaria.

Era cerca de la media noche, pero, no había señal de Axel, Lethia y el emperador estaban desesperados, pues sin su presencia no se podría hacer el anuncio del compromiso y la sucesión. Victoria quien tenía su asiento a lado de Lethia, muestra un sonrisa ladina cuando Lethia mira hacía ella.

— te dije que no celebrarás antes de tiempo, querida hermana.— le murmura.

Lethia le sujeta del brazo con fuerza quedando más cerca de ella.— ¿que has hecho?, si intentas arruinar mi noche, juro que...—

— juras, ¿que?, no tienes pruebas de que haya hecho algo.— se burla.

El emperador las escucha murmurando, así que les pide que se mantengan con calma, incluso le ordena a Victoria enviar caballeros para que vayan en busca de Axel, ya que el compromiso es sumamente importante. Victoria estaba por irse cuando entra Abel, trayendo consigo una caja, se acerca al trono, colocando la caja se madera en la mesa que estaba cerca de ellos.

— majestad, hermanas, ha llegado este obsequio para Lethia, aunque no se sabe de quien.— informa Abel.

Lethia se puso de pie, emocionada, quizás era un regalo de parte de Axel por su compromiso y como una disculpa por no llegar a tiempo. Tomo la pequeña carta que venía sobre la caja, leyendo esta en voz alta. La persona la felicita por su compromiso y por su próximo ascenso al trono.

— debido a esto, lamento que su prometido llegue tarde, pero estoy seguro que se alegrará de verlo al abrir la caja...— termina de leer la carta Lethia.

Los murmullos no se hacen esperar debido a lo escrito en la carta, Lethia rápidamente levanta la tapa de la caja y la suelta dando unos pasos atrás mientras deja escapar un grito desgarrador, el emperador se acerca quedando horrorizado por el contenido de la caja. Era la cabeza de Axel.

Victoria solo ordena a los caballeros buscar en todo el palacio a los intrusos, los que obviamente no están en ninguna parte. Abel simplemente se mantiene en silencio, viendo como Lethia se cae al piso llorando devastada.

— Abel, ¿de donde sacaste esa caja?, espero que esto no sea...—

— ¿obra mía?, padre, ¿por qué haría yo algo así?— pregunta ofendido.

Lethia levanta la vista hacía Abel, su maquillaje estaba todo corrido, pero se puso de pie y camino hacía Abel intentando atacarlo; Abel le detiene las manos.

— fuiste tú...tú has destruido mi felicidad...te estas vengando.— grita Lethia.

Todos se asombran antes la acusación de la princesa, el emperador solo manda sacar la caja del salón.

— ¿por qué me querría vengar de ti? ¿Acaso has hecho algo en mi contra?— menciona Abel confundido.

Por supuesto, esto causa que los invitados murmuren entre sí, todos saben que Lethia siempre ha sido una princesa caprichosa, no sería una sorpresa que ella hubiera hecho algo en contra de sus hermanos. Después de todo, se rumoreaba que la prometida de Axel sería Victoria y luego, se anuncio que se casaría con Lethia.

— suficiente.— habla el emperador.— lleven a la princesa a sus aposentos, Victoria, Abel a mi estudio. La fiesta se acabo.— ordena.

Los sirvientes comienzan a guiar a los invitados fuera del salón, Lethia es llevada por sus doncellas, mientras que los caballeros se llevan la caja. Victoria y Abel siguen al emperador, a su estudio, ahí, Abel explica que la caja la trajeron por un par de hombres, que solo la dejaron argumentando que era de parte del joven duque Dagger.

— esto es un maldito problema, ¿quien cometió algo tan desagradable?, Victoria, debes de investigar esto.— el emperador estaba muy molesto.

La fiesta fue un fracaso, Axel esta muerto y contaba con las tropas del ducado.

— espera, Victoria, ve a la base del ducado Dagger, informa a las tropas lo sucedido y si es posible, convencelos de que presten su ayuda al imperio.— ordena.

— por supuesto majestad, iré enseguida.— responde Victoria.

— Abel, investiga quien asesino al joven duque, quien haya sido debe de pagar.—

— si majestad.— Abel inclina la cabeza y se retira del estudio.

Victoria hace lo mismo, por supuesto, ambos deben de fingir que están haciendo lo que el emperador ordeno. Para no levantar ninguna sospecha, ambos se van por caminos separados, mientras que Lethia, estaba en su habitación llorando, no solo se ha arruinado su fiesta, Axel estaba muerto, ella en verdad había anhelado casarse con él y ahora, todo se había arruinado.

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Al día, lo sucedido en la fiesta era el chisme del día, la orgullosa princesa Lethia, había perdido a su prometido justamente la noche de su compromiso y en el ducado, la duquesa Dagger estaba hecha un mar de lágrimas, acaba de perder a su esposo y ahora, a su hijo, ya no le quedaba nada, pues tan pronto lleguen los familiares de su difunto esposo, perderá todo.

Victoria por su parte ha pedido ver al emperador y ante toda la corte le informa que los refuerzos fueron eliminados, no quedaba nada en la base militar del ducado, todo parecía indicar que fue un ataque sorpresa de bandidos o rebeldes.

— los lycan, fueron ellos.— grita el emperador.

— no había rastro alguno de lycan, ellos destrozan el cuello de sus enemigos con sus garras o dientes, pero este ataque fue hecho con espadas, dagas y flechas.— informa Victoria.

— si no fueron los lycan, ¿quien fue?, debes de encontrar a los culpables.— exige.

El emperador estaba furioso, ha perdido sus refuerzos, Axel estaba muerto y sus tropas de la frontera perdía terreno, todo se estaba arruinando.

— majestad, ¿ha pensando que podría haber un traidor?, si en realidad fueron los lycan, alguien debió informales sobre los refuerzos, debemos encontrar a ese traidor.— asegura Victoria.

El emperador se queda en silencio, los de la corte hablan entre si, la información de Victoria no es tan difícil de creer, ella podría tener razón y alguien esta informando de todo a los lycan. La corte apoya a Victoria, pidiendo al emperador que le deje investigar al respecto, pues si hay un traidor, deben de saber quien es.

— respetando la opinión de la corte, Victoria, debes de encontrar al traidor, no podemos permitir que el imperio caiga.— ordena el emperador.

— por supuesto majestad, así lo haré, traeré ante usted al traidor.— responde Victoria.

Tras decir esto hace una reverencia y se retira del salón. Ella camina por los pasillos con la frente en alto, pero con una leve sonrisa, pues ya sabe quien será el culpable.

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Lethia se había calmado, pero había sido informada sobre lo sucedido en la base del ducado Dagger, las tropas del duque Dagger fueron eliminadas, junto a Axel y durante la mañana Victoria fue asignada para investigar sobre lo sucedido, por supuesto al saber esto, Lethia fue en busca de su padre para pedirle que le dejara a ella hacer la investigación, ella descubrirá quien asesino a su prometido. Por supuesto el emperador le prohibió hacerlo, ya que no se trata solo de una venganza personal, se trata de la seguridad del imperio.

— padre, el joven Axel era mi prometido, quiero encontrar a quien lo asesino, si lo hago encontraré a quienes atacaron las tropas.— asegura Lethia.

— basta Lethia, no estamos jugando, te recuerdo de tu inútil desempeño en las fronteras dejan mucho que desear de tus capacidades.— le regaña.

— padre por favor, esa vez fue un error, además yo seré la heredera al trono.— responde.

— eso era porque nos convenía tener a sus tropas de nuestro lado, ¿de verdad creíste que te considere apta para el trono?, no seas ingenua Lethia. Ahora sigue llorando en tu habitación y no estorbes.— le advierte.

Lethia aprieta los puños al escuchar las palabras del emperador, jamás creyó que le hablaría de esa forma, incluso creyó que de verdad el emperador la quería en el trono. Lethia salió corriendo de aquella sala, estaba furiosa, culpando a Victoria por todo lo malo que le pasa, es culpa de ella que el emperador la trate mal y la menosprecie.

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