Sinopsis:
En una ciudad donde los sueños y los secretos se entrelazan, dos hombres se encuentran en un camino lleno de amor, traición y autodescubrimiento. Tras un encuentro inesperado, Alex, un fotógrafo con miedo a vincularse, y Javier, un apasionado activista, son arrastrados a una intensa relación que desafía sus creencias, sus pasados y su propia identidad. Rodeados de amigos leales pero con problemas propios, y la presión de una sociedad que a menudo no entiende su amor, ambos deberán enfrentarse a sus demonios internos y decidir si están dispuestos a luchar por lo que realmente quieren.
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Capitulo 19: La Aceptación
Era un sábado soleado cuando Javier y Alex decidieron finalmente dar un paso significativo en su relación: aceptar su amor públicamente. Habían compartido su verdad con amigos cercanos y familiares, pero aún se sentían absortos en la idea de declarar su vínculo a un público más amplio, más allá de su círculo íntimo. Sin embargo, la necesidad de ser auténticos y transparentes se hacía cada vez más apremiante. Quería no solo llevar su amor como una medalla, sino también como un estandarte que celebrara la valentía y el compromiso que habían encontrado el uno en el otro.
Mientras se preparaban para esa tarde, se encontraban en el apartamento de Javier, que había sido el refugio donde muchas de sus charlas más profundas y momentos más dulces habían tenido lugar. Con las ventanas abiertas, el aire fresco entraba, llevando consigo el aroma de la ciudad que despertaba al final de la semana. Las risas de la gente y el sonido del tráfico se entremezclaban con una música suave de fondo, creando un ambiente acogedor.
“¿Estás seguro de que quieres hacerlo?” preguntó Javier, nervioso, mientras ajustaba su camisa frente al espejo. Se pasaba las manos por el cabello con la intención de calmar sus inquietudes. “Es un paso grande, ¿sabes?”.
Alex se detuvo, observando a Javier con cuidado, buscando la chispa que siempre había estado presente en ellos, incluso en los momentos de duda. “Es un paso grande, pero también es necesario. Hemos estado escondiéndonos, y ya no quiero más de eso. Nos merecemos vivir nuestra verdad. Además, nuestros amigos ya lo saben, y con Mateo en el camino de la recuperación, creo que es un buen momento para reivindicarlo. Sabemos lo que hemos enfrentado juntos, y eso nos fortalece”.
“¿Crees que lo entenderán sin juzgarnos? Aunque sabemos que Mateo y algunos amigos han sido comprensivos... tal vez sea diferente para otros”, dijo Javier, su voz llena de presión.
“Al final, lo más importante es que estemos bien con nosotros mismos. La gente siempre tendrá opiniones, pero lo que de verdad cuenta es lo que sentimos el uno por el otro”, respondió Alex, su mirada firme y decidida.
Después de un breve silencio, Javier asintió. “Tienes razón. Si vamos a seguir adelante, hagámoslo con el corazón abierto”.
Ellos acordaron que la mejor manera de hacerlo sería en una reunión informal que habían organizado con su grupo de amigos en un bar local ese mismo día. Decidieron que un ambiente relajado y familiar sería propicio para compartir su verdad y dar un paso hacia adelante.
Cuando llegó la hora, un aire vibrante llenó el bar. Las luces tenues contrastaban con el bullicio de risas y charlas, mientras los amigos de ambos se reunían para celebrar la vida y el bienestar de Mateo, quien les había dado grandes lecciones sobre la resiliencia y la importancia de la amistad. Las mesas estaban llenas de caras conocidas: amigos de la infancia, compañeros de trabajo y algunos conocidos del mundo del arte.
“Esto se siente increíble”, dijo Alex, mirando a su alrededor mientras los recuerdos compartidos danzaban en su mente. Se sintió seguro al pensar que, sin importar la respuesta, tenía a Javier a su lado.
“¿Estás listo?” preguntó Javier, sintiendo que el nerviosismo comenzaba a invadirlo una vez más.
“Listo. Solo necesitamos ser honestos”, respondió Alex con gratitud, tomando la mano de Javier de manera discreta, como si fuera algo natural entre ellos.
La noche avanzó entre risas, anécdotas y la serenidad de la compañía. Mientras Mateo compartía una recientísima historia de su recuperación, Alex y Javier intercambiaron miradas cómplices, reforzando su compromiso silencioso de ser vulnerables juntos.
Después de un rato, Javier se levantó. “Chicos, ¿puedo tener su atención un momento?” Su voz, aunque titubeante, resonó en el bullicio del lugar. Cuando todos se volvieron hacia él, la ansiedad comenzó a transformarse en determinación.
“Quiero agradecerles a todos por estar aquí esta noche. Es increíble celebrar juntos, especialmente porque estamos tan contentos de ver a Mateo recuperándose”, dijo, gesticulando hacia su amigo. “Pero hay algo más que quiero compartir”.
El murmullo disminuyó a medida que la atención se concentraba en Javier y Alex, que se habían unido en una velada que significaba mucho más que un simple reencuentro.
Alex sintió cómo su pecho latía fuertemente, y, reconociendo que compartir sus sentimientos era parte del camino hacia la aceptación, tomó la mano de Javier. “Hay algo que hemos querido decirles desde hace un tiempo. Javier y yo… estamos juntos. De una manera profunda que va más allá de la amistad. Nos amamos”.
El silencio que siguió a sus palabras se sintió interminable. Las miradas de sorpresa se cruzaron, pero pronto las expresiones cambiaron a sonrisas y murmullos de aliento.
“Nos sentíamos un poco inseguros sobre cómo lo recibirían todos, pero no queremos ocultar más nuestro amor. Hemos enfrentado mucho juntos y en ese proceso, hemos encontrado algo realmente especial”, continuó Javier, su voz ahora más firme.
Mateo, quien se encontraba entre ellos, fue el primero en romper el silencio. “¡Eso es increíble, chicos! ¡Me alegra escuchar lo que han compartido! Los tres somos familia, y esto solo hace que nuestro vínculo sea más fuerte”, exclamó, levantando su vaso en señal de apoyo.
Un estallido de risas y aplausos llenó el bar, un alivio colectivo que hizo que Javier y Alex sonrieran al unísono. La tensión que llevaban en el pecho se disolvió, y la autenticidad de su amor quedó expuesta ante sus amigos.
A medida que la noche avanzaba, los abrazos se multiplicaron. La mayoría de sus amigos se acercó para expresarle su cariño y apoyo, mientras que otros dejaron que las lágrimas de alegría fluyeran por sus mejillas. Las palabras brotaban espontáneamente: “Siempre supe que había algo especial entre ustedes”, “La amistad es increíble, pero el amor… ¡Eso es oro puro!”, y “Qué valientes son por ser tan honestos”.
La conexión entre los tres se volvía más fuerte, enriquecida por el apoyo incondicional de su círculo. Era como si la aceptación que previamente habían temido se convirtiera en algo liviano y de espíritu abierto, mostrando que el verdadero amor siempre encuentra su camino, incluso cuando parece que el mundo les resulta complicado.
A medida que la noche avanzaba, el ambiente se tornó festivo. Risas, música alegre y el sonido de las copas brindando se extendieron. Javier miró a Alex y sintió una profunda gratitud por haber dado el salto. Había un sentido palpable de libertad en el aire. Ya no necesitaban ocultarse. Habían dejado atrás las sombras del pasado y, en su lugar, se mostraban tal como eran: dos almas interconectadas, que se habían apoyado mutuamente en las crisis y celebraban el triunfo del amor.
“Entonces, ¿qué hacemos ahora?”, preguntó Alex, mientras sentados juntos, contemplaban la alegría que les rodeaba.
“Seguimos adelante. Sigamos demostrando la belleza de nuestro amor, a nosotros mismos y a quienes nos rodean. Este es solo el comienzo”, propuso Javier, quien había recuperado su alegría a través del apoyo que recibían.
Y así, la noche continuó en un mar de risas y nuevas historias que contar. La fuerza de su amor se celebra no solo en sus corazones, sino también en los corazones de quienes los amaban, creando un camino claro hacia un mañana en el que no solo aceptaran el amor, sino que continuarían haciéndolo florecer, juntos y sin restricciones.
Mientras el sol se ponía sobre la ciudad, una nueva luz brillaba en sus vidas. El camino hacia la aceptación estaba lleno de promesas, y con cada paso que daban, se acercaban más a la vida que siempre habían soñado.
El Amor entre personas del mismo sexo, sean hombres o mujeres, siempre ha sido muy criticado y mal visto,. Pero también hay quienes como ALEX Y JAVIER a pesar de sus miedos y certeza de que su Amor, no sería fácil de entender, tanto para sus familias como para amigos.
La vulnerabilidad de ambos, fue su centro y en base a eso lograron aceptar que lo más importante era estar juntos en todo y para todo.
AUTOR@ te FELICITO, he leído historias como esta pero en ninguna sea hablado de la aceptación personal. Gracias por compartir tu talento, inspiración y trabajo,, creo que es la primera historia de tu creación qué he encontrado, espero poder leer mas de tu inspirado talento!!!