Isabela es una enfermera experimentada, especializada en cuidados especiales, acostumbrada a tratar con pacientes en condiciones graves y delicadas. Cuando es contratada para cuidar a Renato, un joven que lleva 10 años postrado en cama debido a un accidente, enfrenta el trabajo con la seriedad y profesionalismo de siempre. Sin embargo, lo que comienza como una rutina tranquila de cuidados pronto toma un giro extraño. Isabela empieza a escuchar una voz misteriosa dentro del cuarto de Renato, pero al mirar alrededor, se da cuenta de que está sola con el paciente. Inicialmente escéptica sobre la posibilidad de que existan espíritus, se ve desafiante a enfrentar algo que no puede explicar. La voz parece dirigirse a ella, como si el propio Renato, en su estado inmóvil, fuera capaz de comunicarse de una manera que ella jamás imaginó posible. La enfermera se ve dividida entre su cordura y lo que parece una conexión sobrenatural. ¿Es víctima de un delirio, o Renato realmente está intentando hablar con ella, de una forma que trasciende la lógica médica? Día tras día, la línea entre lo real y lo inexplicable se vuelve más tenue, e Isabela debe enfrentar sus propios miedos y dudas para entender lo que está sucediendo.
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Capítulo 11
_Creo que no he oído bien.
_ Sí que has oído, quiero que te cases con Renato y me des un nieto.
_ Doña Aurora, está postrado en cama, no responde por sí mismo, ¿cómo va a funcionar eso?
_ Te lo voy a explicar, cuando tuvo el accidente el médico dijo que podía no sobrevivir, mandé sacar el esperma y guardarlo, porque si fallecía yo pagaría a una madre de alquiler para que engendrara a mi nieto, pero viendo cómo lo cuidas creo que puedo confiar en ti para que lo cuides y, dándote el estado de esposa, si me pasara algo heredarías todo y te comprometerías a cuidar de él y a engendrar a mi nieto.
Renato decidió manifestarse.
_ Isa es una idea excelente, cásate conmigo y cuídame, te prometo que no te tocaré el resto de mis días, mi madre está loca, dile que te negarás a casarte con un proyecto de hombre sólo porque ella quiere un heredero.
Me quedé mirando a Doña Aurora pensando en qué responder, lo pensaré, no tengo familia, al menos así tendré un hijo al que llamar mío, sólo hay un problema, soy virgen, pero no voy a tocar ese tema ahora.
_ Doña Aurora, déme hasta mañana para pensarlo, es una responsabilidad enorme, tendré una persona a mi cuidado el resto de mi vida.
_ Piénsalo bien y dame una respuesta mañana. Si aceptas, haremos un contrato con todos los detalles, incluyendo el niño que vas a engendrar.
Corté el pastel y nos lo comimos las dos. Noté a Renato indignado, intentando hablar conmigo todo el tiempo, después de que ella se fuera, empezó a hablar.
_¿Por qué estás considerando la posibilidad de casarte con un vegetal humano? Sabes que puede que no vuelva nunca más y, aun así, sigues pensando en la posibilidad de casarte conmigo.
_Renato, no tengo familia, no tengo a nadie, al menos así le daré un sentido a mi vida, te tendré a ti y a nuestro hijo que cuidar, tendré un propósito.
_Mereces encontrar un hombre que te haga feliz, que viva la vida contigo y no casarte con un hombre que sólo te dará trabajo, y más adelante, cuando eches de menos a un hombre en tu cama, ¿qué harás? ¿Me vas a engañar? Tengo una idea, pon una cama bien grande y méteme con tu amante. Seremos un trío perfecto.
_Uno sólo echa de menos lo que ha tenido, yo nunca, nunca he tenido relaciones sexuales, así que no lo echaré de menos.
_Mira qué cosa más horrible, eres virgen y te estás condenando a pasar el resto de tu vida conmigo, no lo hagas, no lo permitiré.
Me hizo gracia la forma en que Renato lo dijo.
_Y qué vas a hacer tú, si decido aceptar, ¿me vas a echar? ¿Vas a salir de esa cama para impedir que me case contigo? Vamos, despiértate e impídemelo.
_ Todavía no lo sé, pero no puedo permitir que destruyas tu vida por mí.
_Vamos a dormir y mañana decidiré si voy a ser tu mujer o no, si voy a tener un bebé contigo o no.
