En un pequeño pueblo rodeado de montañas y bosques densos, un joven llamado Leo descubre que su madre está gravemente enferma. Desesperado por salvarla, Leo se embarca en una búsqueda para encontrar el legendario Reloj Mágico de la Luna, que se dice que puede conceder deseos.
Pero el viaje no será fácil. Leo deberá enfrentar peligros y desafíos en su búsqueda del reloj, y descubrirá secretos sobre su familia y su pasado que cambiarán su vida para siempre.
¿Podrá Leo encontrar el Reloj Mágico de la Luna y salvar a su madre? ¿O el precio de su deseo será demasiado alto para pagar?"
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EL PODER INUTIL
Kaelos, triunfante, sostuvo el Reloj Mágico de la Luna en sus manos. Su rostro se iluminó con una sonrisa de victoria.
"¡Lo tengo!" exclamó. "¡El poder del Reloj Mágico de la Luna es mío!"
Pero su sonrisa se desvaneció rápidamente cuando se dio cuenta de que no sabía cómo utilizar el reloj. Lo miró con confusión, intentando encontrar algún botón o palanca que lo activara.
"¿Qué pasa?" preguntó Leo, riéndose. "¿No sabes cómo utilizar el reloj?"
Kaelos se enfureció. "¡Cállate!" gritó. "¡Yo sé lo que estoy haciendo!"
Pero era evidente que no sabía. Intentó utilizar el reloj de todas las maneras posibles, pero nada funcionaba. El reloj permanecía inactivo, y Kaelos se volvía cada vez más desesperado.
Aria se acercó a Leo y susurró: "Creo que tenemos una oportunidad. Podemos intentar recuperar el reloj mientras Kaelos está distraído."
Leo asintió. "¡Vamos!" dijo.
Comenzaron a luchar contra Kaelos, intentando arrebatarse lo el reloj de las manos. Pero Kaelos no se rendiría fácilmente. La batalla había comenzado.
Kaelos Creó una pared de energía mágica para bloquear el camino de Aria y Leo. La pared,
Kaelos, frustrado por no poder utilizar el poder del Reloj Mágico de la Luna, se sentó en el suelo, mirando el reloj con desesperación.
"¿Por qué no funciona?" se preguntó. "¿Qué secreto esconde este reloj?"
De repente, escuchó un ruido detrás de él. Se dio la vuelta y vio a una figura misteriosa que se acercaba.
"¿Quién eres?" preguntó Kaelos, preparándose para defenderse.
La figura se acercó y reveló ser una mujer anciana con ojos sabios.
"Soy la guardiana del Reloj Mágico de la Luna", dijo. "Y he venido a ayudarte, Kaelos."
Kaelos se sorprendió. "¿Ayudarme? ¿Por qué?"
La anciana sonrió. "Porque creo que puedes aprender a utilizar el poder del reloj de manera correcta. Pero debes estar dispuesto a escuchar y aprender."
Kaelos se sintió intrigado. ¿Qué secreto escondía la anciana? ¿Podría realmente ayudarlo a utilizar el poder del Reloj Mágico de la Luna?
La anciana se sentó junto a Kaelos y comenzó a explicarle el secreto del Reloj Mágico de la Luna.
"El reloj no es solo un objeto mágico", dijo. "Es una clave para acceder a un poder mucho más grande. Pero para utilizarlo, debes entender su verdadero propósito."
Kaelos se inclinó hacia adelante, ansioso por saber más.
"¿Cuál es su propósito?" preguntó.
La anciana sonrió.
"El Reloj Mágico de la Luna fue creado para mantener el equilibrio entre la luz y la oscuridad. Es una herramienta para restaurar la armonía en el mundo."
Kaelos se sintió confundido.
"¿Pero cómo puedo utilizarlo para dominar el mundo?" preguntó.
La anciana sacudió la cabeza.
"Eso es exactamente lo que no debes hacer", dijo. "El poder del reloj no es para dominar, sino para proteger y restaurar."
Kaelos se sintió desilusionado, pero también intrigado. ¿Podría realmente cambiar su forma de pensar y utilizar el poder del reloj para el bien?
Kaelos, hay algo que debes saber sobre el Reloj Mágico de la Luna", dijo. "Algo que podría cambiar todo."
Kaelos se inclinó hacia adelante, ansioso por saber más.
"¿Qué es?" preguntó.
La anciana respiró profundamente antes de hablar.
"El Reloj Mágico de la Luna no es solo un objeto mágico", dijo. "Es una clave para acceder a un poder mucho más grande. Pero hay un precio que debes pagar por utilizar ese poder."
Kaelos se sintió intrigado.
"¿Qué precio?" preguntó.
La anciana miró a Kaelos con una expresión triste.
"El precio es tu propia alma", dijo. "Cada vez que utilices el poder del Reloj Mágico de la Luna, perderás un poco más de tu alma. Y si utilizas todo el poder del reloj, perderás tu alma por completo."
Kaelos se sintió conmocionado. No había imaginado que el precio de utilizar el poder del Reloj Mágico de la Luna fuera tan alto.
Pero la anciana no había terminado de hablar.
"Sin embargo", dijo, "hay una excepción. Los que tienen un corazón puro, los que no tienen intención de utilizar el poder del reloj para hacer daño a otros, no perderán su alma."
Kaelos se sintió intrigado. ¿Qué significaba tener un corazón puro? ¿Podría él considerarse alguien con un corazón puro?
La anciana sonrió.
"La respuesta solo la encontrarás en tu propio corazón", dijo. "Pero si decides utilizar el poder del Reloj Mágico de la Luna, debes estar preparado para enfrentar las consecuencias."
Justo cuando la anciana terminaba de explicar el secreto del Reloj Mágico de la Luna, Leo y Aria aparecieron en la escena.
"¡Kaelos, no puedes utilizar el poder del reloj!" exclamó Leo. "¡Es demasiado peligroso!"
Aria se acercó a la anciana. "¿Es cierto que solo los que tienen un corazón puro pueden utilizar el poder del reloj?"
La anciana asintió. "Sí, es cierto. Los que tienen un corazón puro pueden utilizar el poder del reloj sin temor a perder su alma."
Kaelos se sintió invadido por la envidia. ¿Por qué Leo y Aria podían utilizar el poder del reloj y él no? Se acercó a la anciana y le arrebató el reloj de las manos.
"¡No!" gritó la anciana. "¡No puedes utilizar el poder del reloj de esa manera!"
Pero Kaelos no la escuchó. Se volvió hacia Leo y Aria, con el reloj en la mano.
"¡Voy a demostrarles que puedo utilizar el poder del reloj!" exclamó. "¡Voy a demostrarles que soy el más poderoso de todos!"
La anciana se levantó y se acercó a Kaelos.
"¡Kaelos, no!" gritó. "¡No puedes hacer eso!"
Pero Kaelos no la escuchó. Se preparó para utilizar el poder del reloj, sin importarle las consecuencias.