EN BUSCA DE LA FELICIDAD

Estrella despertó primero que yo, estaba muy emocionada por su ida al zoológico, llego saltando a mi cama y según ella ya estaba lista, fue muy gracioso verla usar un suéter al revés y su falda rosa favorita también al revés. le ayude a vestirse mejor y salimos de casa después de desayunar, antes de ir al zoológico pasamos por mi trabajo, tenia un par de pendientes y aun era muy temprano para poder ingresar. A ella le encantaba venir a mi trabajo, los cajeros solían darle golosinas y mi secretaria igual, la deje con ella mientras iba a las bodegas a revisar el inventario que había llegado.

Llegamos al zoológico al medio día, tenia pocas personas, pero igual había fila para ingresar, busque a Sofia con la mirada, pero esta no había llegado, gracias a dios estrella estaba tan encantada por venir que ni siquiera pregunto, encontré a mis hermanas adentro y juntas fuimos a la zona de los osos, tenían una exhibición de osos panda y eran adorable, te les podías acercar y tomarte fotos con ellos, me estaba arrepintiendo de traer a estrella pues ahora quería llevase uno a casa.

- Mami porque no puedo tener uno, mira que le gustan los abrazos.

- Hija ellos viven aquí en familia, si los separas de su mami estarán muy tristes en casa, quieres verlos tristes.

- No, pero me gustaría tener uno.

- Que te parece si te regalo un enorme oso de peluche igual al oso panda, así podrás llevártelo a casa, dije Ana.

- Tan grande como mamá oso tita.

- Si cariño, tan grande como mamá oso, en la tienda de recuerdos lo vi, si quieres vamos.

- Yupi, la tita Ana es la mejor.

- Oye que hay de mí, yo soy la mejor, te puedo comprar a papá oso, dijo Antonella.

Me rio a carcajadas, ya habían empezado su competencia, mis dos hermanas son un caso, paseamos por el lugar un rato más viendo los animales, y les compre a los niños helado, vimos a las jirafas y luego a los leones, pero por mas que le envié mensajes Sofia no aparecía, tal parece que sus ganas de ser madre le duraron muy poco, antes de ir a la zona de los hipopótamos les compre palomitas pues nos dijeron que darían un espectáculo para niños.

La tarde paso volando y los niños estaban cansados de jugar y comer, antes de salir del zoológico y como lo habían prometido mis hermanas le compraron dos enormes osos de peluche a estrella y yo les compre unos leones a sus hijos, fue una escena muy divertida de ver, mi pobre pequeña no podía con los dos osos, pero se notaba feliz, me despedí de mis hermanas pues ellas habían venido en su auto y lleve a estrella al mío, cuando estaba subiendo los osos al auto apareció Sofia con una cara triste.

- Lo siento mucho, quise llegar antes, pero tuve un inconveniente con el auto.

- Ya nos vamos, Estrella está cansada, digo cerrando la puerta del maletero.

- Entiendo, pero déjame llevarlas a cenar.

- Está cansada, estuvo jugando todo el día, lo único que necesita es algo ligero y dormir.

- Por favor, solo será un rato, podemos ir a un restaurante cerca a tu casa para no demorarlas.

Miro al interior del auto y Estrella nos observa expectante, suelto un suspiro y le digo que me siga, ya vino hasta aquí es mejor que se la presente a estrella de una vez.

- Cariño que te parece si vamos a comer pollo a tu lugar preferido.

- De verdad mami, eso sería genial.

- Bien iremos a tu restaurante preferido por una cajita feliz.

- Yupi, mi mami es la mejor.

Pongo en marcha al auto, en pocos minutos llegamos al restaurante y antes de bajar le digo a Estrella.

- Tu mamá Sofía va a comer con nosotros, salúdala cuando la veas cariño, ella te extraño muchísimo.

- Claro, mami puedo llevar a mamá oso y papá oso a comer también, ellos tienen hambre.

- Si, pero no les des pollo, los osos solo comen hojas y les puede dar dolor de estómago.

- De verdad, entonces no lo haré te prometo que los cuidaré muy bien.

- Esa es mi niña, ahora bajemos, tu mamá nos está esperando.

Bajamos del auto y ayude a Estrella con sus ojos, Sofia esperaba en la entrada.

- Hola estrella, yo soy Sofia y soy tu mamá.

- Hola.

- Entremos, estrella tienes hambre.

Tomo la mano de la pequeña y entramos, Sofia se nota algo triste, estrella solo la mira, pero no se le acerca, nos sentamos y ordene para todos, en la mesa se sentía un ambiente algo tenso, pues nadie decía nada.

- Cariño porque no le presentas a tus nuevos amigos a tu mamá Sofia, digo tratando de romper el hielo entre ellas.

- Este son mamá y papá oso, mis tías me lo regalaron en el zoológico, te gustaría cargarlos.

- Son muy lindos, te gustan los osos.

- Mucho, yo quería uno de verdad, pero mi mami dice que si los saco del zoológico se pondrán tristes.

- Por supuesto, pero esos son lindos, te puedo regalar uno la próxima vez que te vea.

- En serio, puede ser un oso bebé.

- Sí, el oso que quieras.

- Puedo mami.

- Si hija, puedes aceptar los regalos de mamá Sofia.

Con un poco más de confianza estrella siguió conversando, le conto sobre sus gustos y que ahora tenia primos y abuelos nuevos, no te la cara de sorpresa en ella, pues no sabia que me había reconciliado con mis padres, después de comer nos despedimos de ella y le prometí dejarla ver a estrella mañana en la tarde, quiere llevarla a pasear al parque y comprarle algunas cosas, no tengo problemas, pero iré con ella, no pienso dejarle a mi hija. De camino a casa estrella me hizo muchas preguntas sobre Sofia y trate de responder a todas, le explique que su mamá estaba enferma, pero que ahora se había recuperado y quería verla a diario, ella comprendido rápido y feliz, pues ahora tenía dos mamas.