Agostina Fernández es una hermosa e inocente adolescente que lleva meses esperando con mucha ilusión su cumpleaños número quince, pero lo que tenía que ser su noche soñada se termina convirtiendose en su peor pesadilla, después de esa noche su vida cambiara para siempre, deberá de afrontarse a muchas dificultades ella sola, pero con un solo objetivo en mente, vengarse de todas las personas que le hicieron tanto daño, podrá llevar a cabo su venganza?
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CAPÍTULO 18
En ese mismo restaurante se encontraba cenando Barbara Wilson, una de las mujeres más adineradas y poderosas no sólo de la ciudad sino del país, había ido a cenar junto a sus amigas para celebrar su cumpleaños número cuarenta y cinco, era una mujer demasiado elegante y hermosa, dueña de la mitad de las perfumerías de todo el país, su esposo había fallecido hace algunos años debido a una incurable enfermedad y habia heredero la mitad de su fortuna, por lo que estaba bañada en dinero
Barbara era conocida en la alta sociedad como una mujer caritativa siempre estaba ayudando a los más necesitados, tenía varias fundaciones que le brindan ayuda a quienes lo necesitarán desde niños, ancianos, personas con adicciones hasta animales, siempre se la conocio por su gran corazón, pero también por ser implacable, todos los que conocían a Bárbara sabian que tenerla de enemiga era como tener al mismísimo diablo de enemigo, nadie que se metiera con Bárbara Wilson salía impune
Después del postre el grupo de amigas se despidió para cada cuál volver a sus respectivas mansiones Pero la señora Wilson decidió pasar un momento por el tocador a retocar su perfecto maquillaje, a medida que avanzaba por el restaurante todas las personas que se encontraban cenando, la saludaba con el debido respeto que se le da a una Wilson, otras sólo agachaban su mirada sabían que una sola mala mirada que me dieran a Bárbara podrían desatar la guerra y obviamente habia una que otra mujer que la mirara con envidia ya que la belleza que poseía Barbara era realmente envidiable
La mujer entro con una bella sonrisa al tocador, amaba sentirse admirada, a pesar de los golpes que la vida le había dado jamás había logrado vencerla y mucho menos borrar esa gran sonrisa que siempre llevaba en su rostro
Pero por primera vez su sonrisa fue borrada de inmediato cuando al entrar se encontró con una pequeña pelirroja inconsciente quién sostenía una recién nacida en sus brazos, su desesperación fue tanta que no le importo arruinar su caro vestido de diseñador y tirarse al suelo para brindarle ayuda a las niñas, Bárbara pidió una ambulancia la cual llegó inmediatamente al saber de quién se trataba el pedido
Los guardias de seguridad estaban sorprendidos su jefa no se quería despegar ni un momento de las niñas tan así que decidió irse con ellas en la ambulancia, solicitando que fueran llevadas al mejor sanatorio del país, ella se haría cargo de todo
Las horas fueron pasando y Bárbara Wilson no se había querido separar ni un segundo de las desconocidas, ni ella misma entendía que le sucedía pero desde que las vio supo que debía protegerlas de quienes fuera
A pesar de tener tanto dinero Bárbara a menudo se sentía muy sola, por lo que estás pequeñas desconocidas de ahora en adelante de no ser reclamadas por su familia serían su compañía y familia
- Barbarita me llamastes? - hablo con sumo respecto la asistente personal de la señora Wilson
- Si ve y compra todo lo que pueda necesitar una bebé recién nacida y también ropa y productos de higiene para la niña, también habla con mi jefe de seguridad y que trate de averiguar quién es y porque se encontraba sola en el baño del restaurante
- Si señora enseguida - La mujer salió casi corriendo a cumplir las órdenes de su patrona
Un rato después Agostina comenzó a despertar, lo primero que hizo al estar completamente despierta fue comenzar a buscar a su hija con la vista
- Dónde esta mi bebé? Mi bebé dónde está? - pregunto la niña al borde de las lágrimas
- Shh tranquila linda, tu bebé está bien la traerán en un segundo - trato de calmarla la mujer
- Quién es usted y dónde estoy? Quiero ver a mi bebé! ! - la mujer sonrió y hablo con dulzura
- Mi nombre es Bárbara Wilson, pero puedes llamarme, Barbi o Barbarita como te agrade, está es el sanatorio Sagrado corazón y como te dije en unos minutos te traerán a tu bebé... Todo estará bien linda no tengas miedo, ahora dime cómo te llamas?
- Me llamo Agostina señora
- Oh qué hermoso nombre, si hubiera tenido una hija la habría llamado como tú - dijo Bárbara sonriendo - Cuántos años tienes Agostina? Y dónde están tus padres? - la mujer vio el miedo en los ojos de la niña y trato de calmarla
- Tranquila puedes confiar en mí, te prometo que tú y tu bebé estarán a salvó, pero no te puedo ayudar si no me cuentas la verdad, habla conmigo linda confía en mí por favor - la mujer era una desconocida Pero le inspiraba mucha confianza a Agostina sentía que podía confiar plenamente en ella por lo que decidió contarle lo que había sucedido
- Tengo quince años y mis padres me echaron a la calle cuando quede embarazada ellos querían matar a mi bebé, si se enteran que estoy aquí vendrán por mi y le harán daño a mi bebita, mis padres no me quieren antes de tirarme a la calle mi madre me confesó que yo no era su hija, no tengo a nadie más que una amiga que me ha estado ayudando a escondidas de sus padres - Agostina también le contó como Delia la había ayudado y otras cosas más que habían sucedido en estos meses
- Eres una niña aún no mereces todo lo que te paso, eres una niña muy valiente y estoy segura que cuando tu bebé crezca estará muy orgullosa de ti, Pero dime dónde está el papá de tu hija?
- No lo sé - la chica también sintió la suficiente confianza para contarle sobre el sexy desconocido
- Será muy guapo, pero fue un desgraciado poco hombre que ni siquiera espero que te despertarás para darte la cara, si lo tuviera enfrente le cortaría las pelo - la mujer se cayó Cuando la enfermera entro con la bebé en sus brazos
- Permiso por aquí están reclamando a su mamá - dijo la enfermera colocando a la niña en los brazos de Agostina
- Hola mi amor soy mamá, eres hermosa, la bebé más hermosa que he visto en mi vida, te amo mi amor, te prometo que saldremos adelante y que algún día te sentirás muy orgullosa de mí, mami te ama mucho
- Es una bebe, preciosa como la llamaras? - pregunto Bárbara
- Aún no lo sé, todavía no me decido - respondió la pelirroja mientras acomodaba a su hija para qué se alimentará
Agostina sonrió y observo a su pequeña bebé era la cosita más hermosa que hubiera visto en su vida, la bebé abrió sus ojos, los cuáles se conectaron con los de su madre y entonces supo que ya nunca mas volvería a estar sola.