Seducción Encubierta te sumerge en un apasionante juego de secretos y mentiras mientras los destinos de Harper Montclair y Ethan Reynolds se entrelazan de formas inesperadas. Harper es una astuta y misteriosa seductora que hace de los hombres ricos su pasatiempo, hasta que un misterioso hombre, Ethan entra en su vida. Lo que Harper no sabe es que él no solo es un hombre rico sino también un agente que investiga sus crímenes.
A medida que se entrelazan temas de seducción y engaño, los dos personajes se enfrentan a un punto de inflexión que pondrá a prueba sus verdaderas identidades y prioridades. Los corazones vulnerables chocan con la traición y la redención, ya que las mentiras se exponen para exponer verdades desagradables. Enfrentando valientemente su pasado, Harper abre la puerta al amor verdadero, mientras que Ethan lidia con la dualidad de sus crecientes obligaciones y afectos.
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CAPÍTULO 17: PASIONES DESATADAS.
Los cálidos rayos del atardecer bañaba el apartamento de Harper, creando un ambiente acogedor. Sentadas en las sillas del comedor de madera oscura, Harper e Isla disfrutaban de un snack saludable: tostadas de aguacate con huevo duro. Un halo de felicidad iluminaba el rostro de Harper mientras confesaba:
—Ethan me dijo que tiene sentimientos hacia mí, ¡y yo también los tengo por él!
Isla sonrió con alegría por su amiga. Desde que conoció a Ethan en la fiesta del padre de Leo, no había duda de la química entre ellos.
—Te lo mereces, Harper. Has sufrido mucho y ahora Ethan ha llegado para traerte luz. Se nota que se quieren, solo hay que ver cómo te miraba ese día en la fiesta.
Tomando un sorbo de su jugo de naranja, Isla añadió:
—Nosotras dos merecemos ser felices. Tú ya has pasado por demasiado, prima.
Un lazo invisible unía a Harper e Isla. Eran primas por parte de la familia paterna y habían compartido una infancia llena de juegos, aventuras y confidencias. Isla fue el pilar de Harper cuando sus padres y abuela fallecieron, un secreto que solo ellas dos compartían.
—Quiero que te alejes de este mundo de engaños, mentiras, secretos y estafas, Isla. Tu alma es noble y no mereces estar aquí. La sonrisa de Harper se tornó melancólica.
—Es cierto que la llegada de Ethan ha sido un apoyo, pero también siento que trae consigo problemas.
Isla frunció el ceño, intrigada por las palabras de su amiga.
—¿Por qué dices eso, Harper? Ethan parece una buena persona.
—Hace unos días estuvo aquí y me confesó sus sentimientos. Dijo que se sentía atrapado entre dos mundos, dividido entre el deber y los latidos de su corazón. Y hay algo más que no te he contado: sospecho que no es un empresario, sino un agente o detective que me investiga.
Las palabras de Harper golpearon a Isla como un jarro de agua fría. La preocupación por su amiga se apoderó de ella. No quería que Harper terminará en la cárcel o peor aún, que le pasara algo malo.
—Por eso quiero que te alejes de esto. No quiero que seas una sospechosa o cómplice mía, en caso de que resulte ser cierto—.
—Si yo fuera a la cárcel o me pasara cualquier otra cosa, quiero que seas tú quien maneje las empresas de mis padres. Quiero mucho a mi tío, pero quiero que seas tú mi heredera, se podría decir—dijo Harper con voz temblorosa pero firme.
Las palabras de Harper llenaron los ojos de Isla de lágrimas. La preocupación de Harper y su voto de confianza la conmovieron profundamente.
—Y por qué no confrontas a Ethan o lo investigas con Lucas—** propuso Isla.
Harper asintió. —Es que tengo miedo de que me diga que sí es una agente. Con el paso del tiempo he comenzado a quererlo, y también me sentiría triste, enojada y traicionada, Isla. Ya busqué ayuda de Lucas, él ya lo está investigando. Si Ethan es un agente, tendría que alejarme de él e irme de la ciudad o del país. No puedo ir a la cárcel, necesito hacer j...
Isla la interrumpió y agarró una mano de Harper. —Cálmate, Harper. No irás a la cárcel, no lo permitiré. Lograremos hacer justicia o venganza por tus padres.
Harper asintió. Después de esa conversación, terminaron de comer su snack e Isla decidió que ya era hora de irse a casa. Se despidió de Harper con un abrazo y un beso en la mejilla, y le dedicó una frase de motivación. Harper le agradeció su visita y le devolvió el abrazo, prometiéndole que le contaría lo que investigara Lucas y que presentía que Ethan iba a venir a verla. Isla se fue.
Ya el sol ya se había ocultado para darle paso a la luna, Harper estaba en su dormitorio, mirando por la ventana mientras su corazón latía con fuerza. Los recuerdos de cada toque fugaz y mirada intensa con Ethan crearon una brecha entre sus intenciones originales y el profundo anhelo que sentía ahora. Era una noche cálida y la brisa acariciaba su piel, recordando la pasión ardiente en su interior. Su mano tembló levemente mientras acariciaba sus labios, recordando la caliente presión de sus labios contra los de Ethan. Se preguntó si estaba pasando por esta tormenta emocional.
La puerta de su dormitorio se abrió lentamente y Harper se volvió hacia ella, su corazón latía más rápido cuando se encontró con la intensa mirada de Ethan. Sus ojos se encontraron por un momento que pareció detener el tiempo, un lazo inquebrantable entre dos almas que habían luchado una contra la otra.
—Harper— susurró Ethan, su voz cargada de deseo reprimido. Cruzó la habitación en varias zancadas largas y la sostuvo en sus brazos con pasión desbordante.
Sus labios se encuentran en un beso irreprimible, una explosión de emoción los engulle a ambos, la mano de Harper se desliza por el cabello de Ethan mientras profundizan el beso, cada toque de sus labios una promesa de lo que arde entre ellos. Sus corazones laten al unísono mientras se ahogaban en un torbellino de sensaciones, cada caricia y suspiro encendían el fuego que los envolvía.
Finalmente, se separaron con sus respiración entrecortado, con las frentes juntas mientras trataban de recuperar el aliento. —Ethan— susurró Harper, la voz llena de urgencia y deseo. —No puedo negar mis sentimientos por ti, y tampoco quiero hacerlo—.
Ethan la miró con una mezcla de pasión y conflicto en sus ojos. —Harper, entiende que es mi trabajo…— comenzó, pero ella colocó suavemente un dedo sobre sus labios, haciéndolo callar. —Que me importa tu trabajo. Sé lo que estás haciendo, Ethan, y sé que tengo secretos que aún no te he contado,dijo Harper honestamente. —Pero aquí, ahora mismo, todo eso queda en segundo plano y lo que siento por ti es real y estoy dispuesto a enfrentar las consecuencias.
Los ojos de Ethan se suavizaron mientras la miraba con una mezcla de gratitud y admiración. Le acarició suavemente la mejilla antes de tomar su mano y colocarla sobre su pecho, donde su corazón estaba en perfecta armonía con el suyo.
—Harper, no puedo prometerte un camino fácil— admitió, —pero lo que tenemos es algo que no puedo soltar. Lucharé por nosotros, por lo que hemos sido y hemos encontrado en la oscuridad de este caos.
Harper asintió afirmativamente. —Eso es todo lo que necesito, Ethan.
Se enfrascaron en otro beso apasionado, marcando su compromiso mutuo con un pacto silencioso. Las chispas de conexión que habían encendido durante mucho tiempo ahora se encendieron en un fuego inextinguible, listo para enfrentar cualquier desafío que se les presentara. Se separaron y Harper lo observaba atentamente, fijándose en cada detalle de su rostro, en sus facciones masculinas.
Se besaron durante un buen rato, en una especie de baile sensual de labios y lenguas que exploraba cada rincón con una avidez desmedida. Las manos de Ethan recorrieron la espalda de Harper, deslizándose por su cintura hasta posarse en sus caderas, atrayéndola aún más hacia él. Ella se arqueó contra su cuerpo, sus pechos rozando el pecho de Ethan con una intimidad que los dejó sin aliento.
Al final se separaron, con los labios hinchados y la respiración agitada. Los ojos de Harper brillaban con una intensidad que Ethan nunca había visto antes, y en los de él se reflejaba una mezcla de deseo y determinación.
—Yo también te quiero —, respondió. —Y pase lo que pase, no lo negaré.
La línea entre el engaño y la verdad aún es borrosa, pero en ese momento, Harper y Ethan optaron por ir por caminos separados, donde el amor verdadero trasciende las mentiras y desata la pasión, lo que los lleva a un futuro incierto lleno de peligros.