Susana caminaba esa mañana en la playa en la cual apenas apuntaba el alba, pero una silueta tirada le llamo la atención, al parecer era una mujer con largos cabellos negros, pero al acercarse, se dio cuenta que era una sirena con diversas heridas en el cuerpo, que apenas lograba respirar.
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Una visita al Templo de Poseidón
En el fondo del mar existe el templo de Poseidón, hermosamente creado.
Allí las ninfas del mar servían en la antigüedad.
Justamente estando en los patios del templo se encuentran Lars y Lucio conversando esperando que los recibieran dentro del templo.
- El viaje fue rápido, realmente Río sabe moverse en el mundo humano, el helicóptero que consiguió rápidamente, nos permitió llegar al Mar.- decía Lucio recordando el rápido trayecto.
-Si, pero cuando escucho el nombre de la pitonisa, prefirió regresar a ver cómo estaba la empresa - Dijo Lars al general Lucio.
-Tenia tiempo que no visitaba el templo de Poseidón, la última vez fue.... - dijo Lucio sin terminar ya que eso fue cuando Serena y Lars se habían comprometido.
-Si ...fue cuando ella y yo nos unimos y recibimos la bendición de Poseidón por medio de la pitonisa Murgen. - dijo Lars.
-¿Ella no era acaso la madre de Serena.? -pregunto Lucio.
-Si y la madre de Río también, que por cierto
soporte mucho a este por Serena - respondió Lars recordando cuántas veces ella le suplicaba por su querido hermano.
Él no se negaba, realmente le encantaba ver su rostro suplicando por su hermano, sus labios temblaban cuando lo hacían, que siempre terminaba besándola desesperadamente, sin embargo ella ya no estaba a su lado ahora.
-Según la diosa del bosque, Artemisa. Nos dijo que Poseidón es el que tiene la respuesta a todo esto.- dijo Lucio observando alrededor, había movimiento las sirenas y tristones iban al templo a una parte donde se ofrecían ofrendas de agradecimiento, muchos devotos nadaban desde lejos al templo.
Pero Lars siempre había sido rebelde y también independiente, no buscaba el apoyo del Dios de manera constante.
-Ahí viene Murgen la pitonisa, a nuestro encuentro. - dijo el General Lucio al ver que esta se acercaba, y es que aún que tenía sus años ella lucía radiante, con razón el Dios de ellos había quedado prendido de la belleza de ella.
-Bienvenido mi Señor,su Majestad Rey de las profundidades acuosas, los estaba esperando, pasen dentro del recinto. - dijo la pitonisa Murgen.
Mientras avanzaban dentro del templo.
La voz de Lars siempre tan imponente y soberano salió de su garganta diciendo: "SI SABIAS QUE VENÍAMOS, ENTONCES SABES LA RESPUESTA DEL POR QUÉ ESTAMOS AQUÍ."
La pitonisa Murgen que iba delante de estos sin voltear a verlos contesto:
"Muy cierto me revelaron de su visita al templo, pero el motivo de su llegada es una información que aún desconozco."
-¿Puedo saber como le avisaron de esta visita?- Pregunto Lars.
-Esta vez fue por un sueño, una revelación. Pero algunas interpretaciones no son tan fáciles de entender, y en otras ocasiónes para inquierir esclarecimiento de lo mismo utilizamos las caracolas- respondió la pitonisa Murgen.
-Exactamente a eso he venido, a inquirir por una situación- dijo Lars.
-Hemos llegado al recinto dentro del templo, aquí su Majestad, puede hablar con la entera confianza y preguntar al Dios Poseidón, esperando que su pronta respuesta tranquilize sus corazón - dijo la pitonisa Murgen, mostrando un recinto donde se encontraba una estatua de Poseidón.
-Pitonisa Murgen, inquiera por que mi hijo no puede volver al Mar - Dijo Lars con una voz firme, que haría que cualquiera volteara a verlo.
Realmente esa voz de Lars es enigmática.
Murgen alzó la mirada, había estado desviando la mirada hacia su Majestad, pero al escuchar sobre el niño, sabía que este se refería al hijo de su amada hija Serena.
-¿Lo encontraste? ¿Esta bien?- preguntó Murgen, no como la pitonisa sino como la abuela del pequeño.
Lars la vio a los ojos.
Se dio cuenta que la misma Murgen desconocía que el niño estaba vivo, el Dios Poseidón le había ocultado a ella esa información.
-Pitonisa inquiera esa información, el niño sufrió un accidente pero al parecer está vivo,
según la Diosa Artemisa , nos dijo que le preguntara a Poseidón sobre estos asuntos.- dijo Lars.
-Comprendo - dijo la Pitonisa y tomo en sus manos las caracolas que agitó en una botella de cristal y frente a la estatua de Poseidón empezó hacer movimientos raros sin soltar las caracolas, entrando de repente en trance.
Había dentro de ese mismo recinto una sirena, que acompañaba a la pitonisa en todo, prácticamente era su discípula y la que sería la próxima Pitonisa en el futuro.
Al ver que La pitonisa Murgen entró en trance, rápidamente tomo un velo sagrado hecho de algas con hermosas escamas plateadas, esas escamas pertenecían a las pitonisas anteriores, era la manera de transferir sabiduría y poder a la siguiente generación, y cubrió con esto a la Pitonisa.
Al estar cubierta la Pitonisa empezó hablar y dijo: "Lars siempre igual a mi hijo Tritón, tan rebelde y prepotente, llevándome la contraria, yo Poseidón estoy aquí para contestar tus preguntas"
Lars y Lucio al escuchar esa voz que no era la pitonisa, por qué era una voz grave.
Rápidamente se inclinaron, mostrando respeto a Poseidón.
Con la cabeza inclinada Lars hablo.
-Mi Señor Poseidón.
¿Porque me impides ver a mi hijo?, tú eres padre así que me comprenderás, además sabes muy bien cuánto tiempo he buscado a mi pequeño.- dijo Lars sin titubear.
-Yo no he impedido que lo veas, en sí ya lo viste.-'Dijo Poseidón.
-Pero hubo un accidente en la tierra y mi hijo está allá, una Diosa llamada Artemisa lo tiene...- Lars aún no terminaba de explicar cuando la voz de Poseidón lo interrumpió.
-Yo le pedí a Apolo que resguarde a mi hija y a mi nieto, hay una conspiración en este mismo mar, así como destruyeron a mi hija Serena, querrán acabar con la vida del niño, sin embargo tú, no te has dado cuenta de la realidad, eres un gobernante del Mar y no pudiste dar seguridad a Serena, mucho menos al niño el hijo del Mar, has fracasado.
El niño solo volverá a sus orígenes cuando estos ya no existan, Lars no me sigas decepcionando..-dijo Poseidón.
-Mi señor Poseidón... La mujer que cuida al niño...
Digo si ambos se encuentran bien...- preguntó Lars.
-Ambos están bien, están en un lugar seguro -: contesto Poseidón y después de eso la pitonisa cayó al suelo, la sierva de ella al ver desmayarse corrió atenderla.
-Mi señora ¿Se encuentra bien?- preguntó la sirena.
-Si... ¿Lars donde estás?- pregunto la Pitonisa Murgen.
-Aqui estoy- contesto Lars acercándose a ella.
Murgen lo tomo de la mano y le dijo: " Hijo hay conspiradores, un bendecido está siendo manipulado, hay dos dioses que desean el control del mar..." y después de decir eso se desmayo.