Nuestro planeta, este hermoso nido donde vivimos parece no querernos aquí. es un planeta feroz, estamos a diario expuestos a todas sus infamias desde lluvia hasta volcanes, el mar que nos refresca nos da oxígeno y alimento y también se eleva, inmisericorde borra ciudades enteras de sus costas, tifones, terremotos. La tierra cuando así le provoca se hunde, se desliza sin importar cuantos de sus hijos queden tapiados Los seres humanos nos hemos abocado a socorrernos los unos a los otros, siempre nos sentimos inclinados a proteger al más débil. Desde tiempos inmemoriales nos hemos organizados para paliar embates de la madre gea. allí donde un accidente natural nos lesione estaremos prestos a ayudarle. en esto basamos nuestra existencia. Ustedes no están solos cuentan con nosotros. Estamos en el mismo barco tratando de mantener el rumbo. Aqui nacimos y moriremos. pero mientras tanto con ilusión y con esperanza parimos hijos, sembramos árboles y forjamos futuro para las nuevas generaciones.
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CAPITULO XXII
La oficina huele a humedad – se lamentó
Maggie - No quedo bien cerrada la ventana y la lluvia humedeció los gruesos
ropajes de la cortina. Adoro las cortinas, sé que ya no se usan, ésta del
estudio es de la decoración antigua de mi padre. Es lo único que se conserva de
su decoración anterior. Solo combina con el mullido sofá antiguo y parece un
rincón de un salón de la edad media. Me quite toda la ropa, me quede en la
pantaloneta que siempre tengo en mi estudio y un top corto. Me calzo con tenis
deportivo. Prendo el celular y lo pongo a cargar. Hay tantas llamadas y tantos
mensajes. Todas de Eduardo, Ernesto y Ely. Me provoca bañarme y dormir, pero
quiero calmar a Mariam. Quien aparece con un café y unas tostadas.
-Se que no has cenado nada. -Esta expectante,
sabe que cuando Maggie toma una decisión es por algo grave - Están como a ti te
gustan rellenas de mortadela y queso, recién sacadas. Ya casi no hay gente.
Tienes razón debí esperar tu razón primero y no juzgarte a priori. Que te paso
el domingo. Que te hicieron.
-Te cuento. No se puede juzgar las acciones
de los demás, me abriste los ojos, uno no sabe porque las personas hacen las
cosas. Tuve tres días para reflexionar. Eduardo insistió mucho que fuera al
cumple año porque quiere estar conmigo. Ely que no sabe que estoy saliendo con
Eduardo hace una fiesta de bienvenida a la novia con la cual él está
comprometido, es una sorpresa. A la
comprometida le han hablado de mí y hasta me conoce porque apenas asome la
cabeza me dijo de putica para arriba. Yo no tengo la culpa. No sabía que ella
existía, ni siquiera sé cómo se llama. Ella no tiene la culpa está defendiendo
su macho. Eduardo, Ely y Ernesto me mintieron. ¿Qué más quiere saber Hermana?
Esta consternada. Dios que bruta soy. Use muy
buen método para calmarla. Comenzó a sonar el celular. Estoy esperando
comunicación con logística en la central para ver si me aprobaron los recursos
para el museo-328. Que solicite. Pero no, es Eduardo.
Bien calmada lo atiendo.
-Buenas noches.
-Maggie, Maggie… ¿Dios donde estas?
-En mi casa. acabo de llegar, me alegra que
también estes bien. En que te puedo ayudar.
-Quiero hablar contigo. No es lo que estás
pensando. No te cierres, por favor.
-No hay problema. Mañana hablamos, me llamas,
cuando tú quieras ven a mi casa con tu prometida para que nos tomemos un café
los tres juntos.
Tumbé la llamada y lo bloqueé. Mire a mi
hermana la hice peor, me mira como si estuviera loca.
-El acusado es inocente hasta que se
demuestre lo contrario -Me hablo resentida-
Recordé, estaba fallando la señal, tenía el
celular en la mano, cuando vi la cara descongestionada de la prometida pulsé
video y grave. Lo revise y aunque tenía mal audio se lograba oír el insulto.
“Tú eres Maggie verdad. Que si eres hermosa. Aprovecha tu …
-No fui capaz de mostrarle el video. Apagué
el teléfono y le dije:
- Lo invite a hablar y es mucho más de lo que
se merece. Ely y Ernesto también me han hecho daño. Creo que algo te contaron.
Tú decides a quien creer espero que no preocupes al abuelo. Está cansado y
enfermo. Estas cosas mínimas las resuelvo sola. Me voy a dormir, Gracias por la cena. Te quedaron ricas las tostadas. Le
bese el pelo. En mi habitación tengo un auxiliar del teléfono de la Academia.
Solo Maggie tiene conexión con él y tiene otro auxiliar en su cuarto.
La joven gozo de un descanso agradable y reparador.
Permanece inmóvil en la cama, agradeciendo la luz del nuevo día aun tenue. Durmió
como un bebe, segura y confiada en su cuarto. Se desperté temprano. fue a la
cancha. Y comenzó a correr. Iba por la vuelta cinco cuando se anexaron tres y
luego se fueron sumando más. Veinte vueltas a gran velocidad a mi lado iban
Eloy y Reinaldo, Carla y Regina atletas de gran rendimiento. Carla me tomo del
brazo, me saco me abrazo por la cintura y nos fuimos a las gradas.
-Si te he buscado. Donde estabas metida -me
interrogaba-
-trabajo de interprete y me llamaron el
domingo para trabajar tres días, me pagan muy bien y todos los gastos pagos.
-Qué bueno, te busco porque en mi cuadra hay
un problema. Eloy me dijo que tienes buen contacto en la policía, es un caso de
incesto. Y el autor es un funcionario. abusa a la hija de nueve años. La niña
no va a la escuela. Dice que tenía problemas mentales. Pero no es cierto. La
madre pidió ayuda porque cree que la niña está embarazada. La vieja se escapó y
la tenemos escondida en una casa, pero ella está muy asustada, desde anoche el
tipo esta solo con la niña y cuando se dé cuenta puede matarla. Parece que está
loco.
-Están seguros que el padre abuso de la niña
-pregunte callada-
-Si la madre carga ropa interior de la niña
manchada de sangre -respondió carla.
- Tenemos que creerle a la doña. Ven conmigo.
Y llame por teléfono al fiscal Manzano, le
explique la situación y su urgencia. La niña esta encerrada en el cuarto, van a
ser las seis de la mañana, el hombre estaba borracho y dormido.
-Dame la dirección de donde está la madre, señorita
Margareth Gerazimov
-Te paso la denunciante y vente para la
cancha múltiple del centro. Trae refuerzo.
-Es solo un borracho - Se rio el fiscal – voy
a llevar policías. Espérenme ahí.
Cinco minutos después llego el fiscal. Carla,
Reinaldo y Regina se montaron en ese carro y se fueron. Y se corrió la noticia:
apresaron un pedófilo en el barrio. No quise saber más de la noticia. Me fui
para mi casa me bañe, desayune me encerré en mi estudio.
-Algo estoy haciendo mal – pensaba la niña,
se paseaba por el estudio - estoy pasando por malos momentos, nunca me había pasado
comenzó con la muerte de mis padres, no levanto cabeza, luego tengo problemas con
Mauro, el problema en el hotel, el abuelo enfermo. Debo controlarme, tengo la
mente dispersa. Me tengo que centrar, me senté, me relaje, evoque mi planta de
rosa y me senté bajos sus ramas espinosas cuajadas de ramilletes blancos y
sentí su dulce aroma mientras mi piel era acariciada por la fresca brisa
matutina que transportaba el gorgoreo de los pájaros negros que saltando de
rama en rama provocan la blanca lluvia de pétalos que planean en el aire, cada
vez más pétalos, cada vez más blanco, más brillante… flotan en paz y silencio…
floto con ellos… soy un blanco pétalo brillante a la deriva sin tiempo ni
espacio.
Debí quedarme dormida, descansada, alerta y
en paz conmigo misma y con el mundo entero. Mariam toco la puerta. Era hora de
almuerzo. Encendió el teléfono. Oyó las llamadas en orden de llegada.
-Ely: Maggie, sé que cometí un error, por
favor hablemos
-Eduardo: Por Dios bonita como le hago ni
siquiera le hablo a Sofia, fue mi novia hace dos años. Se canso de mí y se fue
con un francés. Ni siquiera sabía de ella hasta la supuesta fiesta de
cumpleaños. Hablemos donde tú quieras. Fue obra de mi madre, se enteró que
estamos saliendo está preocupada porque eres muy joven. Sofia solo se está
aprovechando. Por favor llámame y hablemos.
-Ernesto: hola Maggie, perdona que me meta en
esto. Pero Eduardo es más que mi socio, más que mi primo, es mi hermano. Hay
muchos problemas en mi familia, pero a mí solo me interesa la felicidad de
ustedes dos. Necesito hablar contigo, vamos a resolverlo. A qué hora puedo ir a
tu casa.
Vamos a ver que esperan que haga: un mismo
mensaje para los tres. Y active a Alexa mi asistente virtual.
-Alexa – le ordene- envía este mensaje “estoy
de acuerdo, te espero esta tarde a las cuatro en mi casa” a los contactos de
WhatsApp: Ernesto, Ely y Eduardo.
-Si Maggie – comenzó a procesar la
información.
Prende la computadora, mientras almuerza y
sin mas comienza su trabajo. La autorizaron para supervisar dos instituciones
dependientes o propias semanales. Se alegro, en diez semanas tendrá un
diagnóstico de la situación general de cada una de ellas. Lo malo, están
dispersa por toda América. Es un trabajo arduo y se empeñó en realizarlo
personalmente. Comenzará por las dos más cercana. Una está al día, ahí estudia
todas las semanas. La segunda es que supervise en Medellín. La otra más cercana
en el país vecino. Un pueblo fronterizo. Y una aldea con un monasterio, un
convento y una iglesia en medio de la
nada.
Comienzan a entrar llamadas de Eduardo. No
las respondo dejo que se canse de llamar.
Trabaje hasta las dos de la tarde. Jugué con
la computadora un rato. Me bañe, descanse viendo televisión. me puse un
pantalón jeans azul, franela de algodón blanca, zapatos deportivos, me agarré
una coleta me senté a esperarlos.
-Maggie – Marian muy preocupada- tienes
visitas Eli pregunta por ti.
-Marian – le explique -cite a Ely, Eduardo y
Ernesto vamos a resolver el problema. Déjame sola con ellos. Luego te cuento
todo. Te lo prometo. Dile que pasen los tres juntos, por favor no te angusties.
Confía en mí. Dile a Adela que me traiga una cubeta con hielo. Tenía preparada
una bandeja con cuatro vasos. Agua, una botella de whisky Buchanan.A regañadientes acepto. Me miro ofendida.
Comprendo se siente excluida. Y callada salió.
Volvió con los tres de visitas. Los recibos
de pie. Los invite a entrar y sentarse. Ernesto ayudo a Ely. Eduardo me miraba,
se veían incomodos, molesto. Me senté
La puerta quedo abierta, Adele me hizo señas.
Ingreso.
-Que payasada es esta – me regaño Eduardo-
Que te propones.
Le hice seña que esperara y le pedí a Adela
que me ayudara con las bebidas. Sirvió cuatro vasos según las exigencias de
cada uno. El mío seco y puro. Le agradecí y solicita se retiró.