¿Qué harías si tu vida se debate entre el deseo de obtener una venganza o el amor de tu vida con quien puedes comenzar desde cero?
Celeste es una mujer exitosa, cirujana que trabaja para las fuerzas especiales, después de un atentado, ella debe volver a casa, solo para descubrir que su familia ha sido asesinada, ella debe desaparecer y con su nueva identidad, inicia un trabajo de intérprete Para el CEO, Máximo Novikov, con quien no se lleva nada bien, pero Máximo sufre accidente que lo deja en coma, así que su familia le propone a ella que se case con él para cuidarlo y alejar a su novia interesada, a cambio, ellos la ayudaran con su venganza, una oferta tentadora que no puede rechazar, pero, ¿Qué pasara cuando Máximo despierte y descubra lo que ha hecho?
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Capítulo 19 ACCIDENTE Y PARACAÍDAS
...BELLA ROSELLI...
Han transcurrido dos semanas desde que tuve mi primera cita con Oliver. De verdad las cosas entre los dos marchan demasiado bien, incluso lo he visto mirando mis labios y y me ha dado algo de nervios creer que tal vez me besaría.
En mi trabajo desgraciadamente las cosas no son tan tranquilas. A mi jefe le llegó una nota desconocida sin mayores datos sobre quién le enviaba pero lo que contenía era una amenaza, no había duda sobre ello y lo puedo afirmar con total seguridad porque yo fui quien la tradujo. Yo firmé un acuerdo de confidencialidad porque mi jefe protege celosamente su vida privada al igual que su padre pude notar.
Un día mi jefe se fue súper apresurado después de recibir una llamada y la oficina se sintió en paz. Incluso todos los empleados pudieron relajarse y trabajar sin la presión que él ejerce sobre cada uno de ellos; tanto Vivian como yo pudimos respirar relajadas y tomarnos un café al cual pudimos degustar. Siempre gracias al malhumorado nos toca tomarlo súper frío o ni siquiera poder tomarlo porque comienza con sus exigencias terribles y ya no nos da tiempo a nada.
(......)
Hoy mi jefe llegó súper feliz, hasta tenía una sonrisa, no me lo podía creer. Todos estaban comentando sobre qué le había pasado; porque eso claramente no era normal. Incluso la mayoría de nosotros creía que ni siquiera sabía como sonreír. De todos modos por más sonrisa que tuviera no fue amable, ni siquiera dijo gracias a ninguno de nosotros y sus exigencias parecieron aún mayores. Maldito desgraciado, cuánto lo odio.
Después pude enterarme como los demás de que el jefe iba a casarse con esa bruja. Ella al parecer es alguien importante y cuando vieron que en su mano tenía un anillo no hubo demasiado que pensar o que adivinar. Ella llevaba con mi jefe ya mucho tiempo y no había rumores de separación. Fue así que comprendimos porque la alegría del jefe, debía ser demasiado complicado que él con ese carácter encontrara alguna idiota dispuesta a soportarlo.
Por desgracia todo para él es trabajo, más trabajo y por último muchísimo más trabajo. Apenas el compromiso se confirmó nosotros debimos ir a un viaje para ver a un cliente, del cual no sabía mucho en Francia. No tuve tiempo ni siquiera de buscar una maleta; salimos con lo que teníamos puesto. No podría odiarlo más.
Esta vez fuimos en un avión mucho más pequeño y me sorprendí demasiado al ver que uno de los pilotos era mi jefe. Sentía que podría conducirnos a una muerte segura.
Llegamos a Francia sanos y salvos gracias a Dios. Fuimos a una tienda para comprar cambios de ropa ya que la reunión iba a ser casi de inmediato. Yo estaba súper cansada pero él parecía tener energía aún, de todos modos es entendible si solo se dedica a dar órdenes sentado detrás de un escritorio mientras nosotros corremos de aquí para allá.
Acabamos la reunión, cenamos y el me dijo que pidiera dos habitaciones para descansar y al día siguiente nos iríamos.
-Gracias señor- le dije con sinceridad, moría por una cama
-Apúrese Roselli, estoy cansado- debería agradecerme por no golpearlo
(.........)
Nos levantamos por la mañana temprano, desayunamos y nos dirigimos de nuevo abordar ese avión. Realmente yo tuve un muy mal presentimiento pero como mi jefe poco me escuchaba de nada valía decírselo.
Despegamos y poco después mi jefe comenzó a gritar. Algo había sucedido y para mí desgracia pude ver que el otro piloto estaba sin vida. Todo indicaba que había sufrido un paro respiratorio y por más que intenté reanimarlo no hubo forma de hacerlo.
-Sientese ahí y haga lo que le pida- ordenó mi jefe pero yo jamás había pilotado algo en mi vida y de verdad sentía miedo
El avión comenzó a fallar y empezamos a perder altitud. Mi jefe hacía todo lo posible y yo cumplía cada una de sus órdenes pero no había manera de controlar la situación.
Según comprendí entre mis nervios y los gritos de mi jefe habíamos perdido uno de los motores y que me dijera eso significaba solamente una cosa, moriríamos.
Mi jefe corrió conmigo y nos pusimos cada uno un paracaídas debíamos tirarnos del avión. No era algo que yo no había hecho antes porque en las fuerzas especiales muchas veces lo hacíamos, más que nada a modo de entrenamiento.
Saltamos y yo me lamentaba sinceramente de saber que si moría la última persona con quien había estado era con mi jefe y no con Oliver.
Cuando en las fuerzas especiales practicábamos este tipo de cosas siempre era en un lugar seguro y despejado. Cuando algo así ocurría uno no sabía dónde era que podía caer ni los daños que podría sufrir. Yo abrí mi paracaídas y pude ver que el de mi jefe no se abría cuando debería de haberlo hecho. Cuando recién lo hizo supe que la lesión que él tendría sería mucho más grave de lo que a mí me sucediera.
Así fue que después de lo que me pareció una eternidad y por momentos apenas unos segundos acabé cayendo. Me dolía todo el cuerpo, tenía incluso sangre en mis brazos porque me había raspado con varias ramas o árboles; no sé bien en realidad pero a mi jefe no lo veía. Después vi que mi ropa estaba destruida Pero eso era lo de menos, estaba viva y eso era lo único importante.