La Reencarnación De La Bruja De Las Espinas.

Pese a las oposiciones de los ancianos, la ceremonia estaba lista, Victoria ya tenía su vestido, el banquete se había preparado sin ningún inconveniente, además de las invitaciones que fueron entregadas a tiempo. Aunque algunos nobles no podrán acudir, es lo que menos importa, para Wolfram es importante que la boda se realice y así poder anunciar el embarazo de Victoria, se ese modo callara la boca de todos esos ancianos que juraban que casarse con una vampiresa sería su ruina por no poder descendencia y aunque fuera verdad, eso no le importa al lycan, pues solo deseaba casarse con Victoria así puedan o no, procrear.

Roselia por otro lado, ya había recibido el vestido para la fiesta y Vicenzo le regalo un par de zapatillas que irán a juego con este.

— su majestad al parecer ha caído por usted, señorita Lexington.— comenta Luna.

Roselia deja ver una leve sonrisa.— quizás, aunque, es el emperador de Mist y yo, una bruja, si sus intenciones son serias, ¿me aceptarán?— se pregunta.

No había pensado en eso hasta ahora, al principio solo un simple coqueteo con el vampiro, pero lo suyo parece ir por algo más serio. Y ha escuchado que los ancianos siguen queriendo que Victoria se retracte de su matrimonio, así que, en Mist podría ser igual. Pero Roselia es sacada de sus pensamientos por una leve risilla de Luna.

— usted no lo sabe, ¿verdad?— pregunta.— en Mist las brujas son apreciadas y si una se vuelve su emperatriz, para ellos significa que su imperio será prospero.

—¿que?, pero los matrimonios entre distintas especies es mal visto, en especial por la procreación.— menciona Roselia sorprendida.

— si, pero en Mist es un poco diferente, quizás un matrimonio con un hada o un lycan no sea bien visto, pero entre un vampiro y una bruja, la procreación no tiene inconvenientes.— responde Luna.

Roselia estaba sorprendida por tal información, aunque no sabe si será posible que la acepten, ella es una noble y aunque su familia tenga influencia, esto solo es en umbra, en Mist ya es algo diferente. Roselia le agradece a Luna por aquella información y supone que Vicenzo esta consciente de esto, quizás por ello no le preocupa que ellos puedan iniciar una relación.

.

.

.

La noche de la boda finalmente había llegado, la ceremonia sería en la capilla del palacio y pese a que todo se hizo a prisa, muchos nobles han acudido al lugar, después de todo, tenían que quedar bien con el emperador. La ceremonia aún no empezaba, pero, de inmediato algo captó la atención de los que habían llegado, y eso fue, la llegada del ex emperador con Luna de su brazo. Ambos caminan por el pasillo de entrada, captando las miradas de los asistentes, nadie esperaba ver a la pareja llegar junta, si bien había un rumor sobre un compromiso, este no se había comprobado, hasta ahora.

Roselia y Vicenzo ya han tomado un lugar casi adelante, la chica estaba nerviosa, era la primera vez que asistiría a una boda en ese mundo, además, siendo lycan no creyó que se hiciera una ceremonia religiosa.

Ya con los invitados en su lugar, la ceremonia da inicio. El sacerdote espera tras el altar y cuando las puertas principales se abren, los novios hacen su entrada, ambos lucen sus atuendos ideales de la ocasión, un elegante vestido blanco con finas joyas y un traje oscuro con detalles que realza su elegancia.

Tras una breve caminada por el pasillo en el alfombra roja, ambos llegan al altar, donde el sacerdote procede con la ceremonia, aunque menciona que la ceremonia solo es una formalidad ante su diosa del destino, ya que ambos se han unido gracias al enlace que la misma diosa les dio.

Wolfram y Victoria juran ante el altar de la diosa, amarse por la eternidad, ya que ambos no solo están unidos por la diosa, también es porque ellos eligieron aceptar esa unión y tras unas breves palabras del sacerdote, se da por unida la pareja en matrimonio y este mismo, corona a Victoria como la emperatriz de Mond, colocando la corona en ella. Por supuesto, hay quienes aún no están conformes y otros son neutrales, prefiriendo esperar a ver como gobernara Victoria.

Con la ceremonia finalizada, en el gran salón del palacio, dio inicio el banquete para los invitados, por supuesto, Wolfram y Victoria se dedican a saludar a cada familia noble que se acerca a ellos deseándoles un buen matrimonio.

Roselia por su parte, estaba cerca de una de las puertas del balcón, bebiendo una copa de vino, era un poco sofocante estar entre tantas personas. Vicenzo estaba a su lado notando esa incomodidad.

— si desea irse, puede decirme, la escoltare hasta su habitación.— comenta con amabilidad.

— estoy bien, además no sería justo retirarme después de que se esmero en las clases de baile.— responde la rubia.

Vicenzo sonríe ante la respuesta de la chica, pero la invita a salir un momento al balcón para tomar un poco de aire fresco y alejarse del bullicio de la gente. Mientras tanto, la fiesta seguía avanzando, todos disfrutaban de esta, ya que para los hombres era el sitio ideal para forjar alianzas en los negocios y para las mujeres, el lugar perfecto para los chismes del momento.

Más tarde, llego el momento del baile de la pareja recién casada. Victoria y Wolfram pasan a la pista tomados de la mano, Wolfram hace una leve reverencia ante la vampiresa, sorprendiendo a todos y al iniciar la música, ambos comienzan con el baile, Victoria se deja guiar por el lycan, sin dejar de mirarse a los ojos, Wolfram sonreía fascinado por el momento, porque finalmente esa mujer ante él, era su esposa y la madre de su hijo. ¿Quien diría que su enemiga terminaría siendo su emperatriz?, si alguien se lo dijera en el pasado, pensaría que esta loco, pero, lo imposible, termino siendo posible.

Al terminar la pieza, ambos hacen una reverencia ante el otro y se alejan de la pista para permitir que los invitados pasaran a disfrutar también del baile. Roselia y Vicenzo que aún seguían en el balcón, Vicenzo le ofrece la mano a la rubia.

— ¿me daría el honor de ser mi pareja de baile?— comenta el vampiro.

— un placer majestad.— Roselia le da la mano.

Ambos regresan al salón de la mano pasando hasta la pista, Vicenzo la sostiene de la cintura con la mano libre, mientras que Roselia coloca su mano libre sobre el hombro del vampiro, iniciando así el baile. Roselia sigue los pasos de Vicenzo tal como él le había estado enseñando días atrás.

Al finalizar la música, ambos se retiran de la pista, pero un par de jóvenes se acercan a Roselia pidiendo que les acepte un baile, pero Roselia los rechaza con amabilidad.

— señorita, es solo un baile, me sentiré honrado de bailar con la dama mas bella de la fiesta.— comenta uno de los hombres.

— agradezco su halago, pero.— sostiene el brazo del vampiro.— sería inapropiado para mi prometido.

Roselia apoya su cabeza en el hombro del Vicenzo, quien se tensa ante las palabras de la chica. El hombre que había insistido se disculpa retirándose del lugar. Vicenzo deja escapar un leve suspiro.

— no debería mentir de esa forma.— comenta el vampiro.

— ¿mentir?, ¡oh!, yo creí que planeaba proponerme matrimonio.— hace un pequeño gesto de tristeza.

— e-este yo...— Vicenzo no sabía que decir.

Roselia sonríe ante la reacción del vampiro, quien lo viera no podría imaginarse que era en realidad alguien tímido cuando se trata de estar con una mujer.

— no se ponga así, solo lo dije para que no siguiera insistiendo.— agrega Roselia.

Vicenzo aprovecha que aun sostiene la mano de la rubia para guiarla hacía fuera del salón, alejándose lo suficiente de la zona para estar fuera de la vista de curiosos. Al llegar al invernadero, Vicenzo aun sosteniendo la mano de Roselia la mira a los ojos.

— señorita Lexington, aunque llevamos poco de conocernos, nuestro acercamiento ha sido más que solo una amistad y mis intenciones son serias, al punto de pensar en un compromiso con usted.— expresa con sinceridad Vicenzo.

Roselia si que se sorprendió por sus palabras, si bien había notado las intenciones del vampiro, no creyó que llegaría a pedir algo más serio. Roselia se acerca más a Vicenzo y le abraza del cuello.

— acepto su propuesta...—

Roselia sella los labios del vampiro en un intenso beso, el cual este corresponde abrazando a la rubia de la cintura.

°°°