James Jones, J.J es un hombre guapo, orgulloso y sexy, hijo único de la famila más rica y poderosa de la ciudad. Acostumbrado a tenerlo todo al precio que sea.
Casandra Howell una joven sencilla, tímida, y solitaria, enamorada desde niña en secreto del joven Jones quien era diez años mayor que ella. Pero Casandra creció con problemas de autoestima debido a que de niña fue obesa, y su hermana mayor Monique en cambio si era una auténtica belleza.
El destino de Casandra pondrá su voluntad a prueba cuando, un día se despierta en la habitación de un hospital y le informan que fue drogada y abusada sexualmente.
Alguien le había robado su virginidad y su inocencia. Y ella no recordaba nada.
Cómo pudo ese encuentro de una noche cambiarlo todo?.
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Capitulo XIX.
En la tercera copa de vino la joven pensó qué, después de todo si podría enfrentar la oscuridad, estaba intentando llegar a su habitación envuelta en las penumbras cuando escuchó un ruido en la puerta de entrada que la dejó paralizada por completo.
Miró a todos lados buscando algo que pudiera utilizar para defenderse, agarró una piedra de cuarzo grande que adornaba una de las mesitas del salón de estar, y se metió detrás de uno de los sofás se sentó en silencio, y al escuchar el ruido de la puerta abriéndose, su corazón empezó a latir con fuerza. Cuando intento incorporarse para optar una mejor posición de ataque sintió que el suelo se movía; estuvo a punto de soltar la piedra. Cuando pasó el mareo, escuchó con atención y se relajó un poco, pues lo único que percibió fue el sonido del viento y de los relámpagos de la tormenta que se desataba afuera.
_ Calmate Casandra_ se dijo a si misma_ Eso solo la tempestad.
Entonces el ruido se escucho ya dentro de la casa, y volvió a levantar la piedra, rezando en silencio para que el intruso solo haya entrado a robar y no fuera un asesino serial como en los programas que tanto le gustaba ver, la picarian en pedacitos pequeños y se la darían de comer a los tiburones, o le meterían piedras en el cuerpo y la arrojarian al mar, y ella terminaría siendo un fantasma vagando en esa isla, no lo permitiría pensó la joven, no sin dar lucha primero. Así que se armó de todo el valor que le había proporcionado el vino, y se abalanzó hacia adelante.
_ Estoy armada, y ya llamé a la policía_ mintió la joven con la intención de acobardar al intruso.
La figura alta y oscura que entraba saltó hacia atrás cuando Casandra lanzó la piedra. James maldijo y avanzó hacia a ella y la llevo al interior de la cocina donde la hizo sentarse en una silla, y saco algunas velas de un cajón y comenzó a encenderlas dando a la casa un ambiente menos atemorizante para la joven.
_ A qué demonios crees que estás jugando?_ preguntó con irritación.
_ Lo lamento, yo..._ no pudo continuar hablando y comenzó a reírse sin parar.
James dejo escapar una exclamación, y se le quedó mirando sin dar crédito a lo que veía. Casandra seguía riéndose sin parar hasta el punto de que le lagrimaran los ojos.
_ Pequeña tonta_ dijo con un eje de diversión por la risa contagiosa de Casandra.
_ Asustar a un ladrón_ respondió ella cuando dejó de reir.
_ Hiciste un trabajo excelente_ se burló él_ Quien necesita un rottweiler, si te tiene a tí?_ sonrió mirándola con ternura.
_ Creo que el culpable es el vino_ murmuró Casandra poniéndose de pie, y limpiándose las lágrimas de los ojos_ Habías dicho que no vendrías hoy, se desató de pronto la tormenta, la luz se fue_ dejó de hablar porque volvió a sentirse mareada.
James la sentó y observó la botella casi vacía con ojos entrecerrados.
_ Pensé que no te gustaba el alcohol?_ dijo él levantando una ceja_ Creo que necesitas un poco de café negro_ opino él_ A mi tampoco me caería mal.
_ Ya lo hago_ dijo la joven con voz temblorosa e intentó ponerse de pie_ Me encargaré de eso, tu haz estado afuera con esta terrible tormenta y...
_ Por favor, por el bien de ambos, permanece sentada_ con tono autoritario y ella obedeció sin replicar, pues sentía que el suelo de nuevo se movía_ Te sentirás mejor por la mañana.
_ Si Gracias_ dijo ella.
_ Lo siento! no imaginé que la tormenta llegará tan pronto, apenas supe del mal tiempo traté de llegar antes, pero no pude_ dijo él, ella lo miró y tomó la taza que le ofrecía. Bebió un trago del líquido caliente antes de responder.
_ No es tu culpa. Por suerte no puedes controlar el clima_ dijo sarcástica.
Después de una pausa James añadió.
_ Te encanta provocarme, verdad Casandra? Por suerte para ti no acostumbró a discutir con borrachos_ se burló él.
_ Ja. Ja.Ja.Que gracioso eres. Además no estoy borracha, solo un poco mareada_ aclaró la joven.
_ Todos los caminos están bloqueados_ dijo él cambiando de tema_ Lo sé porque acabo de caminar desde el pueblo de pescadores_ se quitó el abrigo_ Estoy empapado, hambriento, y cansado, voy a tomar una ducha.
_ Por supuesto_ Casandra se sintió culpable por no haberse percatado del estado de su ropa, había pasado todo eso porqué estaba preocupado por ella, y se dio de que también su ropa estaba húmeda, pues él la había sujetado. Entonces vio James temblar de frío; parecía exhausto_ Ve a ducharte, yo pondré a calentar el pollo de la cena.
James se dirigió a su habitación y Casandra le sirvió la comida, ella no estaba segura de poder aguantar algo en su estómago. Fue en busca de James, ahora que él estaba a su lado la oscuridad no le parecía tan terrible.
Entró en la habitación y escucho que James estaba en la ducha, entreabrió la puerta del baño para decirle que la comida ya estaba lista.
_ Te esperé aquí_ le indicó la joven.
El ruido del agua dejó de escucharse y James murmuró una respuesta, pero a Casandra le comenzaba a doler la cabeza y sentía los párpados pesados. Se recostó en la cama suave y se cubrió con la colcha. Casi de inmediato se quedó dormida.
_ Casandra, Casandra_ escuchó que alguien la llamaba_ Vamos despierta Casie. Cuántas copas de vino bebiste?
_ No... Me dejes sola James_ pidió la joven adormilada_ Me da miedo la oscuridad.
_ Te llevaré a tu habitación, para que te acuestes cómo es debido_ dijo James con tono divertido.
Casandra dejó escapar un gemido e intento sentarse, pero se volvió a caer en la cama riendo.
_ Me siento rara_ dijo la joven.
James murmuró algo entre dientes y la hizo sentarse. Colocó una mano en su espalda para detenerla y se arrodilló junto a la cama.
_ Escúchame Casandra, voy a llevarte a tu habitación y allí podrás dormir Casie_ le dijo él con ternura.