Luego de ser traicionada por su mejor amiga y su prometido, Bella busca la manera de vengarse de las personas que una vez quiso como a su propia familia.
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capítulo 4
Bella...
El evento había sido anunciado en varias noticias y portales de la farándula. Verónica pertenecía a una de las familias hoteles más importantes de la costa de Miami y Eric había logrado subir su estatus y conexiones, gracias a su actual relación. Su sueño parecía haberse cumplido, puesto que aparecía en muchos comerciales e incluso Max me había informado que estaba apuntó de filmar una serie donde él sería el protagonista. Obviamente, ser el futuro cuñado de Vladímir Salvatore tiene sus ventajas, y ese también iba a ser mi objetivo. Verónica tenía un hermano seis años mayor, Vladímir, su única familia. Luego de la muerte de sus padres, Vladímir cuido de ella y también se hizo cargo de los negocios familiares. Recuerdo como siempre presumía el amor que su hermano mayor le demostraba y como siempre lo manipulaba para que él cumpliera todos sus caprichos.
Si quiero lograr mi objetivo de dañar a Verónica, sé muy bien que mi objetivo no es Eric, mi objetivo es Vladímir.
Pérdida en mis pensamientos, no me di cuenta de que habíamos llegado, hasta que Max abrió mi puerta y extendió su mano.
— Cariño, vamos, ya estamos aquí.
Sonreí en forma de disculpa y al bajar y ver a tantos fotógrafos y reporteros susurré prácticamente en el oído de Max.
— Vaya, veo que quería que fuera el evento del año.
— Eso parece...
Ambos caminamos por la gran alfombra roja y al ingresar Max se disculpó conmigo y se retiró a saludar a algunos conocidos. Sabía que haría eso ni bien llegáramos, es por eso que solo sonreí y me dirigí a la barra para pedir un Martini. No tenía ganas de hacerme notar antes de tiempo, pero el espectacular vestido que llevaba puesto casi no dejaba nada a la imaginación y estaba llamando la atención de más de uno de los caballeros presentes. El vestido era uno de mis últimas creaciones, tenía un gran escote, con la espalda descubierta, una gran abertura en una de sus piernas y era largo hasta los tobillos. Su color era champán qué contrastaba muy bien con mi pelo largo negro. Mi maquillaje era delicado, y aunque no quería resaltar tanto sobre la multitud, esta sensación de deseo y atracción al sexo opuesto, hacía que mi seguridad y ego aumentarán.
De pronto a lo lejos vi como Vladímir Salvatore hacia su gran entrada acompañado de una mujer que no soltaba su ante brazo y dirigiendo mi mirada penetrante hacia él, lo observé por un largo rato hasta que vi como sus ojos se enfocaron en los míos. Sonreí al haber logrado mi objetivo y tomando mi copa me dirigí hacia el gran jardín del salón.
La noche estaba hermosa, era una típica noche de verano, por un instante cerré mis ojos y olvidé a que había ido ahí. Estaba tan concentrada en la cálida brisa de verano que no note que un hombre se había parado justo a mi lado hasta que su gruesa voz dijo.
— ¿Está disfrutando de la fiesta?
Sonreí y abriendo lentamente mis ojos dije.
— No... estoy disfrutando de esta calidad brisa de verano. Es extraño lo mucho que se puede extrañar algo tan simple como una noche de verano.
Volteó a ver el rostro de la persona con la que estoy hablando y al darme cuenta de que era Vladímir, sonreí y haciendo ademán de retirarme, dijo.
— Espere... continúe no quise interrumpirla.
— No se preocupe, ya estaba por ingresar, la pareja ya está por llegar y quería sorprendernos con mi llegada.
— Ya veo... ¿Conoce a mi hermana?
— ¿Su hermana? Ahora entiendo todo, es por eso que me resultaba familiar.
Si soy amiga de Verónica fuimos a la universidad juntas, también conozco a Eric, se podría decir que gracias a mí ellos están juntos. Yo los presente.
Veo como examina mi rostro y solo asiente para luego decir.
— Ya veo, ¿y por qué dice que le resultó familiar? En los años de universidad de mi hermana nunca pude ir a verla...
— No, y es por eso que muchas de nosotras estábamos ofendidas con ella por ser tan egoísta. Ella teniendo un hermano como usted y nunca nos quiso presentar.
Veo como sonríe de lado por mi atrevimiento y luego extiende su mano para después decir.
— Muy bien, entonces hagámoslo ahora. Mucho gusto en conocerla, mi nombre es Vladímir Salvatore.
Sonrió coqueta y tomando su mano le respondo.
— El gusto es mío señor Salvatore, mi nombre es Isabela Mussicardi. Pero... puede decirme Bella, no me gustan las etiquetas.
— En ese caso llámeme Vladímir...– antes de poder terminar nuestra conversación la mujer con la que había llegado se acercó a nosotros y con voz chillona dijo.
— Cariño... hasta que por fin te encuentro, rónica y Eric acaban de llegar.— Veo como sus ojos se posan en mi persona y fingiendo una sonrisa amable dice– ¿Quién es ella Vlad?
Sonrió de la misma forma que esa mujer y extendiendo mi mano digo.
— Mucho gusto señorita, mi nombre es Isabela Mussicardi...
— Mmm ya veo.— la mujercita me deja con la mano extendida y colgándose nuevamente del brazo de Vladímir agrega. — Debemos irnos Vlad.
Veo como frunce su rostro, pero aun así asiente y mirando en mi dirección dice.
— Espero volverla a ver señorita Bella.
— Lo mismo digo señor Salvatore.
Sonrió al ver que la mujer me clava su mejor mirada de asesina y en cuanto se marchan los dos del jardín vuelvo a quedarme sola a espera de mi momento crucial.
La noche fue avanzando, y los invitados convivían en armonía hasta que el momento de los brindis llegaron. Uno a uno de los amigos más cercanos de la pareja fueron pasando para darles sus mejores deseos, hasta que decidí que era el momento de mi gran entrada.
Camine a paso firme hacia el centro del salón y tomando una copa de champán llame la atención de todos los invitados y en especial de la feliz pareja. Juro que nunca creí que mi aparición tan repentina, hiciera que verónica perdiera el color en su rostro. Era como si estuviera viendo un fantasma. Eric no estaba mucho mejor que ella, pero intentando guardar mi rostro de satisfacción dije.
— Gracias, amiga por invitarme a este día tan especial para ti. Sé que aunque hace mucho que no nos veíamos, tu y Eric son la pareja perfecta.
¿Alguna vez les contaron como se conocieron?— El rostro de Eric y Verónica casa vez perdía más y más color. Las personas presentes no entendían por qué ambos tenían esas expresiones, pero de pronto Verónica al volver en sí y oír mi pregunta dijo.
— ¿Bella? ¿ Cómo es posible? Tú... tú moriste...
Las risas y el ambiente alegre cambio de pronto a uno de tensión e incertidumbre al oír la afirmación de la novia.
— ¿De qué hablas Vero? Por supuesto que no estoy muerta, ¿o es que crees estar viendo un fantasma?— Las risas de los invitados se escucharon por lo bajo y agregue — Es verdad que hace mucho que no nos vemos amiga, pero aun así hice todo lo posible por llegar a tiempo para este, tu gran día.
Veo como Eric aun sin salir de su estado de conmoción toma la mano de Verónica y la apretá levemente para así intentar calmarla. Al ver esto sonrió y retomo.
— ¿Dónde me había quedado? A sí... en como se conocieron. Bueno digamos que sin mí esta bella historia de amor no sería la misma, ¿o no es así Eric?— Veo como traga duro y tomando su copa bebe un sorbo de ella intentado ocultar su nerviosismo. Es ahí donde finalmente sonrió y extendiendo mi copa al aire digo.— Aun así estoy convencida de que ustedes debían conocerse y terminar juntos, ya que ambos son tal para cual. Así que chicos, deseo que ambos sean muy felices y que reciban todo el amor y el cariño que un día usted me dieron.
Un brindis por los novios...
Los demás invitados toman sus copas y siguiendo mis movimientos brindan por la feliz pareja.
Camino en dirección a Max quien esta más que sorprendido por mi autocontrol y le susurro a su oído.
— Necesito irme de aquí, ¿viene o me voy sola...?
— Toma las llaves de mi auto, yo me quedaré un rato más y luego te cuento que sucedió.
Asiento tomando las llaves de su mano y tomando mi cartera me dirijo hacia la salida.
Pronto soy alcanzada por Eric, quien me toma de mi ante brazo y apartando del ojo público me arrastra por los pasillos.
— Eric suéltame... suéltame o te juro que voy a gritar.
Veo como detiene su paso en seco y con su rostro completamente furioso dice.
— ¿Qué diablos Bella?... ¿Cómo pudiste hacerme algo así? Te desapareces por dos años, finges tu muerte y ahora te aparece a hacerme esta escena frente a todos estos invitados...
— ¿Perdón? ¿Yo te hice? Fueron ustedes quienes jugaron conmigo, ¿o qué creyeron?, que no sabía que ambos tenían una aventura.
Veo como duda por un instante y contesta.
— No es así, nuestra relación empezó después de que tú murieras... o mejor dicho desaparecieras y fingieras tu muerte.
— Eric no soy tan ingenua como crees, no te olvides con quien estás hablando. Igualmente, eso ya es parte del pasado, solo quería desearle la mayor de las felicidades y decirles que no se preocupen por mí, yo no como platos de segunda mesa. Así que quédate tranquila linda, no vine a quitártelo — Veo como Verónica sale de su escondite y mirándome con algo de culpa intenta darme la cara, pero baja su mirada y es ahí donde agregó— Es una lástima que una amistad de tantos años se terminará por tan poca cosa.
Camine nuevamente hacia la salida y al ver que al final del pasillo se encontraba Vladímir con su rostro serio, lo mire de frente y dije.
— Ya me retiro señor Salvatore...
— Creo que es lo mejor.
Asiento y doy algunos pasos hacia la salida, pero al ver que aún no me quita su mirada de encima agregó.
— ¿No viene?
Veo que su rostro aún no pierde la seriedad, pero luego de vacilar por un instante asiente y caminando hacia mi, me toma de la cintura y ambos salimos juntos de allí...
que buen humor autora mis felicitaciones me hizo reír un montón