El Trato, ¿Venganza O Amor?

Por su lado, una vez Isabella ha salido, toda la atención de Federico está en su nieto, quien se mantiene en completa calma tomando de su café, como si no fuera nada lo que acaba de pasar.

- Alessandro, me explicas, ¿Qué es lo que está pasando? – Interroga Federico.

- Abuelo ya viste todo, ella es Aria y es mi esposa, la señora Castillo. – Declara Alessandro sin más.

- De verdad, ¿es eso cierto? – Intenta nuevamente Federico.

- Si abuelo ya te lo dije, es verdad, te enviare una copia del acta de matrimonio para que te quedes más tranquilo y lo confirmes.

- ¿Por qué te casaste con ella?

- Abuelo, ¿no querías tú que me casara?, bueno encontré a la mujer indicada y me case, no deberías estar feliz por eso, ahora puedes estar tranquilo, no estoy solo, tengo a alguien a mi lado y no tienes de que preocuparte, no pienso divorciarme, tendré un largo matrimonio. – Asegura Alessandro firmemente.

Federico sabía que Alessandro ya no le diría más, así que decidió dejar el tema por la paz de todas formas investigara más sobre esa mujer, aunque la verdad es muy hermosa y dulce, además está seguro que no hay la más mínima posibilidad que haya engañado a su nieto, ese hombre es demasiado inteligente para eso, así que si es por dinero tuvieron que llegar a un acuerdo, pero al mismo tiempo los vio tan bien juntos que muchas preguntas llegan a su cabeza.

- Está bien, ya no diré más, ve a visitarme con ella, además debes presentarla a la familia, la señora Castillo no debería ser mantenida como una amante oculta. – Declara Federico.

- Claro que no la mantengo como una amante oculta, es solo que nos acabamos de casar y quiero que esté preparada para enfrentar a los castillos, sin querer salir huyendo. – Explica Alessandro, aunque sabe perfectamente que esa mujer no saldría corriendo por nada del mundo, sabe lo valiente que puede ser y seguro ese solo sería un reto para ella.

- Muy bien, por cierto, habla con Irene. – Menciona Federico.

- Claro que no, tu fuiste el que la llego de ideas estúpidas en la cabeza, tú lo solucionas. – Expresa Alessandro indiferente.

- Tu…. Ahhhh bueno ya lo hare yo, cuídate, me voy. – Se despide Federico.

- Está bien, también cuida de tu salud y si me necesitas llámame o por lo menos avisa de tu visita, tuviste suerte de encontrarme.

- Bien.

Una vez afuera Federico salió, vio a la esposa de su nieto en la sala hablando de forma divertida con Walter, Beto y Martha quienes le contaban historias de Alessandro desde cuando era un niño, de verdad que, al verla reír ahí tranquilamente, puede ver que es una mujer muy hermosa y al parecer muy buena, quizás de verdad es una buena compañera para su nieto.

De pronto Isabella se percató de la presencia de Federico.

- Señor Federico se le ofrece algo. – Dice Isabella levantándose rápidamente para acercarse a él.

- No para nada muchacha, ya nos vamos, gracias, te espero pronto en mi casa. – Expone Federico dirigiéndose a la puerta. – Walter nos vamos.

- Si señor. – Responde este. – Señora Aria ha sido un placer espero verla pronto. – Se despide Walter.

- Claro que sí, que tenga buen viaje. – Los despide amablemente Isabella, dejándolos bastante conformes.

Una vez se han marchado Isabella se acerca a Martha y Beto que siguen ahí.

- Creo que salió bien, ¿verdad? – Consulta Isabella, ellos conocen más a Federico.

- Si mi niña, parece que el señor Federico se fue tranquilo, eso es un buen indicio, si no le hubieras agradado, créeme te lo hubiera hecho saber de inmediato.

Después de escuchar eso Isabella se quedó más tranquila, parece que hizo un buen trabajo.

- Gracias nana, por favor me subes un café, para relajarme. – Indica Isabella.

- Claro que sí, mi niña ve subiendo ya te lo llevo.

- Gracias.

Por su parte Federico iba en completo silencio en el vehículo, mientras Walter lo observa, sabe que en este momento debe estar analizando toda la situación. Cuando sale de su silencio para preguntar:

- Walter, ¿Qué opinas de todo esto?, te vi hablando bastante con la chica. – Pregunta Federico aun pensativo.

- Me sorprendió mucho, pero creo que es una buena noticia, tal vez era justamente lo que usted quería. – Responde tranquilo Walter, pues por lo poco que pudo tratar con ella, le pareció una mujer encantadora, además que parece alguien con carácter, quizás la mujer que necesita Alessandro.

- ¿Tú crees?, por si acaso quiero que la investigues, averigua todo sobre ella. – Indica Federico, decidiendo esperar el resultado de la investigación antes de cualquier cosa.

- De inmediato. – Se compromete Walter, para enviar hombres a hacer el trabajo, lo más pronto posible.

Por otro lado, Isabella quien ya está recostada en la cama tomando su café mientras revisa una información en sus correos, sonríe al recibir un mensaje en su celular.

- “Primer paso, Listo” – El contenido era corto, pero lo suficientemente diciente para ella, había esperado años este momento, ahora todo su plan está en marcha y está segura que lograra su cometido, aunque aún no sabe que en el camino se encontrara con más secretos de los que esperaba.