Guardianes Poderosos En El Mundo Sobrenatural

Como el acumular de los granos del desierto el tiempo a pasado y 373 años de la fundación del Reino, se dieron las vacaciones para el Rey que le fueron impuestas por el consejo, ya que era su cumpleaños 533 y necesitaba tiempo libre de calidad, así como cantidad y es un viaje largo donde arriba a california en el Aeropuerto internacional de Sacramento, tiene planeado visitar el Parque Nacional de Yosemite, Parque Nacional Kings Canyon y Parque Nacional Sequoia en ese orden pero toma la decisión de visitar el Restaurante Richmaid antes de ir a Yosemite y dejan EEUU por el Aeropuerto de los Ángeles allí mi acompañante le ha surgido un imprevisto (encontró a su pareja destinada) el guardián Claus y no volverá por un par de días, hasta entonces planeaba esperar tranquilamente en el hotel.

En la noche en un bar se encuentran dos hombres que llaman la atención de Arlet y este se da cuenta de que son sus compañeros uno tiene un tono de piel bronceado ligero, su cabello estaba arreglado con una carrera de medio lado y su pelo estaba acomodado de manera tal que no impedía ver sus ojos, en la zona de adelante su pelo llega hasta sus pómulos, siguiendo hacia atrás cubre sus orejas y al final cubre su nuca; lleva una ligera barba.

Mientras que el otro es todo lo contrario, piel clara, cabello corto estilo militar, bien afeitado y además la diferencia de estatura es de unos dos centímetros; pero con respecto a la altura de Arlet es de unos diez centímetros.

Ellos se acercaron a Arlet y lo invitaron a bailar con el rey en el centro de manera erótica, al punto de que animaron a Arlet a tomar una decisión impulsiva de acompañarlos a la habitación que tenían en el mismo hotel en el que se hospedaba.

Los roces llenaron el cuerpo de Arlet, mientras era acariciado en su apertura debajo de su pene por su compañero de tez clara, el fuerte de piel bronceada dilata su ano, el tiempo pasaba de caricia a caricia y se unieron los cuerpos en una danza sensual donde sube la temperatura, las respiraciones se aceleran, por último Arlet se durmió en la euforia del momento y la dicha de sentir la unión de su magia con sus compañeros al fundir sus cuerpos todas esas ves le permitió que el enlace de Arlet hacia sus compañeros se consolidará.

En el amanecer cuando su Majestad empezaba a recobrar la conciencia y hacia la revisión de su cuerpo, notó que no tenía la marca de mordedura de sus compañeros por consiguiente su unión era incompleta y se despertó un mal presentimiento, al abrir sus ojos lo comprobó su compañero de tez clara estaba sentado en una silla frente a la cama con el otro hombre de tez ligeramente bronceada detrás de él como en guardia, ambos limpios y ordenamos.

El hombre en la silla le ordenó a Arlet que se vistiera y le dijo.

-No puedes ser nuestro compañero, no un hombre más y mucho menos alguien como tú que estás ciego y necesitas de cuidados continuos; por favor comprende que fuiste cosa de una sola noche, lo del trio lo hemos hecho una o dos veces en el pasado así que no te lo tomes tan a pecho.

Arlet se aleja luego de musitar un débil “entendido” con un frío horrible en el estómago que se extiende por su cuerpo, por lo que se retira a su habitación de hotel para derramar su dolor, confusión y resignación en el papel donde escribe lo siguiente en él.

“El no saber es una bendición,

o un distanciamiento entre mi ser y el tuyo,

el esperar un cambio,

me convierte en perseverante,

o en un tonto necio,

el enamorarme de ti es mi salvación,

o mi inequívoca destrucción,

quién podría dar con las respuestas,

cuando ni siquiera sé por qué lo hago.

Para ti el no saber, es una bendición,

como lo es el distanciamiento,

mi destrucción,

mi existencia altera tu equilibrio,

he de callar mi sufrimiento,

mi verdad,

mi ser,

para que tengas tu equilibrio y paz,

hasta tu último ocaso.

Heme aquí con estas últimas palabras para ustedes,

Es mi inconfundible adiós,

Sé que no es cara a cara como se espera,

pero nada de lo que ha sucedido hasta ahora es lo que se espera.

Att: Arlet Neach-cùraim”

Para luego deslizarlo por debajo de la puerta de la habitación de sus parejas destinadas, ir a la recepción a comunicar su salida, pedir un taxi a la ciudad más cercana diciendo que ahí lo espera alguien y usar su magia para volver a la Isla a su reino; para nunca más contactar con ellos.

Los días pasaban y la tristeza de su majestad era visible para su gente, por lo que Catalina no se tragaba toda la historia de que sus breves vacaciones lo convencieron para pasar la corona a su sobrino Benedikt; tenía que hacer algo más, por lo tanto lo arrastró a la habitación de Arlet para poder hablar con más tranquilidad, pero en cuanto los dos estaban el la habitación Arlet fue hacia ella y entrelazo sus manos con las de Catalina para después colocar su frente en el hombro de esta y decir.

-He encontrado a mis compañeros.

“¿Compañeros?” pensó alterada, levantó la mano izquierda de Arlet, la restregó en su ropa y vio como desaparecía el maquillaje del dedo anular dejando al descubierto un patrón en forma de anillo de color negro.

-No, Arlet esto no pudo pasarte a ti entre todas las personas. Por Favor dime que mis ojos me engañan y este anillo es de un hermoso color dorado en lugar de este negro que mi cerebro me quiere hacer creer.

-Ya quisiera, querida, que tus ojos te engañaran, pero lo que ves es lo que hay.

Catalina comenzó a sentir húmedo su hombro y decidió permanecer en silencio, sentarse en uno de los sillones del cuarto de Alert sin soltarlo en ningún momento.

Arlet optó por la comunicación telepática para continuar con su conversación; debido al dolor insufrible en su pecho, el nudo alojado en su garganta y el constante zumbido de su cabeza. Sin embargo no cambiaba el hecho de que su voz se escuchase cargada de tristeza.

-”Para ellos fue algo de una noche, no soy lo que ellos esperaban para completar su apareamiento, soy un hombre, estoy ciego y por tanto necesito de cuidados constantes.”

-”Oh, por la madre Gaia; no recuerdo haber tenido tanto dolor desde la caída del Reino del Caregiver este dolor que roba la respiración, agota mis fuerzas y no me quedan más que llorar para no estallar”

En esa situación Catalina pasaba una de sus manos por la espalda de Arlet, mientras que la otra lo mantenía abrazado y como comprendía la profundidad de las heridas en el corazón de su amigo ahora lo acompañaba en su sollozar.

-”Lo peor es que solo uno de ellos fue capaz de decirme esas cosas, no sé si le faltaba el valor o si yo no valía lo suficiente para que ambos expresaran el rechazo de está unión”

-”Pero yo no pude reclamar nada, ni decir algo, ellos no me conocen, si se enteraran de todo; es seguro que huirían por la primera puerta que encontrasen. No puedo… No soporto más.”

En esa circunstancia la puerta se abrió, se asomaron Elián y Fernán porque sintieron una fuerte perturbación en el estado emocional de su compañera; al verla llorar estaban empezando a entrar cuando esta levanto la mano en señal de alto y movió ligeramente la cabeza en signo de negación, luego indicarles con la misma mano que salieran; una vez cerrada de nuevo la puerta, reanudó su tarea de consolar al Rey que en estos momentos luchaba por mantenerse firme ante un dolor que amenazaba con destruirlo.

- ¿Me estás diciendo que has dormido con ellos y no notaron que eres distinto?

-”Así es parece que sus instintos nublaron su mente y no recuerdan bien lo que pasó esa noche, aparte de haber tenido sexo conmigo e ignoraron el olor de mi magia”

-Oh mi Dios, Arlet dime que no existe ni la más mínima posibilidad de que estés embarazado; porque ellos son tus compañeros y debieron usar protección para una situación como en la que estaban.

En esta ocasión el hecho de que Arlet la abrazara más fuerte, así como la intensificación de su llanto y el silencio persistente; era suficiente para que Catalina se diera cuenta de que el problema era aún más grande de lo que esperaba.

-”Catalina estoy esperando… la alegría de encontrarlos nublo mi juicio y recuerdas la plegaria por más poder a cambio de algo”

El pensamiento de Catalina en ese momento fue “Oh mi Dios, esto no puede ponerse peor por favor”.

-Si.

-”La he usado lo suficiente para saber que no llegaré a ver a mis bebés ser adultos en la noción de un humano. No sé con exactitud pero siento que no me queda mucho más”.

En esta oportunidad Catalina ya no podía soportar el dolor al escuchar todo y gritó el nombre de Elián en su mente; segundos después Elián estaba dirigiéndose hacia ellos; en un abrazo grupal.

-¿Qué ha pasado?

Catalina le dijo todo por su lazo mental y una vez que terminó el hombre salió de la habitación como un vendaval con destino a EEUU para encontrar esas escorias y acabar con ellos, pero Arlet se comunicó con el mentalmente.

-”Detente Elián serena tu mente y piensa en tu familia, no los busques es algo entre ellos y yo”

Los meses pasarón el cuerpo de Arlet cambiaba para dar el sustento a las nuevas vidas en su vientre, luego de dar a luz a dos hermosas niñas, el guardián que había ido con él de vacaciones (Claus) su pareja resultó estar en la misma manada que los compañeros del Rey y han venido con él; para ver con sus propios ojos si todo lo que les contó el “joven” era real.

Las personas en la sala hablaron en inglés fluido porque cada miembro del reino hablaba como mínimo 3 idiomas extranjeros.

-Su Majestad. Dijo el Guardián mientras se postraba sobre una rodilla.

-Esta es mi compañera, su alfa y respectivos betas son de una manada muy grande y fuerte para las de está época.

Sobre cinco peldaños de piedra se encontraban dos asientos y uno de ellos estaba vacío; pero en el otro, el hombre que estaba en el, fue rápidamente identificado por el Alfa y uno de los Betas.

-¿Qué haces tú aquí?. Gritó el Beta que lo reconoció.

Al escuchar el tono de voz que utilizó él. El Guardián se puso de pie, se volteó y la atmósfera que lo rodeaba cambió de un hombre cálido y comprensivo, a frío y duro acero.

-Le pido de la forma más amable posible Alfa que controle a su beta que está en presencia del Rey, si bien ustedes desconocían de nuestra existencia, las manadas, alquerres y los otros grupos que viven aquí en armonía; lo respetan y lo consideran un líder digno de seguir.

-Ja, un Alfa que sigue las órdenes de otros no se puede considerar como un digno y verdadero Alfa. Expresó el mismo beta.

En ese momento Arlet sintió ofendido, una gran ira y dolor. Se puso de pie, bajo los peldaños y dijo.

-Ahora que he bajado para estar cara a cara en igualdad de condiciones, para que veas la verdad en mi expresión; dejame decirte, nunca, pero nunca le he dado órdenes que deban acatar de manera obligatoria que perjudiquen a un Alfa o líder de algún grupo aquí, en el Reino. Sin embargo, si admito que doy consejos, es decisión de ellos tomar en cuenta mis palabras o no, y de igual forma les doy tiempo para escuchar lo que tengan que decirme.