El Beso Que Me Enloqueció

El abuelo después de la plática con su nieta menor, decidió irse a buscar la oportunidad de hablar con Dalia.

Y aprovechando que estaba en la ciudad, ya que vivía en las afueras decidió hacerlo de una vez.

Pero primero decidí hablar con su hijo necesitaba hacerle entender que su hija estaba haciendo las cosas mal y que tarde o temprano las cosas se le voltearan y se quedara sola, quería pedir la ayuda para que recapacitaran, no solamente ella también él.

Es cierto que él estaba muy decepcionado de ambos sobre todo de su hijo.

Pero él, lo seguía queriendo como siempre, para un padre no había nadie mejor que su propio hijo, incluso con todos los errores que pudiera cometer por lo tanto aunque reconoció que no su hijo no era un buen hombre no podría abandonarlo del todo porque después de todo era el padre y los padres estaban para cuidar y proteger a sus hijos sin importar la edad que estos tuvieran.

Y aprovecharía para quedarse con su hijo aunque sea una noche necesitaba asegurar un futuro adecuado para él.

Samuel Montes sabía que ya era un viejo y que ya no le quedaba mucho tiempo de vida.

Lo que más le preocupaba era su hijo y su nieta mayor porque al menos tiene la confianza de que su nieta menor tiene una nueva familia que la protegerá y la respaldará en el futuro.

El tiempo que lleva conociendo a la familia de Felipe se ha dado cuenta que es muy unida y se unen para enfrentar los problemas sin importar qué tan difícil sean estos sean o de quien sean.

Pero con Arturo el padre de Sol era totalmente diferente, ellos son capaces de destruirse mutuamente tan solo por sentirse superiores los unos con los otros.

Sin embargo, cuando llegó con su hijo este lo recibió bien, no vio el rencor, ni el desprecio que antes veía en sus ojos.

No sabía exactamente que había cambiado pero estaba seguro de que algo había cambiado.

...Arturo Montés conde Montes...

Recibí a mi padre sinceramente no pensé que viniera a visitarme porque desde que sol se fue no había recibido ni siquiera una carta de él, yo muchas veces había tomado papel y pluma para escribirle y pedirle que viniera también muchas otras veces estuve a punto de abordar un carruaje e ir a él.

Pero al recordar cómo me porté con él cómo también traté a mi propia hija, me sentía tan avergonzado que no tenía el valor de enfrentarme a él.

Desde que ya no tengo el apoyo monetario y desde que ya no pude solventar algunos lujos en los cuales gastaba el dinero.

La gente que me rodeaba se había ido desapareciendo poco a poco. Ed tonto darse cuenta de que solamente estaban a mi lado por el dinero y que una vez esté se acabó ellos también se fueron como el viento y como las hojas de los árboles de un día de otoño.

Es así como me empecé a dar cuenta de lo solo que estoy y empecé a anhelar eso que por mucho tiempo desprecié y pensé no necesitar.

La compania sincera de una persona que este dispuesto a quedarse a mi lado sin importar la tempestad y que no se valla con el amanecer, aunque el que se iba al amanecer era yo.

Cuando mi padre hablo conmigo y trato de aconsejarme como muchas otras veces ya lo había hecho, solo que esta vez lo escuché y también le dije lo que yo sentía, lo que siempre esperaba.

Fue la primera vez en que logré platicar con mi padre de corazón a corazón sin los rencores que no tenían sentido, porque nunca tuvieron razón de ser.

Es cierto que fui obligado a casarme, pero en esta época todos los matrimonios son de esta forma, Claro que yo con tal de oponerme a ese matrimonio hice de todo incluso obligar a mi difunta esposa a estar conmigo me gustaba, pero no fue la forma para acercarme a ella.

Aun así ella posiblemente hubiera estado dispuesta a perdonarme pero yo supongo que de alguna forma estaba arrepentido y pensaba que no merecía el perdón de nadie ni siquiera de ella.

Ahora se, que si yo hubiera tomado la decisión de seguir a mi corazón, mi padre nunca me hubiera abandonado y de esa manera todo hubiera sido diferente porque los hombres A diferencia de las mujeres aún tenían algo de derecho para elegir una esposa.

Pero en esa época yo no lo entendía como tampoco entendía que todo lo que se me pidió hacer era por mi propio bien.

Es hasta ahora que sí que tuve la oportunidad de estar con una mujer sincera y de buen corazón que fue capaz de aceptar a una hija que no tenía su propia sangre y eso sín sentirse obligada por qué nadie la obligó.

Hubiera seguido su ejemplo y tratar a mis hijas de la misma manera porque a diferencia de mi esposa, ellas sí eran mis hijas y aunque no maltrate o al menos no siempre a soledad si la ignore, o fue un tiempo en que si tuve rencor por ella, pero solamente fue porque necesitaba en que descargar las culpas y los errores que yo mismo cometí.

Sobre todo por qué a pesar de estar sola y descuidada ella parecía estar siempre radiante y feliz y yo que lo había tenido todo estaba amargado por lo que no pudo tener.

Mi padre me escucho y luego dijo:

Samuel Montes: Dijo, debes de saber que aún eres joven, estás a tiempo de encontrar una buena mujer que te acompañe de ahora en adelante.

Se que posiblemente sea un poco más difícil por Dalia y es de eso exactamente de lo que te quiero hablar pero primero quiero decirte que si decides rehacer tu vida, te apoyaré en todo lo que pueda lo que más deseo es tu felicidad.

Yo ya estoy viejo y pronto tal vez en cualquier instante dormiré ya no despertaré más y no quisiera irme con el pendiente de que estás solo.

me gustaría que te reconciliaras con tus hijas con las dos pero también sé que sería muy difícil saber que podría tener una oportunidad con soledad pero con Dalia realmente lo dudo.

Ahora bien, vine aquí para contarte que Dalia, está yendo por un camino equivocado.

Y así fue como le empezó a contar lo que había hecho Dalia y lo que habían decidido los suegros de su nieta menor.

Ricardo Montés: Escuchar lo que mi hija mayor estaba haciendo sinceramente me decepcionó pero no tenía ningún derecho aún así trataría de hablar con ella de hacerle entender que está a tiempo de rectificar su camino, realmente yo soy el responsable porque dejé que maltratara su propia hermana que desarrollara un odio que no tenía sentido.

Entonces decidimos ir a visitar a mi hija al día siguiente.

Porque a pesar de que estaba recién casada su marido y ella no habían tomado ningún viaje para disfrutar de su boda.

Es realmente decepcionante pero mi yerno es un patán. Yo que quise romper el compromiso para no condenar a mi hija a una vida miserable, sin embargo, ella se opuso que parte de esto era mi culpa porque le hice creer que merecía de todo sin importar nada.

Por lo tanto valora más el estatus social que la propia felicidad.

Y así quedamos con ir al día siguiente a medio día, tomando en cuenta que al amanecer enviaría una nota para decirle de mi visita, claro no le comentaría que llevaría a mi padre porque realmente ellos no se llevan bien.