Tras morir de una manera cruel y también injusta, Dayana de una manera misteriosa ha regresado en el tiempo.
En su regreso, ella planea no volver a ser una tonta que se dejó engañar de sus enemigos.
Ella en esta segunda vida será realmente una villana, y no tendrá piedad de quienes la dañaron.
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Mestra de etiqueta
Las clases de etiqueta eran simples, y todo lo hablado por la maestra, era del conocimiento de Dayana, ya que su madre le había enseñado desde temprana edad, cómo ser una buena niña.
Tania tenía unos modales del asco, y Dayana tenía una buena educación, pero la maestra dijo lo contrario, ya que para eso se le había pagado.
—Es una vergüenza para la familia imperial, que la princesa heredera al trono sea una persona sin modales, más sin embargo, la pequeña Tania tiene unos modales perfectos— dice la mujer con desprecio, y Tania se burla.
—Parece que la ex emperatriz no educó bien a mi hermana, profesora no la culpes, después de todo, ella no tiene la culpa de tener una madre incompetente como esa— dice la pequeña víbora y Dayana estaba muy enojada, pero se calmó, para evitar problemas.
—Disculpe mis faltas de modales baronesa, prometo dar lo mejor de mí— dice Dayana con una cara indiferente.
Dicho eso, la maestra dio por terminadas las clases y como siempre Tania se fue de allí para contar lo que pasó, dejando a Dayana sola con Berta.
Ya sola, ella hace su jugada maestra.
—Me pregunto ¿qué dirá el imperio sobre que la baronesa Berta, es una persona corrupta, que toma sobornos de una persona, para hablar mentiras y hacer el mal?— dice Dayana, y la mujer quien recogía sus cosas se asombra, ya que no sabía que aquella niña tenía conocimiento sobre ese hecho.
Estaba por hablar, pero lo que vino después fue aún más asombroso.
Sin mucho esfuerzo, Dayana con un movimiento de manos hace que la maestra se eleve en el aire; luego de eso, la sacude con fuerza.
Causando que la mujer casi deje de respirar.
—Escuche baronesa, yo seré la emperatriz de este imperio, y si está de mi lado, tendrá no solo unas cuentas monedas de oro, sino que su título no será el de baronesa, sino otro mayor, solo necesito que me sea fiel y de esta manera, no solo ser útil, sino salvar su vida— expresa Dayana con una sonrisa maliciosa, y Berta solo dice que sí.
—Haré lo que quiera, pero no me mate — dice ella asustada. Dayana la baja al suelo, y la deja caer.
—Delante de mi arpía hermana, usted actuará como si me odiara, pero en secreto será de utilidad. Como le dije, seré la emperatriz de este imperio, y estar del lado ganador, es mejor que del bando perdedor— dice Dayana para luego irse de allí.
La maestra estaba asustada y jura que será fiel a esa niña, la cual por su gran poder mágico, ha de ser poderosa.
Por la naturaleza de magia que tiene actualmente, ella debe de ser una usuaria de magia de oscuridad, cosa que es asombrosa, pues si ella se lo propone, acaba no solo con su vida, sino también con el imperio.
Berta por su bien mejor hará lo que la niña le dice, y así no solo obtener beneficios, sino salvar su vida, que es lo más importante.
Para cumplir con su papel, Berta al recomponerse, se fue de la sala y fue a darle el informe a aquella mujer, la cual estaba complacida. Pues se da cuenta de que esa mujer es confiable, porque lo dicho por su hija, es lo mismo que ella le acabó de decir.
Berta le informó sobre lo que pasó con Dayana, claro, la parte que a aquella mujer le interesaba escuchar, de paso halago también a Tania.
Al finalizar, se fue de allí como mismo llegó.
En cambio Dayana, estaba en su habitación descansando un rato, y así permaneció hasta caer la noche. Luego de eso fue por algo de comer, y se regresa a la habitación y come sus provisiones, luego a seguir durmiendo. Debe dormir ahora para estar bien a medianoche.
Cuando la media noche llegó, Dayana se despierta y se cambia por un vestido sencillo.
Por suerte su madre le dejó su closet con mucha ropa de diferentes tipos, pues cree que la niña lo iba a necesitar.
Cuando Dayana estuvo lista, se fue sin ser vista al patio trasero del lugar, y allí ve a su aliado esperando.
Ellos tras intercambiar algunas palabras, se pusieron a hacer lo que tenían que hacer.
Para evitar que lo vean, Dayana creó una barrera de oscuridad, la cual estaba alrededor de ambos.
Ya allí, el maestro crea esfera de luz para que de esa manera ambos no estén a oscuras.
—Me imagino que la princesa ya sabe lo que tiene que hacer— expresa el hombre y la niña le cuenta sus avances
Él no hizo más que asombrarse, pues sin un maestro, ha logrado superarlo a él, quien es un hombre ya adulto.
—Solo quiero aprender cómo usar la magia de luz, el resto ya lo tengo bajo control— dice ella sin emociones en su voz, y el hombre lo entiende.
Él de su bolsillo saca un cristal y le indica a la niña que deje caer unas gotas de su sangre y ella sin dudarlo, se muerde un poco uno de sus dedos, y deja caer la sangre en el cristal.
De manera inmediata, este emite una luz blanca, y también una sombra, lo que significa, que era tal cual la niña había dicho.
El cristal de un momento a otro se comenzó a calentar, y el hombre se vio en la necesidad de dejarlo caer, Dayana al ver eso, lo entra en una esfera de oscuridad, y esta estalla dentro, pero sin emitir algún sonido.
Al ver eso, el maestro se quedó mudo por un momento, y luego dice.
—Lo que acaba de pasar, es que usted tiene demasiada magia, y el cristal no resistió tanta energía. Por año, en mi familia se hace una prueba de magia usando un cristal mágico, y por lo que veo, es usted poderosa— expresa el hombre con admiración y la niña solo sonríe con malicia.
—Bien, continuemos con lo que sigue, tengo prisa para ver cómo darle uso a mi magia de luz— sugiere ella y ambos se ponen a entrenar.
Esa misma noche, Dayana solo logró crear una esfera de luz blanca, pero durante los siguientes días, aprendió a hacer mucho más, y el maestro le había regalado unos libros de magia que había comprado en el mercado negro.
Él está seguro de que cada moneda que gastó en esos libros, en algún momento serán útiles.
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Nos vemos con otro mañana