Samara es una brillante joven que vive con sus padres adoptivos en un tranquilo pueblo.Un día acompaña a su mejor amiga a pasar el fin de semana a ciudad Amatista ,la ciudad más moderna y próspera del continente.Lo que no sabía Samara es que ese viaje le cambiaría la vida para siempre ya que allí descubre que es una loba blanca,algo no visto en años y que su pareja es nada más y nada menos que Alfa Kai,el Alfa de ciudad Amatista,el líder más poderoso que hay en todo el continente.
La nueva pareja tendrá que luchar contra los fantasmas del pasado que querrán aprovecharse de su poder ya que la loba de Samara guarda un gran secreto .¿Aceptará Samara su legado y a su pareja destinada?¿Podrá Alfa Kai protegerla?
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Capítulo 18 Una loba Alfa pura
Kai
—Hola lobita—
Ella empezó a chupar mi cuello donde estaba su marca, volviéndome loco y haciendo que mi lobo tomara más control.
La agarré de la cintura y la senté en una gran piedra plana que había en uno de los lados.La castaña no tardó ni un segundo en rodear mi cuerpo con sus piernas para que no me alejara de ella.
La besé de una manera feroz adueñándome de su boca y de todo su ser.Cuando me separé unos centímetros para poder tomar aire ella bajó a mi cuello, clavó sus colmillos en su marca y volvió a marcarme.
—Mío— susurró pegada mi cuello —Mío— volvió a decir abrazándome con todas sus fuerzas.
Podía sentir su inseguridad arañando a través del vínculo pero no provenía de Samara, era de su loba.
Subí su mentón para que me mirara.
—Tuyo lobita. Soy totalmente tuyo en cuerpo y alma— besé sus labios y juraría que la escuché ronronear —Deja que Samara tome el control, preciosa—
Como si hubiera estado sumergida bajo el agua, Samara dio una bocanada de aire y sus ojos volvieron a ser cafés.
—No podía, no— intentaba hablar pero estaba muy alterada.
—Tranquila— acaricié su mejilla y ella respiro profundamente.
—No podía moverme, mi cuerpo no me obedecía. Quería salir pero no me dejaba—
—Creo que le pasa algo a tu loba—
—Sí, que es una egocéntrica y te quiere para ella eso le pasa— separó su cuerpo del mío y se metió en el agua.
No pude evitar reírme de su comentario.
—¡Oh, claro! Para tí es muy gracioso ¿verdad?.Seguro que os habéis divertido de lo lindo— frunció su ceño y aunque me resultaban muy graciosos sus celos evité reírme.
Me metí en el agua y la rodeé desde atrás con mis brazos. Ella luchó al principio para separarse pero al final se rindió y acabó dejándose caer sobre mi pecho.
—No tienes que estar celosa. Tu loba y tú sois la misma persona.Ella es solo una parte de tí que ha estado oculta en tu interior. Poco a poco os iréis uniendo hasta que seáis una. Acabarás dominándola y, entonces, tú decidirás cuando sacar esa parte de tí—
—¿Cómo lo haces?, con tu lobo. Entiendo lo de la transformación pero ¿cómo hago para estar las dos conscientes? Cuando me transformé solo estaba yo. O eso era lo que sentía—
—Cuando te transformaste tú tenías el control, ella estaba presente pero tú la dominabas por eso piensas que ella no estaba—
—Esto es muy complicado— bufó separándose de mí.
—Con el tiempo todo se volverá más sencillo, te lo prometo— agarré su mano y tiré de ella para abrazarla. Esta vez no puso resistencia.
—¿Qué le pasa? —
—¿Eh? —
—Has dicho que crees que le pasa algo—
—Estaba muy posesiva. Nuestra parte animal lo es siempre pero su posesividad venía motivada porque se sentía insegura. Incluso volvió a marcarme. Algo no muy habitual cuando hace escasas horas que nos hemos marcado—
—¿Por qué crees que está insegura? —
—¿Sinceramente? —ella asintió a mi pregunta —Creo que el motivo por el que no te has transformado antes es porque tienes un hechizo. Puede que el hechizo no esté roto del todo, lo que hace que tu loba tenga partes de ella misma encerradas todavía y eso la hace sentir vulnerable. De ahí su inseguridad—
—¿Crees que estoy hechizada ? ¿Pero quién iba a hechizarme y por qué? —
—Muñeca hay varios tipos de lobos ;los omegas, que son lobos normales y son la mayoría;los Betas, con lobos más fuertes y grandes que los omegas;los Alfas, con lobos grandes y fuertes destinados a liderar y los Alfas puros, Alfas con sangre
proveniente de los primeros lobos. Estos Alfas son los lobos más grandes y fuertes que existen, sus lobos son totalmente negros o totalmente blancos y poseen algún tipo de don. Estos Alfas tienen otra peculiaridad,se pueden convertir en lobos desde que nacen — la castaña me escuchaba con los ojos muy abiertos.
—Tu lobo es totalmente negro— asentí —¿Eres un Alfa puro?—
—Sí y tú también. Tu loba es totalmente blanca— su cara cambió a una de total confusión y podía sentir los engranajes de su cabeza moviéndose a través del vínculo.
—Yo ¿debería haberme transformado desde pequeña? Pero ¿por qué alguien querría ocultar a mi loba? —
—Hace muchos, muchos años que no se sabe de la existencia de un lobo blanco—
—¿Por qué? ¿Qué tiene de especial un lobo blanco? —
—Como te he dicho los Alfas puros tienen cada uno un don, una especie de poder. Según las leyendas, los lobos blancos eran poseedores de varios dones cada uno, lo que los hacía muy poderosos. El resto de lobos anhelaba y envidiaba el poder de los lobos blancos así que se dice que abusaron tanto de ellos que se extinguieron—
—Entonces quien me hechizó lo hizo para protegerme—
—Sí, es lo más seguro. Posiblemente uno de tus padres biológicos también fuera un lobo blanco—
—Eso nunca lo sabremos. Mis padres me encontraron en una cesta en la puerta del hospital donde trabajaba mi madre. Lo único que llevaba era una mantita con un bordado que ponía Samara. Siempre he querido pensar que mi madre biológica me abandonó porque no tuvo otra opción, que si se tomó la molestia de bordarme una mantita con mi nombre era porque me quería— sus ojos se aguaron —Si era una loba blanca todo tendría sentido. Corría peligro a su lado y quiso mantenerme a salvo—
Besé su frete y la abracé fuerte.
—Nadie debe ver a tu loba ni saber su color por ahora. Solo las personas en las que podamos confiar plenamente. —
—De acuerdo— nos quedamos un rato más abrazados hasta que la castaña volvió a hablar.
—Creo que deberíamos salir del agua ya. Tengo los dedos arrugados y estoy empezando a tener frío—
Salimos de la cueva, atravesamos la cascada y salimos del agua. Por la posición del sol supe que ya era por la tarde.
—Vamos,pronto va a atardecer y ni siquiera hemos comido—
Nos transformamos y nos dirigimos a la cabaña. El resto de la tarde la pasamos comiendo, jugando y riendo. No volvimos a tocar el tema de su loba, Samara había recibido suficiente información por ese día