Wu Jiang es un joven policía del dstrito 8 apasionado por su trabajo.
un día mientras Wu Jiang sigue en su auto a uno de los jefes yakuza más buscados de su país algo realmente extraordinario. luego de que siguiera el auto de aquel hombre se dio cuenta que después de pasar por un túnel muy oscuro habían entrado a una ciudad bastante extraña casi futurista lo cual atemorizó un poco a Wu Jiang, ya que no tenía conocimiento de que existiera tal ciudad sin embargo él prefirió hacer caso omiso de lo que veía y mejor seguir con su trabajo, pero luego de unos cuantos minutos se dio cuenta que había perdido al hombre así que estacionó su auto y le preguntó a uno de los transeúntes el cual Lo miró muy despectivamente y lo regañó, en ese momento Wu Jiang se pregunto:
¿donde estoy?
¿que es este lugar?
¿que paso con Chan Qiang?
¿ahora como rayos regreso?
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¡¿y si no soy alfa?!
Luego de terminar de hablar Kaemono se limpió la sangre se arregló el traje y llamó a su guardaespaldas y al conductor, en cuanto ellos llegaron se dieron cuenta de que ambos estaban desprolijos y su ropa aún estaba desarreglada por lo que pensaron que ambos ya habían consumado su relación sin siquiera imaginar que en ese auto no había habido el tipo de acción que ellos pensaban.
Luego de que el conductor tomó el volante los llevó directamente a la mansión ya estando allí Jiang subió a su cuarto, se dio una ducha y luego se puso algo cómodo, después leyó un libro y cuando se sintió lo suficientemente cansado se fue a dormir sin siquiera haber comido algo, él tomó una siesta de 3 horas y media y en cuanto se despertó sintió hambre así que bajó a la cocina y lo primero que vio fue una cúpula y frente a ella estaba pegado un papel que decía:
- por el momento somos compañeros de casa así que dejemos a un lado nuestras diferencias y convivamos en paz, sé que no has comido nada así que mandé preparar algo para ti espero aún esté caliente cuando lo encuentres.
Jiang levanto la cúpula y lo primero que vio fue arroz, unos oniguiris, Katsudon y Gyoza, Santa comida inmediatamente recordó a su abuela quién le preparaba varios de esos platos cuando él era niña, la melancolía inundó su corazón y mientras comía comenzó a llorar, en cuanto terminó de comer lavo los platos y regreso a su habitación, ya estando allí se lavó los dientes y se acostó nuevamente a dormir.
al día siguiente muy temprano en la mañana alguien tocó la puerta de Jiang, él aún estaba muy cansado por lo que simplemente cuál cobertor y lo pasó sobre su cabeza tapó sus oídos e intentó seguir durmiendo pero el golpeteo en la puerta empezó a volverse cada vez más insistente y no tuvo de otra más que levantarse de su cama caminar entre dormido hacia la puerta y abrirla en cuanto hizo eso vio que la persona que estaba golpeando con tal insistencia era Kaemono quien en cuanto lo vio le dijo:
- prepárate, ponte tu mejor ropa tu abuelo nos llamó.
- por qué tanto afán, además no le veo el problema de que el viejo espere una o dos horas más.
- tan temprano en la mañana es porque seguramente tiene algo importante que decirnos, así que prepárate rápido.
- Déjame dormir al menos media hora más.
- eres un perezoso mejor date una ducha despabílate un poco arréglate y nos vemos en la entrada en media hora.
- maldición no entiendo porque no me pueden dejar dormir en paz.
- no oigo nada mejor ve a cambiarte de ropa.
Kaemono se fue rápidamente mientras que Jiang enojado y entre dormido tuvo que forzarse a ir a la ducha, en cuanto entro al baño abrió la ducha, se quitó la ropa y se metió bajo el chorro, en cuanto el agua toco su piel se estremeció, ya que se sentía como cubos de hielo, él dio un grito y abrió los ojos, en cuanto lo hizo se dio cuenta de que había girado la perilla al lado contrario, enojado giro la perilla, se duchó rápidamente, cuando terminó salió rápidamente hacia su habitación se secó el cuerpo se puso un traje después de que su cabello y lo arregló un poco en cuanto terminó salió de la habitación bajo las escaleras y se encontró a Kaemono esperándolo tal y como había prometido, luego de encontrarse salieron juntos de la casa se subieron al auto y fueron directo a la mansión del viejo, en cuanto llegaron los recibieron bastante bien a diferencia de la última vez, los guiaron a la sala en donde tuvieron que esperar por casi media hora, ya que el viejo estaba ocupado con algunos asuntos.
En cuanto llegó el viejo Kaemono se puso de pie y lo saludo de manera muy educada, mientras que Jiang se quedó sentado en el sillón mirándolo a los ojos fijamente esperando a que él lo saludara primero, el viejo sonrió se acercó a Jiang y le dijo:
- si que llevas mi sangre en tus venas.
- no se supone que esa prueba tiene un resultado después de tres días o una semana.
- querido yo soy dueño de una empresa de genética por lo que si yo digo que quiero el resultado en 2 horas ellos lo deberán tener en dos horas.
- Qué bueno por usted.
- Bueno ya que tengo el resultado...
Miro a Kaemono y dijo:
-... qué tengo que darte para que rompas tu relación con mi nieto y además me lo entregues a mí.
Kaemono sonrió y cuando estaba a punto de hablar Jiang dijo:
- ustedes dos pueden hacer el acuerdo que quieran sobre el rompimiento de nuestra relación, pero en cuanto entregarme usted el único que decide eso soy yo.
El viejo Watanabe miro a Jiang y dijo:
-tienes razón, ja, ja, ja.
Kaemono miro con enojo a Jiang y luego dijo:
-no quiero terminar mi relación con su nieto, él me gusta mucho y deseo casarme con él.
Jiang aun sentado interrumpió diciendo:
-viejo, usted que me ofrece para que me quede con usted.
Watanabe sonrió miro a Kaemono de manera que lo hizo sentir como un perdedor en el juego que el mismo elaboro, el viejo luego dijo:
- tarde o temprano Tú serás el dueño de todos mis bienes y el jefe de mi clan.
- sé que en algún momento voy a heredar todo lo que es suyo, pero no le estoy preguntando qué es lo que me va a dejar, sino que me puede dar.
- qué quieres.
- quiero libertad, quiero dinero al menos una mesada mensual, no quiero demasiado solo lo suficiente como para poder sobrevivir.
- no te puedo dar lo que deseas porque si te doy libertad no aprenderás absolutamente nada acerca del negocio y del clan lo que significa que si muero el día de mañana tú no podrás liderarlos.
- señor tengo una pregunta para usted.
-dime.
- en este mundo existen alfas betas y omegas cierto?
-sí.
- me gustaría preguntarle qué cree que soy yo, un beta un alfa o un omega.
- creo que serás alfa igual que yo y mi hijo.
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¿- Entonces qué pasaría si yo fuera un beta o un omega y no un alfa?
- eso es imposible seguramente serás un alfa, en el linaje de nuestra familia siempre ha habido alfas.
- Sí, pero recuerda que mi madre era lo que podría decirse una beta por lo que es bastante posible que yo no sea un alfa sino que sea un beta como mi madre o un omega.
- yo nunca conocí a tu madre, pero sí me opuse a la relación de mi hijo con ella y tenía toda la razón, ella fue y es lo peor que le pudo pasar a mi hijo, en mi familia los alfas debe casarse con otro alfa, pero en caso de no poderse al menos deberían casarse con un omega para que haya la posibilidad de que sus descendientes sean alfas.
<< maldito viejo desgraciado Cómo se atreve a decir que mi madre fue lo peor que le pudo haber pasado a mi padre Al contrario lo peor que le pudo haber pasado a mi padre fue haber nacido en esta familia de mierda con un padre como él>>
¿- vuelvo a mi pregunta, que pasaría si yo no fuera alfa?
-pues no sería necesario que volvieras, ya que no me servirías de nada, yo jamás dejaría que un omega o un beta tomara el mando de la familia y del clan.
- pues Le tengo noticia señor Watanabe, soy un omega, por lo tanto, no le sirve a usted ni a su familia y mucho menos a su plan, pero si no confía en mí puedo dejarle una muestra de mi sangre para que verifique que no soy lo que usted está buscando, así que no siendo más me retiro.
El viejo enfurecido me agarró del brazo y me dijo:
- deja la sangre para saber si es verdad o no lo que estás diciendo.
Yo sonreí y le dije:
- Dame una jeringa y con mucho gusto le daré la muestra de sangre que tanto quiere.
- es necesario yo le diré a mi médico personal que extraiga la muestra de sangre.
Yo sonreí y luego le dije:
- Lo siento, pero yo no confío en nadie además de mí así que si quiere tanto mi sangre deme la aguja.
Una persona le entregó una jeringa, Jiang tomó se quitó el saco, se levantó la manga de la camisa extendió su brazo izquierdo, luego se dio pequeños golpecitos en la parte central de su brazo y seguido a eso una de sus venas sobresalió, en cuanto la vio agarró la jeringa con la mano derecha e introdujo suavemente la punta de la aguja en su brazo, después jaló la parte superior de la jeringa y extrajo un poco de su sangre, posteriormente sacó con cuidado la aguja y se la entregó al viejo, el sonrió y dijo:
-espero no volverlo a ver señor Watanabe, ah y espero disfrute el regalo del día de padre, eso es Karma por como se comportó con mis padres.
Luego fue hacia Kaemono, tomo su brazo y lo llevo a rastras hacia afuera.
