Gabriela Linarez es una mujer de 25 años, lleva tres años casada con el que es el amor de su vida, Camilo Paredes..
Su primer año de matrimonio fue de mucho amor y cariño, ella se dedicó por completo a su hogar, con la esperanza de poder formar una familia completa, pero la vida no le dió la dicha de poder quedar embarazada..
Es la heredera de una gran familia.
Su esposo Camilo es un hombre común de 30 años..
Gabriela, le entrego el poder de sus empresas mientras ella jugaba a ser ama de casa, pero la felicidad se fue desvanecido al pasar de los años.
Encontró a su adorado esposo enredado en la cama con una amante..
Gabriela huye y se aferra a una vida que no es de ella.
En esa falsa fachada, conoce el amor más puro y sincero, poniendo ese amor en riesgos por sus mentiras.
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capítulo #3 Casada
Tercer aniversario y es lo mismo, Camilo me a dejado plantada y ya no me toca desde hace un año en aquel hotel que lo sorprendí..
Debo despertar de esta pesadilla, debo ir con la persona más sabía que conozco por mi seguridad..
Mi amiga está súper molesta conmigo y ya no viene casi a verme, siento que la soledad me está consumiendo en estás grande paredes y ventanales.
hoy salí hacia la oficina de Gustavo, y el simple aire de la calle es refrescante, su empresa es tan grande y bonita, tanto tiempo encerrada me tiene confundida.
Llegue hasta la planta baja y me dispuse a entablar conversación con la recepcionista.
Gabriela: Buenos días, podría informarle al señor Gustavo Cañizales que lo estoy buscando..
Secretaria: Disculpe, el Señor está de viaje..
Esa mujer me a mirando de pies a cabeza, no entiendo por qué me mira de esa manera, es una mujer déspota.
Gabriela: si no es mucha la molestia, podría dejarle dicho que Gabriela Linares a venido.
Secretaria: con gusto.
Me voy decepcionada, se que ella no le dirá nada, así que tendré que contactarlo por mi cuenta.
Hoy he preparado una rica cena, me e puesto una linda lencería, se que a Camilo le encantará y no podrá resistirse.
Gabriela: Amor has llegado, ven y cenamos juntos.
Camilo: Gabriela te he dicho que no cocines, ya comí hace rato en una reunión que tuve.
Gabriela: bueno no importa, mejor subamos y te ayudo a bañarte.
Camilo: vengo muy cansado, me acostaré así.
Gabriela: está bien vayamos.
Camilo a llegado algo molesto, pero no importa yo lo intentaré una vez más, me quite el vestido que llevaba y le mostré la bella lencería que me he comprado solo para el.
Gabriela: Amor te gusta?..
Camilo: Gabriela tápate o puedes agarrar un resfriado..
Me ignoro y solo se acostó del lado de su cama, seguiré intentando así que empecé a tocar todo su cuerpo.
Camilo: Gabriela vengo cansado, deja de tocar por favor.
Me he quedado en silencio, mi lágrimas salen solas me siento tan humillada y traicionada.
¿Será acaso que tengo un mal cuerpo o huelo mal?.
Ya no soy de su agrado, y su desprecio me lastima, cada día me siento más insegura de mi misma, y más ahora que me rechaza cada noche..
Le he mandado un e-mail al Señor Gustavo, pero aún no me a contestado, espero lo haga pronto por qué solo en el confío..
No he vuelto a recibir a mi amiga, ella es muy insistente y me enferma la mente..
Al fin después de dos meses, el señor Gustavo me a mandado su número y me a citado a su oficina.
Decidí no pensarlo muchos así que fui directo hasta el gran edificio.
Gabriela: Buenos días Señorita, tengo una cita con el señor Gustavo.
Secretaria: un momento por favor.
Nuevamente me vuelve a mirar de los pies a la cabeza, no entiendo su descontento hacia mi apariencia..
Secretaria: puede pasar.
Y así lo hago, sigo derecho hasta el fondo del pasillo..
Gabriela: buenos días como estás?.
Gustavo: Gabriela realmente eres tú?. hija estás tan diferente.
Gabriela: cómo diferente? sigo siendo la misma de siempre.
Gustavo: ven acércate al espejo y mírate tu misma, tus ojos están hundidos de tanto llorar, tus ojeras te llegan hasta los labios, mira tu cabello sin forma, ni hablar de tu peso y vestimenta..
Realmente no me había dado cuenta de mi mal estado, doy miedo de verdad..
Gustavo: hija por qué estás vestida así, con esa ropa tan maltratada y vieja, me preocupas, ¿tienes algún problema?.
Gabriela: la verdad es que si, tengo un gran problema pero tengo pena de hablar de esto con usted.
