Diana es una chica que fue criada en un orfanato, donde al cumplir la mayoría de edad debe emprender su camino. Mientras tanto fue ocultada del sacerdote del orfanato por una monja, ya que aún no era capaz de alzar el vuelo sola. Veremos qué le dejará el futuro a la joven Diana
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Capítulo 18
¿Qué ocurre? Fue lo primero en decir el sacerdote en cuanto vio la situación.
- Me mudó hoy. Dijo Diana mirándolo.
- ¿Hacia dónde? Pensaba que estarías más tiempo por acá, aún falta mucho por hacer en el despacho. Le dijo a modo de reclamo.
- Lo sé, lo ayudaré los fines de semana, los sábados vendré para seguir con la función no se preocupe padre, dijo ella.
- Pero a dónde irás, volvió a preguntar el sacerdote.
- A una casa arrendada, intervino la hermana que hasta el momento había presenciado el interés del sacerdote hacia Diana en silencio.
- Entiendo, te llevo buscaré el auto. Replicó el sacerdote.
- Me parece buena idea, dijo la hermana u sé ofreció a ir con ellos y ayudar.
Así lo hicieron fueron juntos los tres hasta el departamento de Diana. Ella no poseía muchas pertenencias, solo algunas prendas de vestir algo gastadas y nada más. Al llegar al lugar todos notaron que era una zona algo lujosa, incluso le preguntaron si podía costear los gastos y quedaron asombrados ante tanta gentileza.
Al entrar dentro todo estaba ya bella y perfectamente alineado que daba hasta miedo caminar y terminar ensuciando o cambiando de lugar algún objeto. La hermana y Diana fueron a la habitación principal a dejar las maletas. Era una habitación espaciosa, tal vez por ser la única era así de grande.
Una gran cama imperial estaba en el medio de la habitación, al lado día mesitas y en un costado un sofá rojo inmenso a juego con las cortinas. El baño no se quedaba atrás, lo más impresionante era la bañera de gigante que había en él, también tenía ducha. Parecía la habitación de un hotél cinco estrellas más que un departamento de alquiler.
Lo más impactante fue, cuando abrieron el enorme clóset, de esos que puedes entrar en él, estaba completamente equipado con varias prendas de vestir, zapatos y accesorios, incluso una mesita con maquillaje y una nota.
Todo lo que encontrás acá es para ti, puedes usarlo.
La ropa era más atrevida de lo que ella usaba con frecuencia, pero era gratis y no se podía desperdiciar. Fueron juntas hasta la sala dónde esperaba el sacerdote sentado en un enorme sofá aterciopelado. Diana fue a la cocina por un poco de agua para ofrecerle dejando a la hermana con el sacerdote ya era tarde y debían marchar.
Pero al abrir el enorme refrigeración se llevó otra sorpresa, estaba completamente equipado, había gran variedad de alimentos y postres suficientes como para un mes. Lo mismo ocurrió al revisar la despensa, encuentro varias cosas incluido té, aprovecho he hizo un poco para todos y fue junto a ellos.
- Saben, creo que ocurre algo extraño acá, si no fuera por recomendación de una amiga creo que me iría. Dijo Diana alarmada.
-¿Por qué lo dices? Preguntó alarmado el sacerdote.
- ¿Qué ocurre Diana? Preguntó la hermana.
- Es que todo está muy extraño, le regalan ropa, comida, aseo, casi no tengo que pagar alquiler, no sé si es que no estoy acostumbrada a que me sucedan cosas buenas o es sospechoso. Dijo ella.
- Di crees que ocurre algo raro puedes regresar, por mí no hay problema. Dijo el sacerdote.
- ¿Crees que tu amiga sea capaz de hacerte algo malo, ponerte en una situación complicada? Le preguntó la hermana.
- La verdad no. Dijo más conforme Diana.
Tomaron el té y se dispusieron a marchar, el sacerdote deseaba quedarse cinco minutos al menos con ella, pero la hermana estaba siempre a su lado. Se despidieron y fueron hacia el auto, siempre dejando en claro que podía regresar o llamar en caso de necesitar algo.
Diana agradeció a ambos y cerró con llave, luego reviso cada rincón del lugar por si había alguien más o cámaras. Estaba algo paranoica. Llamó a su amiga para informarle que ya estaba instalada. Al comentar sobre los hallazgos encontrados ella disimuló diciendo que el dueño sabía de su situación y quiso hacer caridad.Esto no le pareció tan extraño, estaba acostumbrado a esos actos ya que todo lo que poseía era mediante la caridad, saber eso la dejó más tranquila.
Que quedarce con el sacerdote siempre algunos siempre les gana la tentación.
esta buena la novela