Isabella, tras ser traicionada y asesinada, reencarna en un universo que creyó solo existir en las páginas de un libro. Ahora, en un cuerpo ajeno, sus poderes mágicos comienzan a despertar mientras enfrenta pruebas arcanas y oscuros secretos que amenazan con destruirla.
Rodeada de criaturas míticas y antiguos grimorios, deberá descubrir la verdad de su nuevo mundo. En esta segunda vida, la batalla por su destino apenas comienza.
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Capítulo 21: De cacería en el desierto
Isabella se agarra del sandrac, que al sentir sobre él a la chica, intenta sacudirse desesperadamente. Por otra parte, Ethan ya había logrado ponerle la cuerda al animal y ahora iba sobre él, se detiene y se queda observando a la pelirroja burlonamente, hasta que le grita para que ella lo escuchara:
- Oye, mocosa, ¿necesitas ayuda?
Isabella lo ignora y se concentra en el sandrac. Debía pasarle la soga por dentro de la boca del animal para poder controlarlo. Aún trepada, y con el animal moviéndose a gran velocidad, Isabella escala usando las escamas en forma de espinas que sobresalían, hasta que llega a la cabeza del ser. La chica se sienta sobre el animal y con los muslos se agarra mientras con sus manos logra ponerle la cuerda al animal. Al sentir cómo algo lo jalaba, el sandrac deja de correr y se detiene al acto.
- Vaya, ya lo tienes dominado- le dice Ethan.
- Así que dudabas de mí- Isabella se acomoda el cabello- parece que has hecho ésto otras veces- el emperador asiente.
- Más de las que crees. Vamos, ahora podemos avanzar, aprovechemos que éstos seres son rápidos. Si no nos detenemos nuevamente, podemos llegar a la mitad del camino, ahí hay un asentamiento en el que podremos descansar.
Isabella sigue a Ethan y su sandrac. Durante el recorrido que hicieron revasaron a otros participantes de la competición, Isabella los mira con preocupación, parecían agotados, aunque sabía que nada malo les sucedería, Luna seguro los rescataría en caso de ser necesario. Un tiempo después, ven a lo lejos unas ruinas, pero para sorpresa de Isabella, también habían seres con forma humanoide, o humanos, no podía definir, ya que usaban túnicas y estaban completamente cubiertos, sólo se veían sus ojos.
Ethan es el primero en llegar; se baja del animal, lo palmea en la cabeza, y lo amarra a una columna fina. El chico va hasta donde estaban los seres y uno se acerca a él y se abrazan a forma de saludo. Isabella ve todo con sorpresa, repite el mismo proceso que él y deja a su sandrac junto al otro.
- Lady Isabella, venga por acá, le presentaré a alguien importante para el Desierto de Baboow.
Ethan la anima a caminar hasta donde él estaba. Isabella llega y hace una reverencia; por lo que podía ver, era un hombre mayor, y lo que más le llamaba la atención a la chica eran sus ojos, dorados como el oro.
- Dahrar, te presento a Lady Isabella James.
- Lady Isabella, él es Dahrar, Jefe de los Vampiros Nómadas del Desierto de Baboow.
Isabella estaba impresionada, así que esos seres eran vampiros, pero su pregunta era: ¿cómo podían sobrevivir en el desierto? Ethan ve la duda en el rostro de la chica y se ríe. La lleva hasta un lugar donde podían hablar con calma y descansar.
Dahrar los sigue y se sienta junto a Ethan, cuando están ya acomodados se quita el pañuelo de la cara mostrando un rostros ya mayor, aunque aún se veían rasgos de su juventud, un rostro con arrugas, pero sonrisa agradable. Isabella seguía impresionada por los ojos del nómada, y éste habla primero:
- Jovencita, su expresión me deja ver que tiene dudas, y yo me imagino qué pueda ser. Le explico:
Los vampiros nómadas nos alimentamos de sangre, pero también de la energía vital de algunos seres, como el resto de los vampiros, pero en Baboow lo hacemos de las criaturas que aquí habitan. Por lo general no los matamos, solo tomamos lo que necesitamos para poder seguir viviendo y los dejamos ir. Vivimos en armonía con nuestro entorno, y aunque nos pasamos bastante tiempo aquí, en éstas ruinas, solemos viajar por todo el desierto.
El hombre termina su explicación y la mira con una sonrisa en sus labios, se veía como alguien amable y afable. Isabella siente cierta admiración por él, suponía que no debía ser fácil vivir en ese entorno.
- Desconocía que su pueblo existía aquí, pero me parece muy bonito y a la vez complicado por su forma de vida- dice Isabella con mucho respeto- me imagino que con el tiempo se acostumbran- Dahrar asiente, entonces Ethan decide hablar.
- Su pueblo vive así desde hace siglos, están acostumbrados a ésto- el emperador señala a su alrededor y sonríe al hombre, éste le devuelve la sonrisa.
- Ethan, lleva a tu amiga al estanque, para que se refresque, quizás no está tan lleno como otras veces, pero servirá.
Ethan dice que sí con la cabeza y se levanta; Isabella hace lo mismo, pero se despide con una reverencia al hombre. Los dos salen de aquel lugar, el emprendedor iba saludando a los seres a su paso, llegan hasta una edificación en la que su techo estaba destruido pero las paredes aún se conservaban. En el centro había una piscina que había tenido años mejores, pero estaba casi llena hasta el tope.
- Aquí puedes refrescarte, más tarde te enseñaré cómo conseguir agua- hace una pausa y mira arriba- puede que obtengan alguna cantidad de agua gracias a las lluvias pero la fuente real, es otra.
La chica asiente y el emperador se marcha dejándole un poco de privacidad. Isabella se despoja de la túnica y con el agua se asea; luego vuelve a colocarse todo y sale en busca de Ethan. Ahora que tenía un poco más de tiempo, observa a su alrededor; habían varias tiendas y espacios creados para sentarse con una fogata en frente, todos, o casi todos los seres iban cubiertos, protegidos del sol. El emperador la encuentra y le pide que lo acompañara, la tarde comenzaba a caer y era el momento perfecto para encontrar a los seres que necesitaban.
- Es momento de la caza- dice Ethan mientras se sube en su sandrac. Isabella lo secunda, aunque no tenía idea de qué era lo que iban a hacer.
- Ya estoy lista- dice una vez se monta en el animal.
Ethan sale disparado y la chica va detrás, se dirigían a una zona con algunas plantas similares a los cactus, o al menos eso era lo que Isabella creía. El emperador incita a su sandrac a ir más rápido, Isabella miraba con detenimiento y curiosidad. El chico se coloca frente a un ser similar a un erizo, y el sandrac emite un rugido que genera vibraciones en la arena, provocando que el puercoespín se desestabilizara y finalmente se desmayara por el sonido.
- Aquí se les llama cactispino, aunque su nombre real es espinocactos.
Ethan le explica mientras se baja de su sandrac y va hasta donde estaba el animal inconsciente. Se para frente al ser y mueve su mano; miles de partículas de agua se acumulan en el aire, saca su cantimplora y la abre para luego hacer entrar toda el agua que mantenía flotando.
- Tienen la capacidad de absorber y almacenar la humedad del ambiente- termina de llenar el recipiente, y repite el proceso de extracción de agua.
Isabella entendía ya cómo conseguían agua los vampiros nómadas, y suponía que otros seres hacían lo mismo. Ethan le hace una seña para que ella le diera su cantimplora y la llena también.
- Sus espinas están adaptadas para captar la mínima cantidad de agua presente en la atmósfera y dirigirla hacia su cuerpo, manteniéndose hidratados incluso en las condiciones más secas del desierto.
- Desconocía la existencia de éstos seres y su utilidad, es muy interesante- dice la chica.
El emperador se aleja y regresa con su sandrac, lo lleva hasta una duna alta y la chica llega junto a él. Desde donde estaban se podía ver el atardecer, los tonos anaranjados, rosados y rojos se divisaban en el horizonte. El sol iba bajando despacio, como una esfera de fuego, el aire se hacía más fresco y les revolvía el cabello. A medida que el atardecer sucedía, el azul oscuro se iba apoderando del cielo hasta quedar todo coloreado de añil.
- Me encantan los atardeceres- dice rompiendo el silencio Ethan- a veces vemos diferentes tipos de magias, pero nada como la propia naturaleza y su poder.
Isabella lo mira y siente cómo su corazón se acelera. No era la primera vez que compartía un momento así, pero éste era distinto; por primera vez en mucho tiempo lo había disfrutado y se había sentido libre.
- Regresemos- dice el emperador- debes alimentarte, mañana debemos seguir, mocosa, y tú debes descansar.
Isabella no le dice nada, pero deja entrever una sonrisa pequeña. Mueven sus sandracs y regresan al campamento. Una chica bonita de brillantes ojos color ámbar la llama, Isabella va hasta donde estaba y la chica le entrega un plato con comida, le agradece, y cuando se gira para hablar con Ethan, ya no estaba, en cambio Dahrar se acerca.
- Fue también a alimentarse- le hace señas para que se sentara- adelante, quizás no necesitemos comer igual que tú, pero sabemos cocinar.
Ambos se acomodan frente a una fogata. El hombre continúa hablando con Isabella:
- Cuando otros seres llegan hasta nosotros, siempre le damos hospedaje y alimentos. Estamos preparados para auxiliar también, en caso de algún ataque o accidente.
- Veo que a pesar de ser nómadas, son bastantes amigables- Dahrar asiente.
Isabella continúa hablando por un rato más con el líder de los nómadas, le explica un poco sobre sus costumbres y su cultura. Ethan aparece un tiempo después y se une a ellos en la charla, hasta que Isabella comienza a sentir cansancio, el sueño la estaba venciendo. La chica, sin darse cuenta se queda dormida sobre el hombro del emperador, había sido un día difícil y largo.
Dahrar le hace señas y el chico asiente, sonríe al ver como Isabella dormitaba, se veía muy tierna así. Con cuidado, la carga y la lleva hasta una tienda, la deja sobre un colchón en el suelo y la tapa. Luego Ethan sale y vuelve a sentarse con el hombre.
- Es una chica muy agradable- le dice Dahrar a Ethan.
- Sí, aunque solemos pelear.
- Aún son muy jóvenes, pero si la trajiste hasta aquí significa una cosa- hace una pausa- te agrada más de lo normal.
- Viejo, es una niña- le dice Ethan.
- Sí, pero no siempre lo será. Espero algún día, en un futuro lejano, sus caminos se crucen.
Ethan no dice más nada y mira al cielo pensativo. Dahrar se levanta y le palmea el hombro.
- Ya te alimentaste, ahora es mi turno.
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Hola 👋 chic@s:
Ya en el próximo capítulo terminamos la primera prueba; espero les esté gustando. Sé que todavía tienen dudas con algunas cosas, pero ya saben, poco a poco se irán viendo. Hasta ahora les he dejado pistas, ya se los había comentado 🫣 y en éste les dejé pistas sobre el mismo emperador, espero que las hayan captado. 😉🤭
L@s leo en los comentarios, sus teorías son muy buenas.
Mua Mua 😚 ❤️
a Liam solo le falta que le deje seco XD
(Autora no se cuando será cuanto estos hagan el delicioso espero verlo digo
leerlo) XD😈