La Villana Desea Su Venganza, Y También Al Villano

Una media hora después, solo quedó con vida un mercenario, quien estaba malherido. Ese era su líder, pues su ropa era diferente al resto de sus compañeros, y demostró ser el más fuerte.

Tras acabar el enfrentamiento, la pequeña fue a dónde estaba el hombre herido y se bajó a su altura, y le habló al oído.

—Te dejaré con vida si me dices quién te envió— dice la niña, para luego clavar una daga de hielo en el muslo del hombre, quien por la daga dejó salir un grito de dolor.

Al no recibir respuesta alguna, la pequeña volvió a herir al hombre, quien casi se desmaya del dolor.

Por el dolor recibido, el mercenario sentía que iba a morir en cualquier momento, y por esa razón habló.

—Fue una doncella de la emperatriz quien me mandó a hacer el trabajo, la razón de porque, no la sé, pero por favor no me mates, tengo familia que mantener— dice el hombre y la niña sonríe.

Tras obtener lo que desea, ella dejó ir al delincuente, y se fue a dónde estaban los soldados.

En cuanto a la pequeña, ella nunca se imaginó tener de enemiga a la emperatriz. Tal parece que esa mujer tiene algo en su contra y la razón de sus accionar, debe de ser muy fuerte, o de otro modo, no se molestaría en mandar a mercenarios.

Tal posibilidad le hizo sonreír, ya que tener un enemigo así de fuerte, le causa mucha diversión, ella tiene el presentimiento de que se divertirá a lo grande.

Con una sonrisa maliciosa, ella va hasta los guardias del ducado y los ayuda con sus heridas, por suerte ninguno había muerto,

En cuestión de minutos, todos estaban totalmente restarados.

Si cuando ella peleaba los guardias estaban asombrados, ahora lo están más, estos no saben qué pensar, pues nunca en sus vidas han visto a alguien con semejante poder.

Todos estaban en sus cavilaciones, hasta que la niña habló.

—Sé que tienen algo que decir, y todos quieren saber ¿Por qué soy poderosa? La respuesta es clara: soy la santa, pero esto que le estoy contando en estos momentos, no debe de salir de sus bocas nunca, y en caso de que tal cosa pase, yo me encargaré de eliminar a todo el escuadrón que anda conmigo. ¿Me di a entender? — pregunta ella y todos asustados, hacen una reverencia en señal de respeto.

—Señorita, cuente con nuestra lealtad— dicen todos a coro y ella tras ver eso, ordena que todos regresen al ducado, y le digan a los duques, que ellos fueron los que eliminaron a los delincuentes.

Luego de dar órdenes con magia restaura su ropa y elimina todo rastro de que estuvo peleando con delincuentes. La doncella que estaba en el carruaje, por estar escondida no supo que pasó fuera.

Tras tener todo listo para partir, nuevamente todos retomaron el camino de regreso al ducado, en donde nada más llegar, dijeron lo que pasó, omitiendo el hecho, de que Verónica era la santa y eliminó a los delincuentes.

Los duques al escuchar lo sucedido, revisaron a su hija en busca de daños, pero está estaba como nueva, no confirme, ellos mandaron a buscar un doctor, quien conformes lo que ellos ya sabían.

Ese día los duques se dedicaron a estar con su hija, ya que piensan que ella estaba traumada por lo sucedido, cuando en realidad, ella lo que estaba imaginado la muerte de la emperatriz.

El duque ese día, con su hombre de confianza mando a investigar lo sucedido, pero al caer la noche, este solo le dice que quienes asaltaron a la niña, fueron delincuentes. El cómo medidas de protección le asignó más guardias a su cuidado.

Aquel hombre también mando una carta de disculpa a dónde se dirigía la niña y explicó la razón de porque no llego.

De parte de la emperatriz

Aquella mujer al no tener noticias de los mercenarios que contrató, mandó a su doncella a investigar sobre el asunto, y ella no encontró nada, pues el sobreviviente de esos hombres que contrató, se encargó de limpiar las evidencias del crimen, pues no quiere nunca más ser involucrado con esa mujer, ya que por su culpa, aquella niña eliminó a sus mejores hombres, y a él por poco y lo manda con san pedro, de no ser por una bruja amiga suya, no la hubiera librado.

Él no solo desapareció los cuerpos de sus hombres, sino, que también desapareció del gremio de mercenarios, y él y su familia se fueron del imperio, pues teme morir en manos de esa niña.

El antes de irse del gremio, le advirtió a sus camaradas, sobre lo sucedido, y estos sabían que no podían aceptar, ningún trabajo que venga del palacio, o vaya en contra de la familia Duarte.

En cuanto a la emperatriz, ella imaginó que esos delincuentes no hicieron el trabajo e intentó encontrar más mercenarios, pero ninguno quiso hacer su encargo, lo que significa, que ahora tendrá que buscar otra manera de eliminar a esa niña.

Para ese fin, en horas de la noche se encontró a su espía, quien está infiltrada en la mansión Duarte, y tras estar con ella, le entregó una botella con veneno, para que elimine a la niña con el. Ella logró encontrar el veneno, en el mercado negro.

La espía dispuesta a cumplir con su trabajo, se regresó a la mansión Duarte, con la intención de ejecutar ese mismo día su plan.

Ella sin ser vista entró en la cocina; ya para ese tiempo, los empleados estaban acostados.

Ella tomó una jarra y la llenó de leche tibia y en ella agregó todo el veneno, luego tomó una bandeja y puso la jarra en compañía de unas cuantas galletas y un vaso de vidrio.

Dispuesta a ejecutar su macabro plan, aquella mujer se dirige a la habitación de la niña, con la intención de terminar el encargo de su ama.

Cuando estuvo frente a la puerta, ella toca con timidez

—Señorita Verónica, le traje galletas y leche— dice ella y la niña quien aún no se dormía porque estaba leyendo un libro de magia, fue a abrir la puerta, para encontrar frente a ella la doncella nueva.

—¿Qué desea a esta hora? Ya cené— dice ella curiosa.

—Solo pase por aquí a dejarle galleta y leche— dice ella con una sonrisa, y la niña quien no tiene nada de tonta, sabe que algo trama esta mujer.

Ella al ver aquello, sonríe de manera fingida y la deja entrar.

—¿Cuál es tu nombre?— pregunta la niña y la mujer deja la bandeja en la mesita de noche.

—Mi nombre es Juana— dice para luego ir a servir la leche — Yo misma preparé todo, espero y sea de su agrado — agrega la doncella actuando tímida, y de ese modo también le pasa el vaso de leche a la niña.

—Claro, sé que me gustará, y también me gustaría que tú también comas un poco— responde la niña al tomar el vaso. La mujer al escuchar eso se puso pálida.

—Yo... No tomo leche, soy alérgica a ella— dice ella fingiendo vergüenza y la niña sonríe, para luego acercar el vaso con la leche a su nariz, y cuando lo hace, siente en el un fuerte olor, es claro que esta mujer quiere matarla.

De manera rápida, la niña recita un hechizo, y unas cadenas de color blanco aparecen al rededor de la doncella y la sujetan con fuerza.

La doncella al ver aquello dejó salir un grito de horror y quiso luchar, pero mientras más luchaba, las cadenas la sujetan más fuerte.

—Oh, querida, pensabas que no me iba a dar cuenta de que esta leche está envenenada. Si me dices quién te mandó, te regalo una muerte rápida— dice ella mientras camina con el vaso de leche en las manos y lo coloca en la mesita de noche.

Luego fue hasta la doncella y la tomó de la barbilla, pues ella se está haciendo la que no escucha.

—Bien, ya no quiero que me digas, de todas maneras, sé que la emperatriz me quiere muerta, y es posible que ella sea tu ama. ¿Me equivoco?—dice ella y la doncella al escuchar eso abrió los ojos como platos y comenzó a gritar fuerte, lo que provoca que la niña le dé una bofetada en la cara.

— No te esfuerces en gritar, nadie te va a escuchar, la habitación es insonorizada— dice ella para luego con su magia sellar la boca de la doncella.

Luego, ella comenzó a golpear su cuerpo de todas las maneras posibles. Como es una doctora renacida, sabe en dónde darle al cuerpo y de ese modo causar mucho más dolor.

Perduró haciendo lo mismo por una hora, y cuando vio que la mujer estaba casi desmayada, fue a la mesita de noche y tomó el vaso de leche en sus manos y luego liberó la boca de la doncella, y directamente le dio a beber la leche envenenada.

En poco tiempo la mujer comenzó a quejarse de dolor y se retorcía fuertemente, y bocanadas de sangre salían de su boca.

Los gritos de ella eran tan aterradores, que nuevamente Verónica le tuvo que sellar la boca con su magia, y aun así, la mujer gritaba y se movía frenéticamente.

Los ojos de aquella mujer al igual que su nariz y oídos comenzaron a sangrar, y eso era una escena espantosa.

Luego de 10 minutos, la doncella dejó de gritar porque murió y de su cuerpo salía humo.

Verónica al ver semejante cosa, usando un hechizo examinó el cuerpo de la mujer, y se dio cuenta de que esta tenía todos los órganos destruidos.

Tras comprobar aquello, ella liberó a la mujer de las cadenas mágicas y esta cayó al piso e hizo un sonido fuerte al caer.

Ella, al conocer la dirección al palacio mediante un portal mágico, llegó hasta ahí con la doncella muerta, y la dejó tirada y escribió un mensaje en el suelo que decía.

(Tú sigues)

Al terminar, ella regresa a su habitación, en dónde nada más llegar, limpió con magia todo, y desapareció la leche con veneno.

La habitación al igual que ella estaba limpia. Tras tener todo en orden, ella se durmió como si nada.

___________ Nota

Feliz inicio de semana, que esta semana sea productiva en todos los sentidos.

Nos vemos el miércoles si Dios quiere, estoy escribiendo, y también tengo otras ocupaciones.

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(Bye)