Roisin

Antes de quedarme dormida, repasé todo lo sucedido en la noche. Lo que se suponía era una simple cena termino siendo una mierda.

William Russo puso sus ojos en mí, Peter lo hizo mucho antes, por lo que dejo claro que pelearía por mí y no por el puesto de mi padre. Me aterra que algo malo pudiera pasarle al único que estuvo conmigo cuando más necesitaba contención.

Y ahora, aunque no lo merezca, temo por Alexander. ¿Siento rabia por lo que me hizo? ¡Claro que sí! Pero. no por eso lo quiero muerto. Yo fui lo suficientemente ingenua para confiar en alguien que desde el principio me dijo que no iba a cambiar su vida por mí, pero él es el responsable de mi estado emocional.

Antes de subir al avión, me anestesiaron el brazo y me quitaron el dispositivo anticonceptivo. ¡Él no me dio a elegir!

Él sabía que iba a ceder rápidamente, y yo... No lo tome en cuenta, porque el fuego que había entre los dos era demasiado. No pensé con la cabeza y Aiden, es el fruto de la pasión desenfrenada en esa isla.

Mi hijo no tiene la culpa, pero yo sé que tarde o temprano voy a tener que enfrentarme cara a cara con Alexander. No le ocultare por mucho más tiempo a su hijo, estoy segura que lo supo cuando llego a su casa y entro al vestidor lo supo, me hice muchas pruebas caseras que quedaron guardadas en un cajón.

Seré honesta conmigo misma y lo diré, solo esta vez. Alexander me sacudió como un terremoto, de tal forma que creí que mi viuda por fin iba a cambiar. Aprendí a quererlo, fueron dos meses muy buenos, pero hoy... Casi cuatro meses después, no puedo decir lo mismo. Se murió el cariño que sentía por él, se murió la antigua Bárbara Caparano y nació Roisin Prescott.

Alexander, Steven, John... Todos ellos me querían para algo.

Alexander, quería un hijo, Steve quería sexo cuando y donde quisiera y John, solo quería el dinero que me había dejado mi madre y al acabárselo, me vendió como una vaca.

Acabo de dejar todo ese dolor en una caja, todo ese resentimiento toxico bien encerrado y lo sepulte para que jamás vuelva a consumirme.

Despierto temprano y Aiden se mueve dentro de mí y es lo único que me importa ahora, solo somos el, Declan, Peter y yo.

Después de la ducha me visto rápidamente para bajar al comedor, este desayuno no me caerá para nada bien, pero hare todo lo que esté a mi alcance para ayudar a mi familia.

Como todas las mañanas, Peter espera fuera de mi habitación para ayudarme a bajar la escalera. Luce cansado, su cabello, las ojeras marcadas debajo de sus ojos...

No ha dormido en toda la noche.

—Buenos días, cariño. Estas bellísima esta mañana. —Me besa la mejilla y me ofrece el brazo para bajar pero lo detengo. Me suelto de su brazo y me planto frente a él. Es hora de avanzar...

—Tengo que decirte algo antes de bajar.

Asiente y yo acorto el espacio entre los dos. Tomo sus manos y tiro de el para que no haya un mínimo centímetro que nos separe. Peter se ve sorprendido por mi actitud, le he huido a sus intentos de acercamiento, pero ya fue suficiente. Si quiero que el este bien, tengo que animarlo, darle motivos para que se enfoque. Sus ojos encuentran los míos y respiro su mismo aire. Esto no es atracción física, no es un deseo sexual y nada más, Peter será el último hombre en mi vida.

—¿Qué tienes? Me estas preocupando, dime lo que tienes que decir ahora porque me estas matando.

—Te daré la oportunidad, solo tienes que cuidarte muy bien porque me aterra que salgas herido. Aiden y yo te necesitamos, mi padre también te necesita y si no estás concentrado esto puede terminar muy mal y no resistiría si no estás aquí. ¿Puede por favor cuidarte mucho? No tengo idea como será esto, si es un día a día o si determinaran el día y la hora en que intentaran matarse uno al otro. Solo quiero que vivas... ¿Puedes hacer eso por mí?

Peter escucha con atención y sonríe.

—Me ofende que pienses que puedo salir herido, pero lo comprendo. Tú no sabes quién soy realmente fuera de estas paredes. Solo conoces de mi amabilidad, mi paciencia y el lado de bueno que te enseño todos los días. Tranquila, esto no durara mucho, me divertiré un poco y luego volveré por ti. Solo quiero que me respondas una sola cosa. ¿Por qué ahora?

Me pongo de puntitas y aun así no alcanzo sus labios. Suelto sus manos y tiro de su cuello para que baje un poco más su rostro y así poder prenderme de su boca con las mismas ansias que tenía anoche, con las mismas ganas de que ese beso en el cuarto de Aiden sea más profundo. Peter responde con la misma intensidad y rodea mi cuerpo con sus grandes brazos y joder, se siente tan bien.

No tengo claro cuánto duro nuestro beso, pero el mundo se detuvo por un instante hasta que al fin decidimos separar nuestros labios.

—Porque me gustas—Respondí al fin. — y estoy sintiendo cosas por ti. Borra cada una de las palabras que te dije hasta ahora. Si logramos entendernos, no habrá nada ni nadie que nos detenga.

—Te lo dije. Tú serás mi esposa y la madre de mis hijas. Solo espero que toda tu vida pasada la hayas dejado donde tiene que estar, porque a partir de ahora... Tú, eres mía.

Mi padre y William ya estaban sentados en la mesa y la empleada les servía el desayuno. Peter corrió la silla junto a mi padre para que yo tome asiento y la mirada intensa de William sobre mí, no me hace sentir cómoda. No me gusta la sonrisa que me regala y evito verlo un segundo más.

Declan se acerca a mí sin levantase de su silla y deja un beso en mi mejilla.

—Buenos días hija. ¿Cómo te sientes hoy?

¿QUIEREN CONOCER A LOS PERSONAJES?