Un Infierno Sin Ti 5 Parte De Subastada Al Diablo

Mis diablas comienza una nueva semana, por lo tanto, los votos se renuevan sigan apoyando con los votos como lo están haciendo y mañana tendréis capítulos de regalo vamos a activarnos todas si se puede.

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Alessandro, aunque duda termina alejándose dejándonos a solas como le pedí, observo a Francesco mientras mi mente no deja de pensar ni un solo segundo, Francesco se creía que algo había mejorado, pero por ahora la cosa no era así, teníamos a las ratas detrás de nosotros y Derek aun no despertaba.

-¿Cómo está mi hijo? - se me escapa otra sonrisa de lado cuando le escucho.

-¿Ahora le dices hijo? - alzo mi ceja.

-Pasará lo que pasara entre nosotros lo es, lleva mi sangre – me deja en claro. - ¿Está muerto? - siento cierta duda en su voz.

-No – le contesto al instante. - Por ahora Derek está bien necesita un tiempo de recuperación - me escanea.

-¿Dijo algo? - vuelve a pregunta.

Tenía que aparentar como si Derek estuviera despierto para que Francesco no perdiera más los papeles...

-¿Tú qué crees Francesco? Es tu hijo, ¿no? Ya tendrías que saber cómo es – intento mantener mi cara de póker como Derek en muchas ocasiones. - Esta furioso porque no puede dar lo mejor de él como siempre, como te dije necesitara su tiempo para recuperarse – siento como intenta encontrar alguna duda en mí que le dijera que estaba mintiéndole, pero me mantengo firme sin apartar su mirada de la suya.

Entonces se lleva una de sus manos a su cabeza tirándose un poco de su pelo soltando un pequeño gruñido.

-Tienes que sacarme de aquí puedo ayudar – si supiera que habían invadido su mansión y todos sus hombres están muertos le daría otro infarto.

Y yo no podía permitir que eso sucediera, esta vez tenía que ser yo la que llevara por completo el mando.

-No puedes salir – le dejo en claro.

-¿¡Por qué!? - alza su voz gritándome reculando a los pocos segundos cuando le fulmino con mi mirada.

-¿Quieres saber de verdad porque no puedes salir? - le hablo molesta. - Tus socios a los cual confiabas van a atacar de nuevo la mansión por lo tanto si te ven irán directamente a por ti y bastante problemas tengo ya como para estar detrás de tu espalda – me mira cabreado.

-¿Y porque mierda viniste aquí entonces si no es para sacarme? - gruñe.

-Para que sepas que esto aún no se acabado – le dejo en claro.

-Hay algo más, ¿verdad? - da un paso hacia a mí. - Dímelo rusa puedo aguantar otra desgracia más - me mira fijamente.

Me muerdo la lengua dudando por unos segundos.

-Dime que está pasando... - insiste.

-Si te da otro infarto no será mi problema – le advierto.

-Dilo – apoya una mano en la pared fría cuando me levanto teniéndolo cerca.

-Lorenzo y Luciano consiguieron entrar en tu mansión y ahora están allí tomando todo lo que tenías – su mirada endurece aún más. - Te quedaste sin hombres mataron a todos sin dejar ni uno vivo – veo como la rabia comienza a apoderarse de él cuando de sus ojos saltan chispas.

-Esas... ¡RATAS ASQUEROSAS! - se aparta de golpe de mi gritándolo pegando una patada a un cubo viejo que tenía vacío.

Cierro mis ojos por unos segundos para luego volver a observarlo.

-¿Qué cojones está haciendo Derek? - su pecho sube y baja con algo de rapidez.

-No te preocupes él ya está planeando un ataque para cuando vengan de nuevo además de arreglar algunos destrozos de la mansión para crear nuevas barreras – le explico.

-Quiero hablar con mi hijo – la alerta se dispara dentro de mi cuando le escucho.

-Le diré que quieres hablar con él, pero no te prometo que baje él está ocupado – miento.

-Maldita ratas rastreras – mueve su dedo furioso. - No podéis dejarme afuera de esto sigo siendo el rey y también son mis putos negocios los que peligran – gruñe.

-¿Entonces porque te crees que te tengo encerrado? ¿Por gusto y placer? Créeme que a veces me dan ganas de devolverte cada cosa que me hiciste teniendo ganas de dejarte aquí para siempre y que murieses de hambre y sed, pero no, si te tengo aquí es para protegerte y que no te maten – mi sinceridad sale sola porque era cierto ganas no me faltaban.

-¿Es que no lo entiendes rusa? - da un nuevo paso hacia a mí. - Yo siempre he dado la cara a mis enemigos lo de esconderme no es lo mío porque no soy ningún cobarde – sus ojos verdosos como los de Derek conectan con los míos.

-Las circunstancias cambiaron Francesco, tienes que esperar a que las cosas mejoren y cuando eso pase yo misma te dejare que termines con esas ratas por traición - me observa pensando lo que le digo. - Eres el único que les puedes matar por un verdadero motivo ya conoces las reglas – le recuerdo.

Su mirada me demuestra que no estaba nada contento con todo esto, pero él no podía salir no solo para que no le hicieran nada si no por el simple hecho de que no podía ver a Alex y sin mencionar que se cabrearía por ver a otra persona que no es su hijo al mando.

Así que lo mejor era que mantuviera las distancias de la mansión y todo peligro.

-¿No has escuchado a tu nuevo compañero? - le pregunto alzando mi ceja sin aun apartar su mirada de la suya.

-¿Qué compañero? - frunce su ceño sin entender.

-Tienes un compañero en alguna celda de estas, conseguimos atrapar a uno de los que eran tus socios no tengo ni idea como se llama, pero sí estuvo en la reunión con los demás, lo mando Derek a los calabozos después de que le machacáramos los huesos de una de sus manos – parece caer de quien se trataba cuando abre más los ojos. - ¿Quieres divertirte un poco con él? - parece que digo la clave poderosa cuando aparece una sonrisa malévola y traviesa de su parte.

-Que malvada te me estas convirtiendo rusita... - toca mi nariz con uno de sus dedos. - Pues claro que si quiero divertirme con esa rata – parece que parte de su cabreo desaparece.

-Te lo dejare todo para ti si esta noche no sale nada mal, no solo quiero que te diviertas con uno puede que te traigamos a Lorenzo y Luciano sé que los tienes ganas – de nuevo se queda pensativo mirándome. - Si las cosas salen bien – vuelvo a repetir. - Podrás volver a tener tu mansión y volver a tu linda casita, ¿Qué te parece? - otra sonrisa se forma en sus labios. - Aunque bueno lo malo es que tendrás que volver a reunir a nuevos hombres – eso llevaba su tiempo y lo mantendría distraído por lo menos.

-Lo de reunir nuevos hombres es fácil – bueno si... si no los entrenabas como Derek sí.

-¿Qué piensas hacer con esas ratas? - le pregunto curiosa.

-Solo hacer lo que mejor se me da – me contesta sincero.

Decido dar un paso hacia atrás alejándome de él y de la piedra asintiendo con mi cabeza.

-Yo ya los hubiera matado si pudiera, pero solo tú puedes las putas normas son una mierda, pero no puedo echarme más enemigos encima – quería saber los que les iba a hacer porque tenían que pagar por lo que le hicieron a Derek y ellos se merecían sufrir.

-Rusa – alza su mirada para encontrarse con la mía. - A veces una muerte para ellos no es la mejor, lo habrás escuchado miles de veces, pero hay que ser más inteligente que ellos porque si no te comen – me importa una mierda la inteligencia solo quería que sufrieran por Derek.

-Me da igual la puta inteligencia esas ratas tienen que morir por lo que son – le suelto con veneno.

Entonces el alza una de sus cejas.

-¿Te pasa algo Alessia? - rápido cambio mi gesto cuando me escanea de nuevo.

-No, no me pasa nada – le contesto al momento.

Se me queda mirando más de lo normal no estando muy seguro de mi respuesta.

-¿Segura? - comienza a moverse rodeándome. - Porque parece que, si te pasa algo, estas tensa, tienes sed de venganza... conozco perfectamente esas sensaciones cuando tocan a uno de los tuyos – aguanto mi respiración como si eso fuera a servir de algo.

-¿Qué motivos más necesitas para que esos tengan una muerte lenta? - le suelto rápido. - Quieren destruir la mansión de tu hijo, la tuya, nos atacaron dispararon a Derek – se detiene quedando enfrente de mí y tengo que alzar un poco mi cabeza para mirarlo a los ojos.

Hacia un tiempo atrás tenerlo tan de cerca conseguía que temblara del miedo, que me sintiera en peligro e insegura, pero todo eso había cambiado porque el miedo que sentía hacía él había desaparecido.

Las cosas entre Francesco habían cambiado algo no mucho, pero la relación era diferente desde que no me consideraba una Pávlov.

-No confió en mi hijo – me suelta de la nada, no me extraña porque a Derek le pasaba lo mismo, no se fiaba de nadie ni de su propia sombra.

-Eso no es nada nuevo... - le contesto sincera.

-Derek solo confió en una persona en su vida y esa era Antonella... - me contesta. - Si... Derek confiando en alguien suena como una locura... pero es la verdad solo que ella ya no esta y Derek no puede contar sus planes a nadie... - eso no era del todo cierto, porque si se los contaba a alguien y ese era a Alex, pero claro él no tenía ni idea de eso.

-Que novedad – finjo algo de sorpresa.

-Si... - mueve una de sus manos hasta mi pelo atrapando un mechón rubio colocándomelo detrás de la oreja. - A mí también me hubiera gustado tener a alguien en quien confiar – baja su mano hasta mi cuello acariciándolo pegándose más a mí. - Yo sé que esa persona podrías ser tú rusa... - me susurra acercándose a mi oído. - Estoy seguro de que lo que yo te contara no irías a decírselo después a mi hijo porque sabes guardar un buen secreto – me pongo en alerta al momento. - Te he contado cosas y tu no le has dicho nada, eso lo valoro... - no tenía ni idea de las cámaras.

-Francesco – doy un paso hacia atrás soltando un pequeño carraspeo. - De verdad que agradezco todo lo que me contaste sobre Antonella y la información que me diste, pero... - me corta antes de que pudiera terminar.

-Pues ya que lo agradeces como nadie te diré una nueva información para que muevas tus propias cartas... - da un paso hacia a mí y yo otro hacía atrás pegándome contra la pared.

-¿Qué información? - frunzo mi ceño.

Ya empezábamos de nuevo, sabiendo que podría tener problemas luego con Derek...

Pero luego también me enteraba de cosas que nunca a lo mejor pude enterarme si no hubiera sido por Francesco.

-Me dijiste que esas ratas han conseguido entrar a mi casa – asiento con mi cabeza. - Bien hay una manera de entrar sin que te vean... - ve como mi gesto cambia cuando sonríe malévolo. - Puede ser tu victoria esta vez rusa si tu misma quieres entrar a por ellos y traerlos hasta aquí sin duda seriamos un gran equipo tú y yo...

Para el próximo capítulo tenemos que llegar a 35K👍

Mi instagram donde podrán estar informadas de todo: @mishistoriascontadasenpapel

Alessia

Derek

Francesco