Una Guerrera Muy Caprichosa

Y ¿qué descubriste? – le pregunta Rayza a Cael.

Después de pasar el resto del día a lado de su padre, al volver a casa, Rayza le pidió a Cael investigar en donde estaría Marcel en los próximos días, para así poder encontrarse con él y disculparse antes de que el tiempo limite dado por su madre se acabe.

A la joven no le preocupaba que su padre se enterara de que había salido de la casa, al fin y al cabo a Rayza le importaba muy poco la opinión de su progenitor.

- Mañana a medio día asistirá a la fiesta de jardín de la prometida de su amigo, la cual se llevara a cabo en la casa del Conde Viz, para asistir no se necesita invitación, al parecer los condes quieren presumir a su futuro yerno ante todo el reino, así que podrás entrar sin problema – le responde Cael a Rayza mientras se deja caer en la cama de la pelirroja.

- Gracias por la información, ahora, levántate de mi cama, niño confianzudo – le dice Rayza a Cael a la vez que toma dos extremos de la sabana y la jala así si, para así hacer caer al peli rosa.

- ¿Qué mala eres?, todavía que te aprovechas de mis habilidades, me tratas como aun perro – le dice el chico a la vez que se soba de manera exagerada la espalda.

- Yo, aprovecharme, si ya te pague niño del mal, y déjame decirte que muy barato no cobras, así que deja de quejarte – le dice Rayza a la vez que comienza a arrojarle almohadas.

Así ambos comenzaron toda una guerra de almohadas, que no duro mucho tiempo, ya que fueron interrumpidos por una voz desde la puerta.

- Y ¿ustedes que creen que están haciendo?, que yo sepa, se supone que tu estas sola, y desde afuera se oye como si un pequeño ejercito estuviera aquí dentro – les dice Naroa a ambos jóvenes, mientras los mira enojada.

- No es para tanto ma, además, nadie más que tu pasa por este lado de la casa, así que es imposible que alguien nos escuche – le contesta Rayza a su madre, ganándose un almohadazo por parte de esta.

- Aun así nunca esta de más ser cuidadoso, el marqués será un completo idiota, pero sigue siendo tu padre, y no te conviene tener muchos problemas con él, sobre todo ahora, que estas tan cerca de dejar esté lugar, así que compórtate – le dice Naroa a su hija.

- Lo se madre, seré mas cuidadosa – le responde Rayza a lo que la mujer asiente satisfecha con la respuesta de su hija.

Tras ser interrumpidos por Naroa, Cael opta por irse, al fin y la cabo él ya entrego la información que Rayza le había pedido, por lo que no tenia sentido que siguiera allí, por su parte Naroa también se fue para continuar con sus deberes, dejando a Rayza sola, no sin antes prometerle a la joven volver a hacerle compañía cuando terminara sus deberes, fue así que Rayza paso buena parte de la tarde en compañía de su madre, algo que hacia muy feliz a la joven, ya que para Rayza no había nada mejor que pasar el día con alguno de sus padres o mejor aun, con los dos juntos.

⚔️⚔️⚔️⚔️⚔️

Al día siguiente, Rayza iba en un carruaje rumbo a la vista de los condes Viz para disculparse con Marcel, para la ocasión elegido un hermoso vestido en color verde esmeralda que le quedaba muy bien, lo había elegido con mucho cuidado, ya que debía lucir bien si es que iba a estar frente a tantas personas.

Rayza era una mujer vanidosa, que cuidaba mucho de su apariencia, la joven sabia que era hermosa y nunca dejaba que nadie, más que su madre, la viera sin arreglar, incluso cuando entrenaba cuidaba de su apariencia, para Rayza no había peor pesadilla que la vieran sin estar pulcramente arreglada, solo aquellos con los que se permitía bajar la guardia por completo tenían ese privilegio.

Debido a que había salido a escondidas de su casa, Cael era su chochero, el joven había robado uno de los carruajes del marqués para ir a la dichosa fiesta, puesto que Rayza se negaba a llegar en un carruaje que no estuviera a su altura y si bien el carruaje del marqués no llenaba sus expectativas por completo, no tenia más opción, llegar en uno propio seria muy llamativo, ya su manera de gastar dinero era comentada por todo el reino, lo que causaba que el marqués la riñera por gastar “su dinero” en cosas innecesarios, algo que siempre hacia reír a Rayza, puesto que el marqués nunca jamás seria capaz de afrontar los gasto de la joven, pero su ego le negaba ver lo obvio.

No del todo contenta con su medio de trasporte, por este ser muy simple, Rayza se encontraba admirando el paisaje cuando un grito rompió el silencio

- Cael, ve a ver que sucede – le dice Rayza al jovencito, quien sin dudarlo interna el carruaje en el bosque y se va dejando sola a Rayza para ir a investigar.

El camino en donde se encontraban era un sendero en el bosque que es muy transitado debido a que conecta varias propiedades que se encuentran a las afueras de la capital.

Ya a solas, Rayza, con algo de dificultad se quita su vestido y de un compartimento secreto saca un atuendo completamente negro que consistía en una camisa y pantalón holgados que ocultaban de manera magistral sus formas femeninas y comenzó a ponérselos, a la vez que saca las armas que tenia en el vestido para acomodarlas en su nuevo atuendo, ese carruaje en especifico era el que Rayza siempre usaba para salir, por lo que le había hecho algunas modificaciones sin que el marqués siquiera se enterará.

Ya lista bajo del carruaje, en donde Cael ya la esperaba afuera.

- Un grupo de 29 bandidos están atacando a una señorita noble, quien seguramente se dirigía a la misma fiesta que tú, esta no tiene más que dos guardias, algo medio estúpido de su parte, así que esta en clara desventaja, pero el joven Zoragarria y sus guardias están ayudándola, y son buenos, así que si quieres liberar estrés te sugiero que te apresures – le dice Cael a lo que Rayza se pone una mascara, para ocultar su identidad, y se dirige al lugar indicado por Cael, la verdad estar encerrada le aburre demasiado por lo que este altercado no podía ser más fortuito para la joven, ya que le ayudaría a relajarse.