Renací en la época antigua... en un mundo mágico... así que salvaré a mi protagonista favorito.
El mundo mágico también incluye las novelas:
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
*** Todas novelas independientes ***
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Encuentro
Una semana había pasado de la confrontación entre el conde en el ducado Scott, y cada día, Saul Adams había intentado entrar a ver a Kayla, estaba por horas afuera, sin importarle el clima o los golpes recibidos por las peleas con los guardias, se mantenía firme en la idea de hablarle…
Kayla, sin embargo, había decidido no saber nada de él y preferiría mantener contacto cero.
Rosita: ¿en serio no quiero saber nada de él?
Kayla: no nada… sé que, si le doy espacio, yo… prefiero no saber nada
Rosita: claro…
Kayla: ¿la duquesa?
Rosita: salió con el duque… seguramente, regresaran mañana, fueron a la casa que está en el valle
Kayla: iré a ver a Pedrito
Rosita: el pequeño esta con sus dos niñeras y un guardia, le aseguro que esta bien cuidado, además mi tía Margarita, no deja que nadie se le acerque jajaja
Kayla: es un hermoso niño, muy amado…
Rosita: cuando nazca su hijo, también será querido, mi señora duquesa dijo que sería la madrina y que sería la tía favorita
Kayla: jajaja no sé que haría sin el apoyo de la duquesa
Rosita: ella es muy buena, por eso debe cuidarse, para que ella este tranquila… no sé preocupe por eso ahora…
Kayla: es cierto, ahora debo concentrarme en cuidar mi salud…
El octavo día, el conde no se presentó en la entrada de la mansión, por lo que los guardias del ducado pensaron que finalmente se había dado por vencido, sin embargo, el conde había enfermado, por lo que dejo de ir por unos días…
Kayla a pesar de no querer saber nada de él, había escuchado esto de parte de una de las muchachas que ayudaban en la cocina.
- finalmente, el conde dejo de venir
- eso es bueno, todos los guardias andaban molestos por eso.
Otra semana pasó y Kayla ya se sentía mejor físicamente…
Kayla: buen día duquesa
Hanna: buen día querida, ¿Cómo te sientes? ¿Cómo está mi ahijado?
Kayla: eh… mucho mejor, muchas gracias… ahora iré a la posada, debo traer mis cosas
Hanna: si quieres, puedo mandar por ellas
[debo pagar por los días de la habitación, no puedo dejar que ellos paguen eso también]
Kayla: no es necesario, aprovechare de comprar algunas cosas.
Hanna: bien, Carlos te acompañara y le diré a Rosita… no me mires asi, es lo mejor
Kayla: muchas gracias…
Kayla salió acompañada de Carlos y Rosa. En el carruaje ella miraba el pueblo, ensimismada en sus pensamientos…
[pronto dejare este lugar… a pesar de todo lo que he llorado y sufrido… no me arrepiento… pude ayudar en la investigación de la obsidiana y conocer a gente maravillosa]
Kayla fue a la posada y envío sus cosas a la mansión Scott.
Cuando caminaba acompañada de Rosa y Carlos, decidieron entrar a comprar pasteles para llevarle a Hanna.
Rosa: a mi señora, le gustan los pasteles rellenos
Kayla: aprovecharé de pasar a comprar al frente una tela… ustedes espérenme aquí… regreso enseguida
Kayla cruzo la calle y cuando iba a entrar a la tienda, fue cargada hasta el callejón, no pudo gritar, porque él le tapó la boca con su mano.
Cuando se dio cuenta, lo miró con odio e intentaba forcejear… pero él no le daba espacio…
Conde: Kayla, por favor escúchame… tienes que volver a la mansión conmigo, nada es como crees… Catarina esta casada, ella esta enferma y vino a verme… pero, confundió todo, por eso le pedí que se fuera… por favor, tienes que creerme….
Kayla fingió tranquilizarse y el conde bajo su mano para escucharla… de inmediato… ella gritó pidiendo ayuda… él nuevamente intento cubrirle la boca, pero Carlos llegó con la espada en la mano.
Carlos: conde Adams, deje en paz a la señorita.
Sin embargo, el conde no soltaba a Kayla, sino que la acercó más a si mismo…
Carlos: conde… tengo permiso para usar la fuerza… ¡suéltela!
Rosa: ¡dios mío! déjela por favor, el doctor dijo que no podía estar sometida a ninguna preocupación… piense en el bebé…
El conde de inmediato la soltó y la giró para mirarla, pero la mantuvo sujetada de la cintura.
Kayla: déjame ir… no quiero que te me acerques, ni a mí, ni a mi hijo, para ti no existimos…
El conde vio como Kayla lo miraba con dolor y con lagrimas en los ojos… sin embargo, no la soltaba…
Conde: Kayla, vuelve conmigo a la mansión, te prometo que todo será distinto… por favor… dame una oportunidad
Kayla: tuviste tu oportunidad… y la elegiste a ella… eso no lo olvidaré… asi que vete por favor… y ya no me molestes… se feliz con ella, o con quien quieras, solo déjame en paz…
Kayla camino hacia Carlos y Rosa… y el conde vio como Carlos la miraba con ternura y apretó los puños de la rabia…
Carlos: señorita Kayla, ¿se siente bien? ¿quiere que la cargue al carruaje?
Conde: ¡maldito!
Kayla ignoro el comentario del conde y negó con la cabeza y los tres siguieron caminando… el conde se quedó mirando hasta que el carruaje desapareció en el camino…