Un CEO Para La Villana

EMMA:

Alexandro y yo llegamos a casa en silencio y ambos tomamos asiento en el sofá sentado frente al otro.

Clavo mi mirada en el piso mientras pienso como voy a continuar con mi vida... En mi vida pasada estaba preparada para eso... Pero ahora... Este mundo es muy distinto al que yo conocía.

—¿Es mío?

La pregunta de Alexandro me hace levantar la mirada.

—¿Cómo?

—El bebé... ¿Es mío?

Suspiro profundamente y miro hacia el techo.

—Sí.

Respondo con voz inaudible y escucho otro suspiro de su parte.

—¿Qué vas a hacer? ¿Lo vas a tener?

Su pregunta me hace fruncir el ceño.

—Claro que sí, este bebé no tiene la culpa de los errores de los adultos.

—No me malentiendas Emma, solo quiero saber tu decisión, tú eres la que lo vas a llevar por nueve meses.

El hombre toma aire profundamente y dice.

—Sea lo que decidas, te apoyaré al cien por ciento... También es mi responsabilidad, el bebé es de los dos.

—¿Bebé? ¿De qué bebé hablan?

Una voz femenina me hace saltar del susto y llevo una de mis manos al pecho.

—¿Mamá? ¿Qué haces aquí?

Un asustado Alexandro pregunta.

—Visitando ¿Por qué te asustas tanto hijo? Estás pálido.

Una voz imponente y masculina se hace presente mientras nos mira con rostro serio.

—¿Papá? ¿Por qué no me avisaron que vendrían?

—¿Por qué tendríamos que hacerlo? ¿Acaso nos están ocultando algo?

Tomo asiento nuevamente y observo ambos rostros, se nota que escucharon más de lo que deberían.

La mujer me mira con media sonrisa y luego mira por breves segundos mi vientre.

—Hola cariño, tú eres...

La señora me habla con una sonrisa cálida mientras toma asiento a mi lado.

—Es mi secretaria mamá, su nombre es Emma Miller, ya la habías visto antes.

La hermosa mujer me mira para luego asentir.

—Un gusto conocerte querida, mi nombre es Giorgia Fiore y él es mi esposo Federico Moretti.

Miro al padre de Alexandro y la verdad se parecen mucho.

—El gusto es mío señor y señora Moretti.

Hablo con timidez mientras siento mi rostro volverse rojo.

La mujer sonríe cálidamente y el hombre me mira fijamente sin decir nada más.

—Iré a mi habitación a descansar, nos vemos luego.

Me coloco en pies y me marcho sin mirar atrás.

—Uff, lo mejor será dormir un poco.

Murmuro ya en mi habitación y sin pensarlo dos veces me lanzo a la cama y quedo rendida inmediatamente.

ALEXANDRO MORETTI:

Mi padre toma asiento junto a mi madre y ambos me miran fijamente.

—¿Qué?

Pregunto mientras finjo demencia.

—¿No tienes algo que decirnos figlio? (hijo)

Pregunta mi madre mirándome con los ojos entrecerrados.

—No ¿Qué debería de decirles según ustedes?

Mi padre se suena la garganta y alza las cejas.

—“También es mi responsabilidad, el bebé es de los dos”¿Te suena?

La voz de mi padre suena rara imitando mi voz y ruedo los ojos.

—Es malo escuchar conversaciones ajenas ¿Lo sabían?

—Por supuesto querido, pero a veces la curiosidad es más grande.

Mi madre sonríe mientras habla para luego volverse seria.

—¿Qué es lo que buscas con esa chica Alexandro?

—Nada madre.

Respondo y ella me mira fijamente a los ojos.

—Es tu secretaria.

Afirma ella y yo asiento.

—Así es ¿Algún problema?

—No le hables así a tu madre Alexandro Moretti.

Dice mi padre con voz calmada, pero peligrosa.

—Perdón mamá.

—Mmm, ahora habla.

Ambos me observan fijamente y yo me coloco en pies comenzando a caminar en círculo.

—¿Qué es lo que quieren saber?

Pregunto.

—Es la prometida de tu primo Alexandro ¿Qué rayos traes en la cabeza? Entre familia nos respetamos, te he inculcado eso desde pequeño.

—Ja ¿Entre familia nos respetamos? David no piensa de la misma manera.

Mi madre se coloca en pies y me mira con el ceño fruncido.

—¿Es una venganza? ¿Estás con esa chica por venganza?

Puedo sentir su enojo y niego varias veces.

—Mierda no, no mamá, jamás haría algo para lastimarla.

—¿Entonces?

—Fue un error ¿Si? Estábamos ebrios y una cosa llevó a la otra.

Mis padres se miran y luego mi madre habla.

—Cariño, sé que eres un adulto y ya no podemos meternos en tu vida, eso lo entendemos... Pero... Ningún Moretti nace como un bastardo.

—Eso lo sé mamá, créeme que lo sé... Pero la verdad no sé cómo ella se lo irá a tomar... Aún ambos estamos procesando esta noticia.

Los tres permanecemos en silencio por algunos segundos y luego tomamos asiento.

—Esta noticia cortará lazos con tu tío y primo, lo sabes ¿Verdad?

Pregunta mi padre y me encojo de hombros.

—Ese es el menor de mis problemas en estos momentos papá, me da igual que mi tío y primo corten o no corten lazos con nosotros, de todas maneras no aportan nada a la familia, solo viven de nosotros.

—Son tu familia.

Miro a mi padre y sonrío.

—Familia que quieren quitarnos todo... Papá, lo siento, pero no los considero familia... Mamá, necesito que busques los mejores médicos para que lleven el embarazo de Emma.

—Claro que si querido, mio nipote estará en las mejores manos, eso tenlo por seguro. (Mi nieto)

Asiento y luego comenzamos a hablar de temas de negocios.

EN LA MANSIÓN MILLER:

—¿Cómo te sientes mi niña?

Pregunta la señora Miller mientras acaricia el cabello de Stacy.

—Estoy bien mamá... Desearía que Emma esté aquí y me cuide... Mi hermana me hace falta.

La chica hace un puchero y su mamá suspira.

—La he estado llamando y no toma el celular, pero desde que llegue haré que te atienda solo a ti ¿De acuerdo?

—Si mamita, eres la mejor, por eso haré que estés más orgullosa de mí.

La mujer deja un beso en la frente de su hija y se retira.

Al Stacy estar sola sonríe de manera malvada.

—Mmm, no tomas las llamadas, ya quiero que llegues para hacerte mi sirvienta personal... Jaja, sería muy divertido.

Piensa con una sonrisa en los labios.

(Si les gustan no olviden comentar, un abrazo desde la distancia.)