Las gorditas no tenemos derecho a enamorarse.
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Capítulo 17
Él, jamás me había visto de la manera que lo está haciendo, hubiese deseado tanto que me viera como ahora. Sonrío y digo — muchas gracias Fernando… empieza a sonar la canción de perfect de Ed Sheeran y algunas personas salen a la pista a bailar; Fernando estira su mano y dice — me concederías esta pista de baile Mariana?… observo a mis padres que están indiferentes y digo — Fernando pero a mi hermana no le gustaría… el hace un gesto de probabilidad y luego dice — pero ella no vino, así que no tendría porque molestarse que baile con mi cuñada… sonrió y lo tomo de la mano.
Se siente tan bonito estar entre sus brazos, no puedo dejar de imaginarme una vida con él, han sido años calmando este amor.
En un momento del baile él dice — eres feliz?… suspiro y digo — habría alguna diferencia sino lo fuera?… él se aleja un poco me mira fijamente y vuelve a decir — eres feliz?… en ese momento siento ese aroma perturbador y luego esa voz a la que tanto miedo le tengo que dice — ella es feliz… luego se hace en medio y dice dirigiéndose a Fernando — me permites bailar con mi esposa?… Fernando mira con indiferencia y me suelta despacio entregándome al demonio.
Menos mal la canción esta por terminar; mientras nos mecemos lento Miguel dice — aún lo amas?… lo miro a los ojos con las pocas fuerzas que tengo y le digo — si, siento que no podré amar a nadie como a él… me aprieta fuertemente hacia su cuerpo y dice — yo haré que lo olvides… trato de zafarme de ese agarre intenso, pero él tiene más fuerza y no permite que me aleje.
Al terminar la canción me toma de la mano y me lleva con él hacia la salida, trato de ir a su rito y mientras lo intento le digo — a donde vamos?; no se despedirá de su abuelo?… toma mi mano con más fuerza y responde — no, está noche volverás a ser mía… mi corazón empieza a exaltarse y le digo — no por favor, no hice nada que pudiera molestarlo… cuando llegamos a la entrada recibe las llaves del auto y mientras me obliga a subir dice — te prohibí hablar con él… en el momento que se sube le respondo — pero no podía ser descortés, él venía con mi familia, porfavor no fue mi culpa… él suspira y arranca el carro sin decir una sola palabra.
El camino transcurre en silencio, al llegar a la mansión, nos bajamos al tiempo y él me toma de la mano dirigiéndome hacia la entrada, luego en un momento dice — debo hacer unas llamadas, quiero que me esperes en mi habitación… lo miro con lágrimas en los ojos y le digo — que gana con todo esto, yo le doy asco usted me lo ha dicho muchas veces, por que no me deja en paz?… se voltea y con su mirada de hielo que cala hasta los huesos y dice — niña tonta, poco a poco entenderás que jamás te dejaré, eres de mi propiedad, yo te compre, acaso aún no lo has entendido?… siento un vacío enorme en el estómago y le respondo — le juro que le pagare hasta el último centavo de lo que pago… el sonríe de una manera irónica y dice — y cómo pagarías?, deja de ser estúpida y mas bien has lo que te ordene… lo miro con desilusión y con la poca fuerza que tengo empiezo a subir las escaleras.