Renací en un mundo mágico y elijo el camino de la venganza.
El mundo mágico también incluye las novelas
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi
17) Quiero el divorcio
18) Una princesa sin fronteras
19) La noche inolvidable de la marquesa
20) Ni villana, ni santa
21) Salvando a mi Ernesto
22) Cartas para una princesa
23) Ya te olvidé
24) Dulce Prisión
25) Secretos de una pasión
** Todas novelas independientes **
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Contrato
Ver a un viejo amigo con una esposa hizo que la palabra “esposa” resonara en la cabeza del duque como un eco que no queria. la palabra se repitio en su mente y no supo si era sorpresa, celos, o una idea absurda que comenzo a enredarse con el recuerdo de Leia. la palabra hacia que todo pareciera mas real y mas imposible a la vez. se obligo a concentrarse en los informes para volver pronto al ducado.. mientras tanto, en la habitacion donde la habian dejado, Leia ya habia comido y el pan le habia dado una calma amarga. tenia un plan en la cabeza, claro, frio y practico.. mostrarse obediente y cooperadora cuando el duque volviera, fingir que el encierro la habia domesticado, sonreir lo justo, callar las preguntas. su objetivo no era convencerlo a el, sino conseguir la oportunidad para escapar.
pensaba en el puerto, en el capitan Riel, en la bodega 4.. en la copia que buscaria, en la llave que aun no tenia. decidio que se iria esa misma noche si podía.. cruzaria la bahia en un barco que cambiaba de bandera, se ocultaria en el continente, y viviria con pan y mar hasta cumplir veinte años.. solo faltaba un año.. cuando entonces regresaria no como la niña que nadie tomaba en serio, sino con el papel en la mano, y entonces, por fin, pondria a dormir la mansion Tudor y se quedaria con lo que por sangre le correspondia.
cuando el duque regreso, aun con el polvo del viaje pegado en la capa, no paso por su despacho ni fue a cambiarse, lo primero que hizo fue ir directo a ver a Leia. los sirvientes apenas alcanzaron a avisar que ella estaba despierta cuando él ya empujaba la puerta sin esperar permiso.. Leia estaba sentada junto a la ventana, el cabello suelto, una taza de té en las manos y una sonrisa tranquila que parecia sacada de un cuadro. se levanto con calma al verlo entrar, hizo una reverencia pequeña, y hablo con una voz tan suave que parecia ensayada.
Leia: bienvenido de vuelta, duque, espero que su viaje haya sido productivo.. me alegra saber que esta sano y salvo.
él la observo, no dijo nada por unos segundos, solo la miro, de arriba abajo, con esa mirada fria que usaba para leer a los hombres en el campo de batalla. habia algo extraño en ella, demasiado orden, demasiado silencio.
Duque: pareces... distinta.. ¿obediente?
Leia: aprendo rapido
Duque: eso no suena como tú.. ni siquiera intentas discutir conmigo, ni burlarte, ni morderme.
Leia: tal vez entendi que no tiene sentido resistirse a alguien tan poderoso.. usted tiene razon en todo, duque Donnely.
él entrecerró los ojos. era un hombre con años de experiencia leyendo mentiras, y si algo sabia, era que las mentiras mas peligrosas eran las dichas con calma. Leia estaba demasiado quieta, demasiado cortés.
dio un paso hacia ella y la miro fijamente.
Duque: no te creo
Leia: no tiene que creerme.. solo disfrutemos de la paz mientras dura.
el duque sintio una punzada en el pecho, una mezcla de irritacion y algo que no quiso nombrar. no sabia que estaba tramando Leia, pero si algo tenia claro era que ella nunca se rendia tan facil.
Duque: Leia.. si estas pensando en algo...
Leia: solo pienso en lo mucho que extrañe su compañía, mi lord.
esa frase, dicha con una voz tan dulce, lo descoloco. la miro unos segundos en silencio, luego giro sobre sus talones y salio, cerrando la puerta con fuerza.
afuera, se paso una mano por el rostro, exhalando con rabia contenida.
[maldita sea... está fingiendo]
sir Davies, que lo esperaba en el pasillo, lo miro con una ceja alzada.
sir Davies: ¿todo bien mi lord?
Duque: ella nunca sonrie asi sin tener un plan.
el duque entro a su oficina cerrando la puerta con un golpe seco, se dejo caer en la silla de cuero y por primera vez en muchos dias no penso en los bandidos ni en los informes del emperador, solo en Leia, en su calma sospechosa, en esa sonrisa que olia a trampa..sobre la mesa, abrio un cajon y saco un documento en blanco con el sello oficial de su ducado. tomo la pluma y comenzo a escribir sin decir palabra. cada trazo era firme, decidido, aunque en su cabeza la idea sonaba tan absurda que ni él mismo entendia del todo por qué la hacia.
sir Davies toco a la puerta y entro con su libreta.
sir Davies: mi lord, los reportes de la frontera…
Duque: dejalo ahí.. necesito que redactes un contrato para mí. confidencial.
sir Davies: digame señor
Duque: un contrato matrimonial..
sir Davies: un contrato matrimonial, mi lord?... ¿con quién?
Duque: con Leia Tudor.
Davies casi dejo caer la pluma.
sir Davies: ¿la señorita… Leia? mi lord, eso... no creo que sea apropiado dadas las circunstancias.
Duque: solo escribe
Sir Davies: ¿y qué desea estipular en el contrato, mi lord?
Duque: quiero que conste que el matrimonio será valido hasta que ella cumpla veinte años. ese dia... tendrá libertad absoluta. su nombre, sus bienes, todo lo que le corresponda será suyo.
sir Davies: entonces... ¿piensa casarse con ella solo para protegerla?
el duque asintio, serio.
Duque: exacto. si es mi esposa, nadie podrá tocarla, ni siquiera su padre. ni su madrastra. ni ese bastardo de su hermano. sera la duquesa Donnely..
sir Davies: mi lord… con todo respeto, esto es una locura.
Duque: todas las cosas que valen la pena lo son, Davies.
el asistente bajo la mirada y siguio escribiendo. cuando termino, el duque sello el documento con su insignia personal, la de los jinetes del emperador, y lo guardo en el cajon bajo llave.
Duque: cuando cumpla veinte años.. sera libre, rica, y nadie la tocara jamas.
sir Davies: mi lord, ¿y mientras tanto?...
Duque: mientras tanto, sera mia.