Estoicismo A La Par De Estoico

Narra Bitte.

Desde muy temprano en la mañana recibí una llamada de un número desconocido... pero ya sabía de quién se trataba, días antes ya me habían contactado del mismo.

‐Muy buen día, ¿Quién es?.‐pregunte esperando respuesta.

‐Buen día, tiempo sin escuchar tu voz... Soy James.‐respondieron del otro lado a la línea. ‐Me encuentro en estos momentos en la ciudad, ¿será que podrías concederme una tarde en la que estés disponible para conversar sobre algunos asuntos?.‐me pregunto con algo de urgencia en su tono al hablar. ‐Es sobre un tema delicado.‐recalcó.

‐Está bien por mí, te parece si nos vemos el día de mañana a las 3:30 pm, espérame fuera al frente del edificio de oficinas Parker, desde esa hora estaré totalmente libre para hablar todo lo que desee. ‐dije aceptando y fijando la hora.

‐Gracias por aceptar, nos vemos a esa hora. ‐respondió y luego corte la llamada.

Como si ya no me fuera suficiente con el despecho que viene arrastrando Backler desde hace tres días, la insistencia de Estoico para que le acepte sus actitudes posesivas y a khris con sus sospechas de ciertas cosas y criticas a medio instituto... ahora resulta que James después de tanto tiempo luego de unos cuantos mensajes decide aparecer de la nada. Por lo menos los más jóvenes están más tranquilos, obedientes y disciplinados en su vida social.

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3:15 pm.

Termine antes de la hora, aun ansiosa por razones suficientes. Para ser más precisa, horas antes de la reunión estuve pensando algunas cosas que no me habían dejado tranquila durante toda la noche, la anterior noche fue una completa sorpresa y no de las buenas... como ya era su hábito, Estoico entró a la habitación entre las doce y una de la madrugada, acomodó un lugar a mi lado contrario de la cama y se acercó con mucho cuidado a mí para abrazarme de espaldas, en esos precisos momentos me encontraba en una etapa del llamado trastorno del sueño; aunque no era la primera vez que sucedía la desesperación y la ansiedad se apoderaron de mis sentidos, no por qué le tuviera miedo o desconfianza al ahora presente, si no más bien por qué sabía que él no sabría como reaccionar ante tal situación.

En medio de tal estado aún podía sentir, escuchar y algunas veces ver en medio de este; lo primero que pude escuchar fue su voz profunda en un tono muy sutil y bajó.

‐Cómo se vería si tuviera un bebé aquí.‐susurro para sí mismo tocando con su mano mi vientre habitualmente plano. ‐Sería algo preciado, pero mejor no... si sucediera tendría que brindarle tiempo y atención.‐respondió para sí dándole un poco de presión a la zona que tocaba. ‐Y de por sí ya no me da el tiempo que necesito de ella. ‐ reflexivo ante tales pensando que surgieron de repente.

Luego de eso se recostó un rato hasta quedar dormido, su actitud ya no me parecía rara ni un poco extraña. Ya estaba acostumbrada a ese tipo de situaciones, Pero esta vez fue diferente sus pensamientos salieron a la luz por un pequeño instante y aún no logro entenderlos completamente.

Tan perdida estaba en los pensamientos que surcaban en mi mente que no me había dado cuenta ya eran las 3:30 y una figura se acercaba lentamente hacia mí era James, estaba vestido con un traje formal gris, una corbata negra con contraste de puntos blancos. Aunque su combinación parecía un poco extraña esa fue una de las cosas que llegó a cautivarme en el momento preciso en el que lo conocí hace unos años.

‐Disculpa la demora por si me estabas esperando hace unos minutos, sé que tienes la mala costumbre de esperar y llegar al lugar antes de la hora prevista.‐dijo un poco agitado recordando aquellos tiempos en los que comenzamos nuestras primeras citas.

‐No tienes por qué disculparte, no es como si llevara mucho tiempo aquí... apenas tengo unos minutos que salí mucho antes de lo previsto, me desocupé muy temprano. No tenía otra razón por la que estar en la oficina, a pesar de todo el ser jefa no es tan pesado... El trabajo solo es agobiador cuando no se sabe llevar a cabo un buen trabajo y cuando no se tiene un buen control en nuestra agenda personal.‐le respondí con paciencia y tranquilidad, dándole serenidad y confianza para que no se sintiera culpable por hacerme esperar.

‐Reservé una mesa para poder conversar cómodamente. ‐me dijo señalando una pequeña mesa aislada de todo el recinto. ‐Un lugar apartado para sentirnos más cómodos y así poder hablar todo lo que necesitemos.‐recalcó con una sola cálida.

Mediante algunos minutos conversamos sobre temas irrelevantes. El trabajo, sobre cómo van los chicos en el instituto, la alimentación y el día a día de cada uno, del cómo habíamos pasado estos últimos meses y si había algún cambio en nuestra salud... Pero como todo lo bueno esta conversación que no me llegó a ningún rumbo tenía que llegar al punto clave el porqué estábamos aquí en esta situación en este lugar.

‐El tema por el que te quería ver desde hace unos meses no es nada sencillo es algo un tanto confuso todavía para mí. En el tiempo que estuvimos juntos traté de no darle importancia algunos temas, pero ya veo que no debí hacer como si no ocurriera y más bien tuve que haber prestado más atención a los detalles a los comportamientos que nos daba a diario.‐su conversación anterior solo era para poder amasar el tema para calmar el agua antes de que llegará la tormenta en la conversación. ‐Y sabes a qué me refiero, tú más que nadie lo sabes... lo advertiste algunas veces, pero no le hice caso.

‐Si a lo que te refieres a Estoico ya estoy al tanto khris me contó todo con lujo y detalles. Y aun así no puedo dejarlo atrás, yo lo cree prácticamente lo hice o más bien forme inconscientemente esa obsesión y esa dependencia social que tiene conmigo. ‐confesé.‐y dudo que pueda cambiar la situación ahora mismo.‐su mirada de sorpresa, sus ojos Se abrieron como dos platos se dilataron por tanta emoción.

‐La verdad a veces pienso... Y es que fui un estúpido, él me lo dijo una y otra vez muchas veces lo repitió y siempre le decía que íbamos a comer, a jugar básquet, a comer helados. Pero nunca lo escuché siempre terminaba ignorándolo cambiando la conversación cambiándole el tema desviando sus ideas lo que trataba de decir.‐respondió al final. ‐Tanto así que cuando sucedieron los acontecimientos a la vez fue y no fue sorpresa, ya que sabía de su condición, había investigado sobre el asunto lo que más me asustaba eras tú esa obsesión desmedida, sin remedio y enfermiza tiene para contigo. ‐expresó preocupad.

‐A pesar de sus arranques él jamás sería capaz de dañarme más bien primero dañaría a aquel que me dañe o lastime tanto física, mental o emocionalmente antes de siquiera pensar en tocarme un cabello con pensamientos más allá de una caricia. ‐dije aceptando que si tiene un problema, pero que a pesar de todo se mantiene bajo control... Claro. Y eso solo porque asistimos a terapia juntos de allí creo que nació esa dependencia.

Seguimos hablando del tema dando nuestras opiniones desde ambos lados sobre la condición que presentaba. Y llegamos a la conclusión de que solo podría mantenerlo bajo control hasta que pueda llegar a tener una buena relación comunicativa y social con los demás individuos a su alrededor... solo y cuando eso suceda, cuando llegue a conseguir una estabilidad en su carácter su vida y la mía estarán completa armonía.