Martina era una niña que lo tenía todo una familia que la amaba y una infancia feliz, Pero todo eso se le fue arrebatado de un momento para otro por un tornado llamado Julio Salvatore quien mató a su familia dejando a la pequeña sola para toda la vida
Luego de dieciocho años Martina regresa para vengar la muerte de su familia, Pero lo que ella no sabía era que se terminaría enamorando del hijo de su peor enemigo y asesino de su padre
Podrá Martina llevar a cabo su venganza? O terminará renunciando a ella por amor?
Acompáñame a descubrirlo
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CAPÍTULO 16
Martina
Buenos días mi reina como amaneciste? - pregunta Dante con preocupación
- Estoy muy bien Dante porque tanta preocupación? - le consulto al ver que sigue observando me como si estuviera a punto de morir
- Es que anoche estuviste muy mal, tenías mucha temperatura, estuve muy preocupado por tí - dice acariciando mi mejilla y realmente puedo notar la preocupación en sus ojos
- Estoy bien
- No parabas de decir que no podías quererme porque yo lo mate, a quién te referías? - preguntó el y yo quise morirme metí la pata hasta el fondo ahora que le diré? Si le digo la verdad todo el plan se vendrá abajo y mis jefes me matarán
- Mierda!! - se quejo cuando su teléfono no dejaba de sonar
- Atiende tranquilo, mas tarde hablamos si? Ahora quiero darme un baño - pedí mientras por primera vez acaricie su rostro sus ojos brillaron de una forma tan bonita
- De acuerdo te veo abajo para desayunar - me dió un suave beso en los labios y salió de la habitación
Observé mi celular que tenía bien escondido en la habitación y decenas de mensajes y varias llamadas de mis jefes y Karen aparecieron, mis jefes presionadome para que les envié más información y Karen preguntando si estaba bien, le envié a mi superior algunos archivos que por alguna razón estaba demorando en enviarle y no se porque, Pero una sensación extraña me invadió el cuerpo, fue como de tristeza, acaso me estaba arrepintiendo de enviar a la carcel a Dante? Eso era imposible he esperado por años por esto, no entendía porque no me sentía sentir feliz al tener mi venganza casi servida, solo faltaban atar algunos cabos y la muerte de mi familia sería vengada Pero no estaba sintiendo ni una pizca de lo que creí que sentiría
Maldije una y otra vez ser tan estúpida no podía ponerme sentimental, no debía dejarme ganar por mis sentimientos, debía cumplir con mi palabra, con la promesa que hice en la tumba de mis padres y con mi trabajo
Luego de bañarme, baje a desayunar, Dante me dijo que hoy no tenía pendientes que hacer y que podríamos nadar un rato en la piscina, después de colocarme la bikini, fui al jardín donde ya Dante se encontraba recostado en una reposera tomando sol, se me hizo agua la boca de solo verlo, se veían tan sexy, que hasta me daban ganas de pasarle la lengua por esos cuadraditos que le marcaban
Al parecer se dio cuenta de mi presencia y giro automáticamente su cabeza hacia donde yo estaba parada mirándolo como una pervertida, me regañe mentalmente por ser tan calenturienta
- Al fin llegas ya te estaba extrañando - dijo con cariño mientras se levantaba y venía a mi encuentro
¿Te sucede algo? Tus mejillas están sonrojadas - Dante coloco su mano en mi frente para comprobar que no tuviera temperatura nuevamente
Cómo le explico que mi calentura no es precisamente por sentirme enferma sino por verlo con tan poca ropa y luciendo ese cuerpazo de Dios griego que tiene
- Estoy bien - logré decir después de algún tiempo, tenerlo así semidesnudo hacía que mi cerebro hiciera cortocircuito y no me salieran las palabras
- Ven vamos a la piscina el agua está deliciosa - dijo con una sonrisa
Me quité la bata quedando solo en una diminuta bikini roja y entre al agua con Dante, decidí dejar de lado por al menos un rato mi dolor, mi venganza, mi odio y divertirme al menos un día
Jugamos y reímos como si fuéramos dos niños pequeños, Dante puede ser muy divertido cuando se lo propone, más tarde almorzamos en el jardín, Dante se encargó de cortar mi carne y darme de comer en la boca como si fuera una niña pequeña por mas que me negué y protesté el insistió igual
- Dante ya suficiente no soy una niña para que me alimentes en la boca - protesté
- Déjame consentirte al menos por hoy por favor
- Está bien pero que no se te haga costumbre
Dante se portaba tan bien conmigo que el odio que sentía por el estaba casi desaparecido, hacía unos días había comenzado a sentir algo bueno por él era un sentimiento tan nuevo para mí nunca lo había sentido, jamás en la vida me enamore o sentí algo por algún hombre, después que mi familia fuera asesinada jamás volví a ser la misma, mataron todo lo bueno que había en mi, la niña dulce, amable, cariñosa y risueña desapareció dándole paso a una niña deprimida, con mal carácter y llena de odio y sed de venganza
Una niña que debió aprender de muy chica a defenderse sola, a nunca confiar en nadie y mucho menos querer o amar a una persona, me convencí que jamás volvería a amar a nadie más en la vida porque era muy doloroso si algo le sucedía a esa persona en cambio si no la quería o la amaba no importaría ni me haría daño si algo malo le pasase con ese pensamiento crecí sola y sin afecto, la única que siempre estuvo a mi lado y a quién le puedo tener un leve cariño es a Karen, una chica con la que crecí en el orfanato
Pero hacia tantos años que no me sentía querida o protegida como Dante me estaba haciendo sentir que algo dentro de mi estaba cambiando sin yo poder evitarlo...